‘A corta distancia’, conectados por un abismo
La novela de María Codes es un ejemplar ejercicio de construcción de personajes y dramas, aunque no acaba de resolver bien el trágico asesinato en el que se inspira
De alguna manera, la nueva novela de la madrileña María Codes, A corta distancia, me recuerda a otra suya anterior, Los intactos, donde unos personajes comparten casa, siendo esa convivencia extraña, tensa, magistralmente mantenida con un sabio manejo de la elipsis descriptiva. Paradójicamente, en A corta distancia, esa tensión existe, solo que los personajes que la comparten lo hacen separados por el espacio, a veces casi sin conocerse, aunque gravite en ellos el peligro de que algún día se conozcan, para bien o para mal.
Se da la circunstancia de que un reseñador de novelas es quien analiza, mejor o peor, una obra, pero también es un lector corriente, que tiene que escrutar y a la vez lo que quiere es disfrutar. A este reseñador la actividad como reseñador de la novela de María Codes le complació, pero no tanto como la de lector.
A corta distancia pareciera que trata de un caso de asesinato ideológico. Ruth, la protagonista, evoca los días en que el asesinado fue su amor, hasta el mismo día de su trágica muerte. Ruth sigue su vida, se casa y tiene una hija que se llama Valeria. Ésta a su vez se casa y tiene como vecinos a un matrimonio; Álvaro es el marido del matrimonio, con quien Valeria tiene una relación fugaz. Junto a estos personajes, se derivan otros conectados entre sí. Para mi gusto, demasiados. Sobre todo si parece que el propósito de la novela era el crimen político que se dirime, aunque casi tangencialmente.
“Qué relación existe entre tantas personas que, separadas por un abismo, no dejan, sin embargo, de estar tan cerca”Charles Dickens
Me acordé de una frase en La casa lúgubre, de Charles Dickens: “Qué relación existe entre tantas personas que, separadas por un abismo, no dejan, sin embargo, de estar tan cerca”. Eso sin contar con la teoría de los seis grados, que inventó el escritor húngaro Frigyes Karinthy para escribir su novela Cadenas (1929).
Resumiendo. Encuentro un ejemplar ejercicio de construcción de personajes y dramas, algunos de ellos, incomunicables. Pero la novela apenas me dice algo de la intolerancia por la que la protagonista ha sufrido una pérdida irreparable. No alcanzo a conectar con las dos historias. A una le echo en falta material argumental y a la otra le sobra, al punto a obligarme a volver atrás para recuperar el hilo de la narración.
A corta distancia
Pre-Textos, 2023
256 páginas. 20 euros
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