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Ruiz solo admite un conflicto “estético” sobre los cargos del presidente del ICS

Salud, tras negar irregularidades en el SEM, expedienta ahora a la empresa

Vestíbulo principal del hospital de Sant Pau con pancartas contra los recortes sanitarios.
Vestíbulo principal del hospital de Sant Pau con pancartas contra los recortes sanitarios.GIANLUCA BATTISTA

El cúmulo de cargos que tenía Josep Prat, presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) que el pasado enero dimitió como director de Innova (holding municipal del Ayuntamiento de Reus) y de la vicepresidencia de USP Hospitales, principal grupo sanitario privado del país con cuatro hospitales en Cataluña, solo suponía un conflicto “estético”. Así lo defendió ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz, en la Comisión de Salud del Parlament durante la respuesta a una batería de preguntas sobre la presunta incompatibilidad de los cargos que Prat desempeñaba simultáneamente en la sanidad pública y en la privada. “Puedo aceptar que se cuestione desde el punto de vista estético, no desde el ético ni el jurídico”, insistió Ruiz.

La justificación del consejero contrarió a la oposición. “Políticamente, hay responsabilidad ante los intereses de potentes grupos privados sobre la sanidad”, advirtió Josep Vendrell, de ERC. “La estética es opinable”, resolvió Ruiz sin detallar cuál es la tarea que ha encomendado a Prat en el ICS.

Prat dimitió de sus cargos excepto de la presidencia del ICS alegando que ello serviría para desempeñar “el encargo” que le había confiado la Generalitat, “un proyecto para transformar y modernizar el ICS”, detalló en su carta de dimisión. Esta opaca misión de Prat centró ayer parte de la comisión. “¿Cuál es la tarea que debe realizar Prat?”, preguntó Vendrell. El consejero se limitó a leer un listado burocrático acerca de las funciones de un presidente del ICS. “Usted lee notarialmente la normativa, pero no me responde”, lamentó Vendrell, que señaló que el objetivo de Prat es trocear el ICS en una serie de empresas abiertas al capital privado.

Ruiz, en cambio, admitió “irregularidades” en la gestión del 061, número telefónico del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que dejó decenas de llamadas sin atender por falta de personal el pasado diciembre —34 llamadas, detalló Ruiz; más de medio millar denunció la plantilla del SEM—. El consejero reconoció “situaciones no deseables” en un servicio que consideró “imprescindible” y anunció que Salud ha abierto expediente sancionador a Arvato Qualytel, concesionaria del SEM.

El consejero culpa a algunos conflictos laborales de las caídas de actividad en determinados hospitales

La empresa, que asumió la gestión del servicio a principios de diciembre, debía mantener al menos el 90% de la plantilla, de unos 200 empleados, pero despidió a más del 20%, según los sindicatos. “Todo se debe a un conflicto laboral entre la plantilla y la empresa”, se excusó el consejero.

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Se trata del mismo argumento que empleó para admitir que los recortes en sanidad han afectado más a los hospitales públicos del ICS que a otros centros concertados o públicos, como los hospitales que gestionaba Prat al frente de Innova. “Los sindicatos del ICS no quisieron pactar y por eso no llegamos a ningún acuerdo laboral”, señaló ante la caída de intervenciones del Joan XXIII de Tarragona. Este centro del ICS realizó el 15% menos de intervenciones en los 10 primeros meses de 2011, mientras que el Sant Joan de Reus, gestionado por Innova, solo realizó el 3,5% menos de intervenciones. “En otros sectores los sindicatos sí han alcanzado acuerdos, lo que quiere decir que no toda la responsabilidad es de la Administración”, señaló al respecto Ruiz.

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