Ana Rossetti: “Yo nunca me planteé ser escritora”

¿Qué le hizo querer ser escritora?

Yo nunca me planteé ser escritora, simplemente me dejé llevar

¿Qué aprende una poeta escribiendo narrativa?

Que la poesía también está allí.

¿Y viceversa?

No mucho pues ni las ideas brillantes, ni la técnica ni el oficio valen para algo cuando la poesía se resiste a acudir.

De las ciudades reales que usted conoce, ¿cuál es la más mítica y por qué?

Yo nací en Erytheia, una isla de lo que fuera el archipiélago de las Gadeiras. Allí vivió Gerión y sucedió el décimo trabajo de Hércules; y Argantonio, el último rey tarteso y las sacerdotisas de la diosa Astarté…y bueno, en tres mil años ha dado tiempo para que pasara de todo.

¿Qué mujeres de la antigüedad —reales o míticas— merecerían un lugar más destacado en la historia (y en la historia de la cultura)?

No se trata de hacer una lista de excepciones, sino de que un descubrimiento científico, una partitura o un cuadro no cause ni admiración ni extrañeza porque lo haya hecho una mujer; ojalá que en una mesa redonda compuesta por escritoras el tema sea la Literatura en general y no las cosas que nos pasan a las mujeres. Y sobre todo que no sea necesario que se nos hagan preguntas que no se les harían a un varón, que hay que ver lo cansino que resulta.

Usted publicó Una mano de santos en la misma colección que El libro de las ciudades, ¿por qué los santos cristianos nos parecen más realistas que los mitos clásicos?

No sé yo… Santa María de la Cabeza subida en su manto para cruzar el Manzanares, San Dionisio andando seis kilómetros con su cabeza decapitada bajo el brazo, Santa Bárbara fulminando con un rayo a su padre o los peces de Alboraya rescatando las sagradas formas arrastradas por el torrente... no son hechos realistas sino poéticos y el universo de La leyenda dorada es tan prodigioso como el de Las Metamorfosis.

¿Qué ha aprendido usted de la pandemia?

Que con esto del Zoom, el Meet el Skype y demás plataformas, el tiempo y el espacio ya no son lo que eran.

¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?

Si escribiera en francés, Klaus y Lucas (Agota Kristof), pero como me expreso en español me sentiría muy satisfecha de haber escrito Memorias de Leticia Valle (Rosa Chacel).

¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado?

Lo que saben las abejas, de P. L. Travers.

¿Y uno que no pudo terminar?

Acabo de acordarme de la rabia que sentí cuando hace tiempo me dejé olvidado en un avión el libro de Consuelo Berges Stendhal, su vida, su obra.

De no ser escritora le habría gustado ser…

La mayoría de escritores tienen pluriempleos. Ni la escritura te priva de hacer otras cosas ni hacer otras cosas te impide escribir. De todas las artes es la que menos infraestructura necesita.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Las películas que más he visto en mi vida han debido ser las de Charlot, Harold Lloyd y el Gordo y el Flaco que había en mi casa, porque como entonces no había tele las poníamos sin parar.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?

Afortunadamente, no creo que alguna vez en mi vida se den las circunstancias para que tenga que hacerlo.

¿Qué suceso histórico admira más?

Estoy hojeando el libro de Stefan Zweig Momentos estelares de la humanidad, a ver si me inspiro, pero no me decido por ninguna de esas 14 joyitas. (Este es otro libro que me hubiera gustado escribir.)

¿A quién le daría el próximo Premio Cervantes?

El año que viene toca Hispanoamérica y yo no estoy al tanto de toda la riqueza literaria que hay en cada uno de los países. Tendría que conocer las candidaturas para al menos tener una guía antes de pronunciarme.

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