El fiscal pide tres años y medio de cárcel por contaminar el río Cardener
Los residuos dañaron los ríos por la gestión “deficiente” de los explotadores
La contaminación generada por las minas de potasio de Súria y Sallent amenaza con llevar a la cárcel a los responsables de su explotación. La fiscalía de Barcelona ha solicitado penas de hasta tres años y medio de prisión para tres directivos de la empresa Iberpotash por tolerar, durante años, la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Los acusados no tomaron las medidas necesarias para evitar que los residuos dañasen el ecosistema de diversos ríos y afluentes; al contrario, considera que su gestión fue “deficiente”.
El director de producción de minas, Rafael Sánchez, y el técnico encargado de los temas de medio ambiente, Antonio Sánchez, afrontan la petición de tres años y medio. El fiscal solicita una pena inferior, de dos años y nueve meses, para el consejero delegado, José Ramón Membrillera. El fiscal Antoni Pelegrín no solo pide que paguen una multa y sean inhabilitados para participar en actividades industriales, sino también que asuman el coste de recuperar diversos pozos que fueron contaminados por los residuos de las minas de sal. Esos pozos son inadecuados para consumo humano y animal. “Los acusados, pese a conocer o aceptar el defectuoso proceso de explotación y gestión ambiental en las actividades mineras de Súria y Sallent”, no hicieron nada por evitarlo, según el fiscal.
El caso viene de lejos. La investigación se inició en 1997 en un depósito de residuos de sal de la mina de Súria. Diversos residuos contaminantes fueron a parar al río Cardener y a diversas rieras, torrentes y pozos. El fiscal recuerda en su escrito que los vertidos no estaban autorizados. Las numerosas muestras analizadas por los Mossos d’Esquadra revelan que el principal depósito de esa mina recibía, anualmente, al menos una tonelada de material de desecho.
En 1999 se produjo uno de los episodios más graves, cuando la policía detectó una salida incontrolada de uno de los contaminantes al río Llobregat en forma de filtraciones. Cada 20 segundos se vertían 20 litros de esos residuos al río, todos provenientes de la mina de Sallent, según el fiscal. Esos vertidos contienen productos peligrosos para el medio ambiente y la salud de las personas. Las inspecciones de años posteriores, de hecho, detectaron que se habían producido daños medioambientales.
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