Una tasa turística gravará las noches de hotel, crucero, apartamento y cámping
Se cobrarán entre uno y tres euros por noche por alojarse en establecimientos Cataluña El proyecto del nuevo impuesto para turistas acompaña a los presupuestos de la Generalitat
La tasa turística, cuya posible aplicación despertaba encendidos debates entre empresarios y Administración desde hace años, verá la luz con los nuevos presupuestos de la Generalitat de Cataluña. El proyecto de este nuevo impuesto acompaña al de las cuentas catalanas que hoy ha presentado el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell. Según los primeros documentos, será un gravamen que se cobrará a todos los que pernocten en hoteles, apartamentos turísticos, casas rurales, cámpings e incluso cruceros. Los turistas tendrán que pagar tres euros en los hoteles de cinco estrellas, dos euros en los de cuatro y un euro en el resto de los establecimientos. Pagarán todos los que usen los establecimientos, sea cual sea su nacionalidad, excepto los menores de 12 años y las personas mayores que viajan con el Imserso.
El dinero recaudado con este nuevo impuesto irá destinado al Fondo para el Fomento del Turismo, de nueva creación: una caja común con la que se pagarán acciones de promoción turística, de fomento de imagen de Cataluña e incluso infraestructuras que favorezcan el turismo. El 25% de los fondos, sin embargo, se transferirá a los municipios, "en función de la recaudación de sus establecimientos", para que los destinen también a promoción local. El Gobierno de Artur Mas llevaba semanas ultimando la ley, que no gusta a los gremios de hoteleros.
El 25% de la recaudación irá destinada a los municipios, para que hagan promoción local
"Estamos en contra, todas las zonas turísticas y todo el sector", asegura Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona. "El Gobierno no es consciente de todo el daño que acaba de hacer al turismo. CiU siempre nos ayudó contra la tasa y ahora nos la imponen. Y sin negociar nada con el sector", ha explicado Clos visiblemente enojado. "La gente del Gobierno debe de ser muy rica si piensa que obligar a pagar dos o tres euros por noche no afectará a los establecimientos. Los clientes ahora miran mucho los precios y este impuesto puede influir mucho en sus decisiones", ha advertido.
En el Ayuntamiento de Salou (Tarragonès), donde gobiernan CiU y el PP, ha prosperado hoy una moción conjunta de la junta de portavoces en la que piden a la Generalitat que negocie con los municipios la implantación de la tasa. “Una decisión unilateral provocaría conflicto y tensión, y podría perjudicar a la economía del turismo y a la unidad de acción necesaria para mantener la competitividad del sector”, dice el texto aprobado en el pleno del Consistorio. En el caso del Ayuntamiento de Barcelona, hasta hace prácticamente dos días el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU) se oponía a la introducción de este impuesto. Las tornas han cambiado y ahora el gobierno municipal espera negociar la parte del nuevo gravamen que le corresponderá a la ciudad.
"La gente del Gobierno debe ser rica si piensa que no nos afectará", dicen los hoteleros
El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, durante la presentaciones de los presupuestos de la Generalita, ha defendido que la tasa turística "es algo que se hace en muchos sitios y en muchas ciudades extranjeras del entorno", en referencia a Roma y París. "Sería una lástima que la competencia tuviera herramientas potentes para el turismo y nosotros nos las negáramos, porque nos comerán terreno", ha defendido. La recaudación del dinero corresponderá a la Agencia Tributaria de Cataluña. No tendrán que pagar el impuesto los niños menores de 12 años ni los beneficiarios de programas sociales como el Imserso, que realiza los viajes subvencionados para personas mayores. Se incluye entre los que deberán pagar a quienes amarren su barco en un puerto y a los cruceristas, siempre que su crucero dure más de dos días. Se pagará como máximo por 10 noches.
Cataluña fue la comunidad de España que más turistas recibió el pasado octubre, cuando registró 1,2 millones de visitantes, el 10,2 % más que en el mismo mes del año anterior. Siempre se ha guardado bajo la manga la opción de la tasa turística. El Gobierno tripartito ya trató de abrir el debate en varias ocasiones, pero la experiencia de Baleares, donde la ecotasa soliviantó a los empresarios, y las reticencias del sector hicieron que el Ejecutivo se decidiera por otras vías.
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