La doble novela de Cormac McCarthy, el narrador majara de Luis Mateo Díez y otros libros de la semana

Los críticos de ‘Babelia’ reseñan los títulos de María Stepánova, Carlos Robles Lucena, Manuel Puig, Ann Beattie, Emilio Alfaro, Alberto Sucasas y un ensayo coordinado por Gaizka Fernández Soldevilla y Sara Hidalgo García de Orellán

El escritor Cormac McCarthy, en 2011.Andrew H. Walker (WireImage)

05 nov 2022 - 05:30CET

Tras 16 años de pausa desde que publicara la extraordinaria La carretera, Cormac McCarthy vuelve a las estanterías de novedades. Y lo hace con una doble novela, El pasajero / Stella Maris, que, según el amplio artículo de Eduardo Lago en el que repasa el conjunto de la obra del esquivo escritor estadounidense, es a la vez exasperante y genial. El autor “siempre se ha sentido atraído por quienes eligen vivir en peligro, movidos por fuerzas oscuras”, escribe Lago, pero en este caso ahonda en otras señas de identidad de su obra para abordar dos novelas —en realidad, dos fases de una misma obra sobre la vida de dos hermanos (buzo de rescate él, prodigio de las matemáticas ella)—, en las que los ejes que las articulan son el incesto, la violación, la enfermedad mental y diversas teorías científicas y filosóficas. No corran. El libro (doble) sale a la venta el próximo jueves.

En otro estupendo repaso a la obra de un autor, Patricio Pron disecciona la narrativa del escritor argentino Manuel Puig (1932-1990). Con la publicación de tres nuevos títulos, Sangre de amor correspondido, Maldición eterna a quien lea estas páginas y Cae la noche tropical, Seix Barral completa la reedición de las ocho novelas del escritor argentino. Denostado en su país y exiliado tras recibir amenazas de una organización parapolicial de extrema derecha, conviene reivindicar a un escritor cuya sombra, de tan alargada, “da la impresión de haberse disipado, pero su influencia todavía es enorme”. Entre las características de su forma de escribir, destaca que cedió el centro de la narración a sus personajes. “Que únicamente sepamos cómo hablan ellos, y no su creador, es solo uno de los elementos que hacen extraordinarias estas novelas”, en palabras de Pron.

El libro destacado de la semana es En memoria de la memoria, de María Stepánova, en el que la autora rusa reformula la enésima constatación de que “lo personal es político” a través, según la reseña escrita por Marta Sanz, del relato de la historia de los ascendentes maternos y paternos de Stepánova, y de la historia rusa desde el siglo XIX hasta el fin de la Unión Soviética. Como apunta la escritora española, en esta obra “la autobiografía se eleva a género histórico, los fantasmas son carne y trauma, y los recuerdos son un material que se edita”.

Los críticos de Babelia también reseñan las novelas de Luis Mateo Díez, Mis delitos como animal de compañía, en la que el escritor leonés recurre a un narrador majara, escritor ficticio de esta novela cruce entre la parada de monstruos, el carnaval y las fallas, para concluir que todos estamos como una regadera; de Carlos Robles Lucena, Cerbantes Park, una lectura irónica, casi “cerbantina”, de la desmoralizante realidad cultural y social de nuestro tiempo; y de Emilio Alfaro, Matar, amar, en la que el periodista narra en su primera novela la trágica relación entre un etarra arrepentido y la viuda de un guardia civil. Además, destaca la crítica del libro de relatos de Ann Beattie, La casa en llamas, articulados a base de conversaciones de parejas que han dejado de serlo y se reúnen en casa de amigos comunes, y cuyas claves son la fatalidad y el amor que ha fingido acabarse pero solo ha cambiado de forma.

Por último, dos ensayos abordan dos temas muy distintos. Héroes de la retirada repasa en un volumen coral coordinado por los historiadores Gaizka Fernández y Sara Hidalgo la historia de la banda terrorista ETA político-militar en el 40º aniversario de su disolución, tras el éxito de una negociación que en 1982 logró reducir el número de atentados, pero sacrificó el derecho a la justicia de las víctimas. La rama militar de la banda terrorista, seguiría asesinando 29 años más, hasta 2011. Por su parte, Alberto Sucasas repasa la obra de un director de cine de referencia en Claude Lanzmann, que elevó en el audiovisual el judaísmo moderno casi a un género per se, alrededor de dos hechos históricos: el Holocausto, el exterminio nazi con seis millones de ellos aniquilados por la maquinaria liderada por Adolf Hitler, y la creación en 1948 del Estado de Israel.