Investigadores expertos en temas de seguridad lanzan un llamamiento a los ciudadanos de la Unión y a sus dirigentes para mantener el respaldo político, económico y militar a Kiev
Los hechos han demostrado que la hipótesis de que el jefe de Wagner pudiera imponerse por la fuerza tenía pocos visos de confirmarse
Lo que teme Moscú no es que Kiev se integre en la OTAN, sino que sea democrática y realmente soberana. El desenlace de la guerra aún está en juego, pero Rusia ha perdido a los ucranios para siempre
El autócrata ruso quiere reeditar el reparto de influencia en el mundo logrado por Stalin en 1945, y fijar su frontera natural de seguridad en Ucrania, como aquel lo hizo en Polonia
La lucha contra la corrupción no basta para construir una verdadera alternativa política y eso debería tranquilizar al Kremlin, pero las posiciones del presidente ruso refuerzan la popularidad de su rival
Moscú se está quedando solo en el Este; la legitimidad de su papel hegemónico se está resquebrajando porque aparece cada vez más clara su verdadera naturaleza: dominación encubierta de integración
Kiev quiere la paz en el conflicto con Moscú, pero no a cualquier precio, y está ofreciendo una salida
No parece cercano un cambio democrático, todavía queda para que la oposición amplíe su base social, supere sus divisiones internas y consiga entrar en las instituciones
Para muchos rusos, Putin ha recuperado la grandeza del país
Putin ha manipulado la percepción del conflicto entre la población rusa de Crimea y en las regiones orientales de Ucrania
Quizá algún día Madrid entienda que ante Rusia no basta con desplegar una actitud cordial para que ésta le considere de verdad un interlocutor estratégico
Con la ley represiva de las marchas y las redadas en casas de opositores, el Kremlin puede haber dado a la disidencia un gran empujón de popularidad
La nueva clase media de las grandes ciudades ha empezado a politizarse y a revindicar el cambio
¿Por qué, si Putin tiene la victoria asegurada, no permite sin más unas elecciones transparentes?
Las inéditas protestas ciudadanas suponen el principal punto de inflexión de la era Putin