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CRISIS CLIMÁTICA
Tribuna
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El mundo avanza hacia una reforma financiera integral, que incluye la naturaleza y mayor equidad

La cumbre por un Nuevo Pacto Global de Financiamiento marcó un hito importante en los esfuerzos globales por atender las crisis entrelazadas de cambio climático, biodiversidad e inequidad

Mandatarios de Barbados, Francia, Etiopía, Brasil, EE UU y otros países durante la cumbre, el 23 de junio en París.
Mandatarios de Barbados, Francia, Etiopía, Brasil, EE UU y otros países durante la cumbre, el 23 de junio en París.LEWIS JOLY (AFP)

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La cumbre por un Nuevo Pacto Global de Financiamiento, celebrada en París la semana pasada, marcó un hito importante en los esfuerzos globales por atender las crisis entrelazadas de cambio climático, biodiversidad e inequidad. Los 40 países participantes acordaron encaminar una reforma del sistema financiero y alcanzar el objetivo de 100.000 millones de dólares para el financiamiento climático de este año, promesa que fue hecha por los países desarrollados en 2009 y que se retoma con mayor firmeza en esta cumbre, ya que jamás se ha cumplido a cabalidad.

Este evento dejó en claro que la arquitectura financiera mundial es anticuada, disfuncional e injusta, como declaró el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Gutiérrez, lo que dio paso a un cambio en el tenor de la conversación global sobre temas fundamentales referentes a la deuda, desarrollo, impactos del cambio climático y vulnerabilidad; avances significativos que hace un par de años no habrían sido posibles de imaginar.

La transición hacia un mundo más equitativo y resiliente requiere enormes transformaciones en la arquitectura financiera que brinde soluciones a largo plazo. Esta cumbre nos da la medida de que el mundo sí está cambiando. Hoy existe un reconocimiento de la responsabilidad descomunal que tiene el marco institucional global para alcanzar las metas que nos hemos fijado para erradicar la pobreza, enfrentar los impactos climáticos y reducir las emisiones de gases efecto invernadero; desafíos que están intrínsecamente entrelazados.

Miguel Díaz-Canel y António Guterres durante la cumbre, el 22 de junio.
Miguel Díaz-Canel y António Guterres durante la cumbre, el 22 de junio.Alejandro AZCUY (EFE/Presidencia de Cuba)

Uno de los puntos más relevantes de la cumbre fue abordar la sofocante carga de la deuda que enfrentan muchos países en desarrollo, reconociendo la importancia de la reprogramación de la deuda para promover la estabilidad económica y fomentar un desarrollo sostenible. Además, se reconoció el desgaste – en muchos casos recurrente - que implica para los países en desarrollo hacer frente a los desastres ocasionados o exacerbados por el cambio climático. Tanto el Banco Mundial como otras instituciones financieras empezarán a incorporar cláusulas para enfrentar los desastres; lo que suponen mejores condiciones para el pago de deudas, que habían sido acordados en los préstamos. Estos compromisos marcan un cambio en las relaciones norte-sur y brindarán un respiro a las naciones, permitiéndoles redirigir recursos hacia sectores críticos como el cuidado de la salud, la educación, el mejor manejo de los recursos naturales y proyectos de infraestructura.

En este contexto, The Nature Conservancy (TNC) ha venido impulsando soluciones innovadoras que incluyen el canje de deuda por naturaleza, consolidando varios casos de bonos azules, que permiten que los países refinancien sus deudas en términos más favorables y asignen lo obtenido a la protección de la biodiversidad y la adaptación climática. En América Latina, Belice es el primer país que implementó bonos azules para conservar los océanos, reestructurando aproximadamente 550 millones de dólares de deuda comercial interna. El país invertirá 180 millones de dólares a la conservación de sus ecosistemas, que les permitirá cumplir su compromiso de proteger el 30% de su territorio oceánico, desarrollar marcos de gobernanza para la pesca y regular los proyectos de carbono azul costero.

Mia Mottley, primer ministra de Barbados, el 22 de junio en la cumbre por un Nuevo Pacto Global de Financiamiento.
Mia Mottley, primer ministra de Barbados, el 22 de junio en la cumbre por un Nuevo Pacto Global de Financiamiento.LUDOVIC MARIN (AP)

De igual manera, Barbados, país que ha liderado este esfuerzo por reformar el marco global financiero, en 2022, completó una conversión de deuda de 150 millones de dólares con el apoyo de TNC, que facilitará la expansión de las áreas marinas protegidas del país desde prácticamente cero hasta aproximadamente el 30% y mejorará la gestión de todas las aguas marinas dentro de su jurisdicción. Se espera que este proyecto libere aproximadamente 50 millones de dólares para apoyar acciones medioambientales y de desarrollo sostenible en Barbados durante los próximos 15 años, haciendo que tanto el país como los medios de vida de sus habitantes sean más resistentes frente al cambio climático.

Cabe destacar también la necesidad de incluir las soluciones basadas en la naturaleza en las reformas del sistema financiero. Durante la cumbre se respaldó el desarrollo de “paquetes nacionales” para los bosques y la naturaleza a través de la Alianza de Líderes por los Bosques y el Clima (Forest and Climate Leaders’ Partnership - FCLP); así como, la ratificación de financiación para el Fondo Amazonía en Brasil. Adicionalmente, se impulsará un proceso para estudiar el desarrollo de mercados de créditos de biodiversidad, cuya posible evolución tendrá que ser manejada con mucha transparencia y juicio.

Por eso aplaudimos los esfuerzos y compromisos internacionales para lograr una reforma financiera que reconoce la magnitud de los impactos derivados del calentamiento global, así como, la importancia de aumentar considerablemente las inversiones en la naturaleza para alcanzar un futuro sostenible y más justo. A medida que los líderes mundiales adopten estos compromisos, se espera que se traduzcan en acciones concretas, pues sabemos que los cambios profundos que urgen no pueden esperar. El 2030 es ahora y necesitamos acelerar un cambio integral que fomente la equidad y el bienestar a largo plazo de las personas en todo el mundo, lo que supone una gestión adecuada de nuestros recursos naturales. La reforma del sector financiero es un elemento fundamental de este ajedrez.

* Paula Caballero es directora ejecutiva regional de The Nature Conservancy para América Latina.


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