Gorka Merchán

Bastante me costó estudiar cine, teniendo que ocultárselo a mi padre. Para él estas cosas siempre fueron “mariconadas”

Algo les empuja, primero despacio, quizás para alargar ese momento de incertidumbre e inicio en espiral del miedo.

Un mes después: se acercaba la hora de la verdad, el rodaje, el momento de contar mentiras para decir la verdad.

Esto me animó y por primera vez me vi con el balón reglamentario y teniendo que meterla en el agujero

Esta imagen me retrae a otro lugar donde sucede algo mágico, el vientre materno

¿Cuántas dotes se han quedado en su barra después de esa típica frase “una más y a casa”?

Nunca pase al otro lado, me refiero a ponerme la mascara, ocultar mi identidad cual súperhéroe

Hay cierto cabreo por la poca variedad en los conciertos de Sagüés

El Aquarium quizás sea uno de los grandes olvidados por los donostiarras

Esta tarde, el Orfeón le cantará a la Virgen y puede ser uno de los sitios a los que ir

Envidio al que puede tocar una guitarra en cualquier sitio