Ferrol subasta su primera almeja "autodepurada"

Siete semanas ha tardado la batea experimental que la Xunta colocó en la ría ferrolana como alternativa a la contaminación en dar sus primeros frutos, aunque a precios muy bajos. Después de varios chascos consecutivos con las analíticas en contra, los mariscadores de Barallobre (Fene) y Ferrol subastaron ayer en lonja los primeros lotes de marisco “autodepurado” en las jaulas de la plataforma móvil que la Consellería do Mar ubicó en la bocana de la ría. En total, casi una tonelada de almeja y berberecho libres de coliformes (bacterias fecales) que colocaron en el mercado a precio irrisorio, apenas cinco euros el kilo.

La primera batea empezó a funcionar el 9 de enero frente a la playa de Cariño. Los malos resultados empujaron a Mar a reforzar el proyecto con una segunda batea en Ferrol. Ambas se desplazaron unos metros para aprovechar mejor el flujo de las corrientes, lo que, según los mariscadores, ha sido clave para invertir una tendencia que iba camino de convertir el proyecto experimental en un fracaso estrepitoso.