Gobierno, sindicatos y patronal se unen en un plan contra el desempleo

Con una economía que avanza hacia la recesión, un tercio de las familias vascas sin ningún miembro activo en el mercado laboral, 156.000 desempleados y una reciente reforma laboral que no ha hecho más que caldear el ambiente, ayer todos los miembros de la mesa de diálogo social escenificaron su unión para lanzar las iniciativas con las que el Ejecutivo luchará este año en contra del desempleo.

El lehendakari presentó en Vitoria, junto con los secretarios generales de CC OO, UGT y Confebask el plan de lucha contra el paro de 2012, que se centrará en los jóvenes, los parados de larga duración y las áreas especialmente castigadas por la crisis. Costará 321,4 millones de euros e impulsará una treintena de iniciativas, algunas ya anunciadas o puestas en marcha con anterioridad. Patxi López subrayó que, en momentos difíciles, Euskadi es “un país capaz de sumar fuerzas”, con alusiones indirectas a los ausentes ELA y LAB —este último sindicato censuró la “hipocresía” del plan y señaló que las decisiones en torno al empleo “se toman en otros ámbitos”—.

El futuro servicio de emprendimiento asesorará a nuevos empresarios

Los firmantes reconocieron que los esfuerzos del plan quedan supeditados a las políticas macroeconómicas que algunos, como Unai Sordo (CC OO), aprovecharon para criticar porque “están deprimiendo la economía”. De hecho, la consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, evitó reiterar que su objetivo es reducir el paro un 1%, tal y como se recoge en la estrategia vasca de empleo presentada en diciembre y de la que emana el plan presentado ayer. Esto supondría cerrar 2012 con 10.000 parados menos. Zabaleta señaló que “no renunciamos a ningún objetivo”, pero lo hizo después de matizar que sus previsiones están condicionadas por el contexto y de apuntar a la negativa perspectiva arrojada en los últimos meses.

Buena parte de las medidas inciden en la formación y en la mejora de la cualificación de los desempleados así como en la identificación de nichos de negocio hacia los que enfocar a este colectivo. “Tenemos que estar preparados para cuando se produzca” la reactivación económica, señaló la consejera Zabaleta. Y es que, si los jóvenes cuentan con una tasa de paro del 24,2%, el 60% ha estudiado como máximo hasta el final de la enseñanza obligatoria.

Se crearán planes comarcales de empleo en 30 zonas del territorio

A ellos se quiere dirigir el sistema que les permite convertir su experiencia laboral en acreditaciones oficiales —de no alcanzar todas las competencias necesarias para conseguir el título, se les ofrecerá formación—. Este ya está en marcha, al igual que la Formación Profesional a distancia, también en el plan, que acoge a sus primeros alumnos desde el pasado mes de septiembre.

A este tipo de desempleados también se enfocará un nuevo programa de FP, que busca que el aprendizaje se haga entre el sistema educativo y las empresas en las que realizarán prácticas, con una mayor vinculación entre ambos mundos que se probará este año.

Para el 40% restante de los desempleados jóvenes, aquellos con estudios que se han quedado atrapados en la crisis, el camino está trazado a través de prácticas en empresas vascas y extranjeras y de especialización —formación y prácticas— en sectores como el de las energías renovables, el ecodiseño o la educación ambiental. También habrá ayudas para aprender idiomas, aunque ayer no se concretaron las cuantías ni si será un recurso para todo este colectivo.

Para los parados de larga duración —el 45% de los desempleados llevan en esta situación más de un año— con una baja cualificación se realizará formación en el sector de la rehabilitación y la edificación sostenible y se incidirá en el reconocimiento de su experiencia a través del sistema de acreditación de competencias profesionales.

El presupuesto, “blindado”, tal y como aclaró el lehendakari, proviene en gran medida del presupuesto de Lanbide, así como de proyectos de los departamentos de Educación e Industria. De los 321,4 millones, 30 de ellos son adicionales, procedentes de un “fondo extraordinario”.

En el plano empresarial, se creará un servicio de emprendizaje que se encargará de asesorar a los futuros empresarios en la creación de compañías. Asimismo, se pondrá en marcha el servicio para empresas que Lanbide tenía previsto lanzar a finales de 2011 y que se ha aplazado para introducir novedades. Este identificará la demanda de perfiles profesionales de las compañías para adaptar su oferta de formación y ampliar así las posibilidades de inserción.

En el ámbito regional, se ampliarán los planes de empleo comarcales a las 30 que hay en el País Vasco. Los planes agruparán a entidades públicas y privadas y agentes sociales para crear planes específicos y con mayores recursos para las zonas con mayores tasas de paro, ideas ya en marcha en nueve zonas.