Un contratista que no sabe nada
Un imputado declara que estaba en Canarias cuando una empresa en la que figuraba como gerente contrató con la depuradora de Pinedo
Uno de los 28 imputados en el caso Emarsa reveló ayer, en su declaración, uno de los perfiles más penosos del escándalo que el saqueo de la depuradora de aguas residuales del área metropolitana de Valencia ha suscitado. José Carlos Millán Martínez declaró ante el juez que estaba en Canarias en 2004 y 2005 cuando se supone que una empresa de la que era genente realizaba trabajos en las instalaciones de Pinedo. Pese a que su firma aparece en un contrato de mantenimiento de obra civil de la empresa Construcciones Rocafort que el instructor sospecha que no se efectuaron, el imputado afirmó que “no ha firmado el contrato” y que no es suya “ninguna de las firmas que figuran en el mismo”.
A la pregunta de si conoce a Sebastián y a María Paz García Martínez, administradores de esa y otras dos empresas que facturaron a Emarsa, el testigo respondió, que sí, que “son sus primos”. Pero añadió que nunca ha hablado con ellos de esas empresas, que no ha tenido relación alguna con Construcciones Rocafort, Microprocesadores Valencia o Sofitec Informática. Además, explicó que el domicilio social de las sociedades corresponde al domicilio donde viven su madre y su tía, madre de sus primos.
Declaró que tuvo problemas con el alcohol y está en tratamiento
Millán Martínez declaró que nunca ha tenido relación alguna con Emarsa y que nunca ha estado en las instalaciones de la depuradora de Pinedo. Ni había visto la solicitud de ofertas de la empresa, ni reconoció las anotaciones manuscritas en algunos de los documentos, ni tenía relación alguna con sus primos entre mayo de 2004 y mayo de 2005. Tampoco entabló contacto con ellos cuando regresó de Canarias. En un momento determinado, la fiscal le preguntó al imputado si encuentra alguna explicación a la existencia de un contrato en el que aparece como gerente de Construcciones Rocafort y contestó que “no le encuentra explicación y le parece vergonzoso”.
El imputado, a pregunats de su abogado, manifestó que se marchó a Canarias en esa época porque estaba deprimido debido a un fallo en los negocios que tenía en Valencia que lo llevó a la ruina. Como consecuencia de ello, tuvo problemas con el alcohol y actualmente está en tratamiento.
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