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En colaboración conCAF

Las inversiones sustentables se preparan para enfrentar la mayor incertidumbre política

El arranque del segundo mandato de Trump ha llegado acompañado de mayor precaución en la inyección de recursos frescos en el ecosistema de iniciativas sostenibles de Latinoamérica

Paneles solares en Iquitos, Perú, en agosto de 2023.
Paneles solares en Iquitos, Perú, en agosto de 2023.Sebastián Castañeda

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El desembarco del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está recortando las inversiones financieras con razón sustentable en Latinoamérica, en antesala a una temporada de mayor incertidumbre política, económica y social. Aunque el mercado reconoce la importancia de estas estrategias (públicas y privadas) para la vialidad de proyectos en contra del devastador avance del cambio climático, los inversionistas serán cautos a la hora de colocar recursos frescos en el ecosistema de empresas dedicadas a la protección y regeneración, de acuerdo con el consenso de analistas y gestores de portafolios.

Esto afectará el flujo de activos destinados a los tan importantes proyectos de descarbonización y conservación, un tema fundamental para una región con escasez de capital y altísima exposición al calentamiento global.

“Las inversiones sustentables han perdido un poco de atractivo a nivel global, pero no por algo relacionado a las inversiones en sí, sino por la política. Ha habido un poco de distracción en cuanto al enfoque que había para estos temas con la llegada de Trump. Por ejemplo, Trump es mucho más afín a los combustibles fósiles que a las energías limpias”, explica Esteban Polidura, director de Estrategia de Inversión para las Américas de Julius Baer, un gestor patrimonial con sede en Suiza.

Por el lado de los gobiernos, si bien se proyecta que las mayores economías de la región, como México y Brasil, emitirán deuda para cerrar sus crecientes déficits fiscales, se espera que esté dirigida a llenar vacíos de gasto público e infraestructura, y no necesariamente a las agendas verdes. Adicionalmente, Trump, un negacionista climático que –por segunda vez– removió a su país del Acuerdo de París, también mantendrá a sus vecinos ocupados con otras prioridades, como la negociación de acuerdos comerciales y los efectos de su plan para deportar a millones de migrantes indocumentados.

Y, por el costado corporativo, tampoco se espera un alza en las estrategias sostenibles. “Un ambiente volátil típicamente hace que las empresas sean un poco más cautelosas para emitir deuda o acciones. La entrada de Trump y los meses siguientes a su llegada probablemente serán de mayor incertidumbre, donde él presione de forma considerable en ciertos puntos. Si después de eso, el mercado percibe que los riesgos están disminuyendo, volverá a haber un ambiente más favorable”, proyecta el experto en entrevista con América Futura.

Inversión descarbonizada, en picada

Contradictoriamente, si bien la infraestructura de energía limpia en la región está creciendo, las expectativas en el sector han retrocedido. El índice que mide el desempeño de las acciones de empresas dedicadas a generar energías limpias ha caído 20% en el último año.

“Los índices de energía limpia y compañías de energía renovable, como de paneles solares, no han estado muy bien y han tenido rentabilidad muy baja y es, probablemente, porque se han adelantado al nuevo ciclo político de Estados Unidos”, recalca Fernando Suárez, senior portfolio manager de Fintual, una plataforma digital de inversiones con operaciones en México y Chile.

“Se ha revertido la tendencia de países desarrollados de impulsar todo esto y están volviendo a las energías fósiles. Y algo también ha tenido que ver el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), que requiere de mucha energía. Si uno ve cómo ha subido la generación de electricidad en China en los últimos años, es una locura”.

Sin embargo, y mirando hacia el futuro, el gestor destaca que la caída de los precios abre una oportunidad para los compradores con tendencias innovadoras o intereses personales en fondear emprendimientos dedicados al ahorro de agua o la energía descarbonizada.

Más allá de la política

La evidente aversión republicana ante los temas relacionados a la responsabilidad social empresarial –entre ellos los ambientales– llevaron a que las estrategias de renta variable sostenible sufrieran caídas el día de la elección de Trump, de acuerdo con el seguimiento de Mirova Global Sustainable Equity (GSE), un fondo que se dedica a la inversión en empresas con objetivos sostenibles.

Sin embargo, la compañía listada en Luxemburgo mira al largo plazo y apuesta a que este mercado seguirá siendo dinámico, aún más considerando que el problema subyacente (el deterioro ambiental) no está ni cerca de ser superado. Los inversores pueden haber reaccionado con mucha prudencia ante el cambio político en la principal economía del mundo, pero el pragmatismo se impondrá.

“El mercado financiero sostenible está entrando a la fase más madura: después de años muy duros para convencer a los inversionistas, seguidos por años de éxito muy fácil, las tendencias ahora son mucho más sólidas, con inversores que saben por qué invierten en productos sostenibles, y que también entienden que dichos productos pueden generar mucho rendimiento con una gestión hábil de las carteras”, sostuvo ​​Bertrand Rocher, gestor de Portafolio y analista senior de Riesgo de Mirova.

“Estamos al borde de iniciar la fase más interesante del mercado sostenible. Los desafíos climáticos o sociales no han desaparecido, y se puede ver tanto en Canadá y Florida, como en la comunidad autónoma de Valencia [España] o el sudeste asiático. Las compañías de seguros lo saben, también las empresas, la gente y los inversionistas”, agrega.

El analista proyecta que el mercado de los bonos verdes seguirá creciendo más que el resto del mercado de renta fija en 2025, con bancos y empresas industriales globales emitiendo al menos un 60% del volumen de estos instrumentos.


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