Perras callejeras
En los relatos de Arelis Uribe se entretejen voces femeninas muy diversas
Es escritora. Desde 1995, fecha de publicación de 'El frío', ha escrito narrativa, poesía y ensayo, y obtenido numerosos premios. Actualmente publica con la editorial Anagrama. Sus dos últimos títulos son 'pequeñas mujeres rojas' y 'Parte de mí'. Colabora con EL PAÍS, Hoy por hoy y da clase en la Escuela de escritores de Madrid.
En los relatos de Arelis Uribe se entretejen voces femeninas muy diversas
Desde una supuesta idiosincrasia sufridora, nos disculpamos por gozar. Yo no quiero fingir ni en lechos ni en tribunas
Los bulos preparan melodramáticamente la realidad para que se desperece el monstruo que portamos, como parásito, en la entraña
Reivindico la lexicografía, el Scrabble y la acción pública de empollar
‘Génie la Loca’ novela la cruda infancia sin paraíso de una niña. Inès Cagnati mide su dolor por la felicidad que dan las cosas que le son arrebatadas
Nada hay más inseguro que un seguro, nada más despiadado
La Iglesia interfiere en la vida pública con autoridad vergonzosa
Ante tantos riesgos tan evidentes, a veces bajamos los brazos porque ya no sabemos cómo defendernos
Gracias a personas o juguetes, las mujeres hemos dejado de ser cosa para gozar con cosas
Hay algo patético y risible en nuestra lucha por la belleza y la inmortalidad
Creo que el gesto del artista-ciudadano Martin es de agradecer, pero me preocupa la reducción a espectáculo de la política
Claude Louis-Combet recrea con crudeza en la novela 'Hiere, negra espina' el amor incestuoso entre el malogrado poeta Georg Trakl y su hermana
Acumulo preguntas: no sé si es bueno que Praga se convierta en un parque temático o lo mejor es que casi todo el mundo pueda conocer una ciudad maravillosa
Los desasosegantes cuentos de Camilla Grudova mezclan la violencia doméstica con la violencia social normalizada
Hay que estar pendiente de todo que, si no, las limpiadoras te llenan de microbios las lunas de los espejos
Que te paguen por tu trabajo no te obliga a decir amén
Si somos inequívocamente inteligentes, se nos tilda de cerebrales, frías, prepotentes, frígidas y perversas
Decir lo que se piensa y ser visible es un privilegio por el que se paga peaje
No queremos contemplar escenas como la que narro, pero no deberíamos apartar la mirada
Visto lo visto, llego a la iconoclasta conclusiónde que la tele nos hace pensar. En qué ya no sabría decirlo.
Me pregunté qué puede hacer la educación contra estímulos diarios que transmutan a chicos como aquel en periodistas incisivos que no atienden a razones y repentizan bulos
He estado cuatro noches en Japón e impugno la idea prepotente de ser habitante del futuro
Voy a dejar de ir al ambulatorio para pasarme por el sindicato
Jane Smiley retrata magistralmente en ‘La edad del desconsuelo’ los miedos y cobardías de un padre de familia al que no le gusta hablar pero no para de hacerlo
La globalización afecta a las maneras de leer, reducidas a consumo
La publicidad no es engañosa ni subliminal: tan solo se permite licencias poéticas, y la poesía es peligrosísima
Si existe una “derechita cobarde” significa que hay otra capaz de todo
Alan Pauls subraya en ‘Trance’, un relato autobiográfico a través del impacto intelectual de sus lecturas, la idea de que vivir y leer no son actividades escindidas
Menos mal que somos un matrimonio que se esfuerza en dinamitar las relaciones de poder que nos denigran a las unas y a los otros
El recuerdo es no solo inevitable, sino la única forma de abordar el futuro
Al sentimentalismo operario se opone la actualísima alienación marxista
La nariz del PP es ideológicamente espantosa y su emperador va desnudo
Quizá no sería descabellado comenzar a escribir 'whatsapps' siguiendo los preceptos de la Real Academia
En las narraciones de Magalí Etchebarne hay una voz personalísima que logra que sintamos que todo está siendo nombrado por primera vez
Pensar se usa como sinónimo de que te coman el coco; pensar, comprometerse, es perjudicial
No renunciemos al enfado, pero tampoco nos dejemos usurpar la amabilidad
Dos libros de la polifacética artista y destacada feminista Kate Millett desvelan su lucha por la libertad y contra su supuesta enfermedad mental
Me amparo en el conocimiento y la política —mejor que en Dios—, porque no quiero estar sola ante las fieras
Nos estamos pensando y no se puede pensar sin el lenguaje. Sin sus normas y sus distorsiones
'La casa de Jack' es una película cruel que no escatima ni un solo plano de violencia contra el cuerpo de las mujeres