Los créditos del ICO no convencen a los municipios en crisis

Los municipios catalanes que arrastran un mayor lastre económico consideran que el plan extraordinario del Gobierno para pagar a proveedores no es la panacea para sus problemas financieros. Aunque los alcaldes valoran los créditos del Estado, que les permitirán pagar a los proveedores que tienen facturas pendientes, consideran que son pan para hoy, pero hambre para mañana. “Podremos pagar facturas, pero no sanear los Ayuntamientos”, advierte el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona.

A los municipios se les acababa ayer el plazo para presentar obligatoriamente todas las facturas pendientes de pago con fecha anterior al 31 de diciembre de 2011. Algunos Ayuntamientos han desempolvado un buen montón de facturas. Entre ellos destacan el de Badalona, con 30 millones de deuda, y el de Sabadell, que acumula 1.056 facturas que suman 24,7 millones. La deuda de las capitales catalanas oscila entre los 244.000 euros de Girona, los 16,5 millones de Tarragona y los 18,2 millones de Lleida.

Los Ayuntamientos dispondrán ahora de dos semanas para presentar sus respectivos planes de ajuste, con los que deben demostrar que serán capaces de devolver el crédito del Estado. En concreto, el Gobierno ha habilitado una línea de crédito de 35.000 millones de euros con todas las entidades financieras, de los cuales 18.000 millones son para los Consistorios. Los créditos van gravados con un interés del 5% y se deben devolver en 10 años, con dos años de carencia.

La sobrecarga financiera que supondrán los préstamos despierta recelos en algunos municipios, como Moià y Cunit, con unas finanzas muy castigadas. Montserrat Carreras, alcaldesa de este último municipio (que debe 16,5 millones), reconoce que devolver el crédito “será un drama”. “No sé de dónde vamos a sacar el dinero”, dice. Cunit arrastra ya una deuda con los bancos de 22 millones y pide al Estado que se amplíe el plazo de devolución del préstamo.

Badalona declara 30 millones de euros en facturas pendientes, y Sabadell, 25

En Creixell tampoco creen que este plan sea la solución a sus problemas. Han presentado 1.480 facturas por valor de 6,9 millones. Calculan que deberán pagar una cuota mensual de 116.000 euros para devolver el crédito, una situación “insostenible” para Jordi Llopart, alcalde de este municipio de 3.000 habitantes que tiene un presupuesto anual de cuatro millones. Llopart tiene claro que el crédito del Estado solo es una solución temporal, pero no les resuelve el problema de financiación de fondo. “En lugar de deber a 200 proveedores, deberemos al banco”, añade el regidor.

La devolución de los intereses obligará a los municipios a apretarse más el cinturón y elaborar planes de viabilidad. “Es una vuelta de tuerca más a los ajustes que ya estamos aplicando”, señala el alclade de Mollerussa (2.900 facturas y 4,5 millones).

Más positivo se muestra Miquel Forns, alcalde de Sitges, aunque solo ha podido presentar nueve millones en facturas que cumplan los requisitos de la convocatoria (en total adeuda 29 millones). Forns considera “positivo” el crédito, porque “servirá para aliviar un poco la situación”, informa Maiol Roger. Igualada (2,8 millones pendientes) y Tossa de Mar (1,9 millones) coinciden en alabar la medida.

Pero no todos los municipios participarán en este plan. Terrassa asegura que no tienen facturas pendientes y Barcelona defiende que no lo necesita, ya que solo arrastra cinco facturas, por valor de 1.547 euros.