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En colaboración conCAF

El racismo mata: las embarazadas negras tienen más riesgo de morir en las Américas

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) publicó un informe que revela cómo se invisibiliza a estas mujeres en los sistemas de salud. Tienen más riesgo de fallecer al parir

Migrante haitiana embarazada en la frontera de México y Estados Unidos
Una migrante haitiana embarazada en la frontera de México y Estados Unidos, el pasado 21 de mayo.Mario Tama (Getty Images)
María Mónica Monsalve S.

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En el continente americano, ser una mujer negra embarazada implica un mayor riesgo para la salud que ser una mujer blanca. Así lo señala un reciente informe liderado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el que analizaron y compararon datos de nueve países – Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Panamá, Surinam, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Uruguay - para conocer las diferencias estructurales que existen a la hora de tener un hijo.

En el informe, que analiza puntualmente cinco indicadores, hay cifras alarmantes. Por ejemplo, señala que en Estados Unidos las mujeres y niñas afroamericanas no hispanas tienen tres veces más probabilidades de morir durante el embarazo o en los 42 días siguientes al parto que las mujeres blancas no hispanas. Algo, que, además, no tendría que ver con la educación o las oportunidades, sino con el racismo estructural que hay en los servicios médicos, ya que “las muertes maternas entre las afroamericanas con titulación universitaria siguen siendo 1,6 veces mayores que entre las mujeres blancas con menos de un diploma de secundaria”, anuncia el documento.

El escenario, aunque menos drástico, se repite en otros países, como Surinam y Colombia. En el primero, la tasa de mortalidad materna de niñas y mujeres afrodescendientes es 2,5 veces mayor que la de las blancas, mientras que en el segundo país es 1,6 veces mayor.

Pero el problema va más allá. En un continente como América, en donde la región de Latinoamérica y el Caribe tiene la segunda tasa de embarazados de adolescentes más alta del mundo, son las niñas y adolescentes negras las más afectadas: tienen los índices de embarazo más alto junto a las adolescentes con menor nivel educativo, especialmente en Panamá, Surinam y Trinidad y Tobago.

“Entre los factores que influyen en el embarazo y maternidad están el elevado desempleo y el bajo nivel educativo”, dice el informe. “La discriminación racial y por género a la hora de conseguir trabajo, así como el aislamiento geográfico, hacen que este problema sea más agudo entre las jóvenes afrodescendientes”.

Otro de los cinco indicadores donde hay una desproporción abismal entre lo que sucede con las niñas blancas y negras en las Américas es a la hora de darles la opción de planificar o no. “Las mujeres y niñas afrodescendientes que están casadas o unidas tienen menos probabilidades de afirmar que sus necesidades de planificación familiar son satisfechas”, advierten los expertos. Esto, claro, se relaciona con todos los otros hallazgos, ya que no tener el acceso o la opción de una planificación familiar estructurada puede llevar a que se den partos no deseados o abortos inseguros y, por ende, también mortalidad materna.

“El azote del racismo continúa para las mujeres y niñas negras de las Américas, muchas de las cuales descienden de las víctimas de la esclavitud”, afirmó la doctora Natali Kanem, directora Ejecutiva del UNFPA. “Con demasiada frecuencia, las mujeres y niñas afrodescendientes sufren abusos y malos tratos, sus necesidades no se toman en serio y sus familias quedan destrozadas por la muerte evitable de un ser querido durante el parto. La justicia y la igualdad sólo serán posibles cuando nuestros sistemas sanitarios vean a estas mujeres y les proporcionen una atención respetuosa y compasiva.”

Falta de datos

Aunque son varias las cifras que da el reporte, también señala que hay una carencia de datos por parte de los sistemas de salud para discriminar la información por raza o etnicidad. Aunque el 90% de los planes de salud prioriza el logro de la equidad sanitaria, solo un tercio de los 32 planes sanitarios que fueron analizados por la Organización Panamericana de la Salud de 2019 identificaron a las mujeres negras como una población que experimenta barreras para la salud.

“Fue difícil realizar esta investigación porque los datos no están ahí”, aclaró Kanem. “Y el mundo no es ciego ante los colores y es importante que lo digamos. Así que una de nuestras recomendaciones es desglosar las estadísticas de los resultados de la salud por edad, género y locación, como suele hacerse. Pero también por raza y etnicidad para que podamos tener una ruta hacia la solución. No podemos cambiar nada si no lo vemos. Y los datos pueden salvar vidas”.

De hecho, la UNFPA buscó datos de 35 países de las Américas, pero solo pudieron encontrar información en los nueve países que fueron utilizados en el estudio, lo que demuestra el rezago que existe.

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Sobre la firma

María Mónica Monsalve S.
Periodista de América Futura en Bogotá, Colombia. Antes trabajó en El Espectador. En 2020 fue ganadora del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Máster en Cambio Climático, Desarrollo Sostenible y Políticas de la Universidad de Sussex (Reino Unido).

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