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Nuevas claves domésticas

Ahorro energético, movilidad y convivencia entre mobiliario dispar. Son algunas de las apuestas que proponen los expertos para convertir en funcional el juego de interiores

Anatxu Zabalbeascoa
Vivienda de Patricia Reus y Jaume Blancafort en Bullas (Murcia).
Vivienda de Patricia Reus y Jaume Blancafort en Bullas (Murcia).David Frutos

El futuro ya ha comenzado. Ya se sabe que los cambios en el hogar no solo llegan para quedarse, también lo hacen sin que apenas nos demos cuenta, poco a poco, estableciendo familiaridad. Así, las casas de hoy empiezan a parecerse ya a las viviendas de mañana. Pero los verbos que conjugan la decoración en el hogar son otros. Atrás quedaron enyesar, empapelar, incluso pintar, pulir, dividir o conjuntar, para dejar paso a otros como reciclar, economizar, mezclar o rescatar. El ahorro, la convivencia de muebles dispares y la movilidad son las tres grandes claves en la distribución, la construcción y la decoración doméstica para la mayoría de las personas que viven en una ciudad y, consecuentemente, en un piso con los metros contados. Estos conceptos, sin embargo, no son todos inesperados. En la casa actual, la tecnología punta convive con la pretecnología, y la manera de vivir en el siglo XXI no descarta criterios decorativos y energéticos de épocas anteriores.

El reciclaje en el interior de la casa (desde paredes desnudas hasta muebles decapados) ha dado lugar no solo a nuevas posibilidades decorativas, también a otra manera de observar y habitar el hogar. Atrás quedaron los tiempos en los que, como si fuera un sueño, buena parte de los que accedían a una vivienda entraban en una en la que no faltaba nada: ni cortinas, ni decantador de vino. Esa casa sin espacio para crecer o cambiar de opinión fue una consecuencia del supuesto florecimiento económico que vivió España. Pero ha demostrado ser un error. Una vivienda terminada, incapaz de crecer con su dueño, es una casa antinatura. Por eso las nuevas claves domésticas demuestran mayor sintonía con lo que pasa fuera de casa y una lógica que combina la razón y la imaginación. Así, entre la reparación y la convivencia, ilustramos cada criterio con una idea, advirtiendo que las mejores soluciones no solo representan una de esas claves y podrían servir para explicar varias apuestas de futuro.

Ingenio

Repensar los materiales constructivos, la obtención de energía y la manera de vivir

Descontextualizar es una de las claves para construir con pocos recursos. El arquitecto Frank Gehry utilizó para su casa en Santa Mónica tela de gallinero y otros materiales de ferretería. Recurrió al ingenio para paliar la falta de medios y ha terminado empleándolo para lograr audacias formales. También Patricia Reus y Jaume Blancafort construyeron en Bullas, Murcia, (en la imagen de la izquierda) una casa ingeniosa con pino tratado a la autoclave. Son tres viviendas en torno a un patio que se cierran como una caja. Las compuertas aíslan tanto del exceso de sol como del frío. Recursos clásicos como la ventilación cruzada y la geometría compacta transforman una casa ancestral en otra neorrural.

Versatilidad

Casas que se transforman abriéndose o cerrándose con el clima

Un salón convertible en porche. O un salón que puede estar dentro o fuera de la casa, según requiera el clima y la estación del año. La unión de dos buenos profesionales consigue multiplicar el uso de los espacios haciendo que los interiores se conviertan en exteriores (y viceversa). De un lado están los arquitectos ideando espacios transformables. De otro, los industriales, las empresas especializadas en cerramientos cada vez más versátiles, plegables y fáciles de recoger y esconder. El trabajo de ambos se conjuga para lograr espacios que van un paso más de la habitación multiuso, como sucede con el salón de esta vivienda de San Cugat del Vallés (Barcelona) del estudio H Arquitectes (imagen superior).

Convivencia

Lo nuevo y lo adquirido, lo reciclado y lo heredado conviven hoy en los hogares

Un canapé Luis XVI y un palé rescatado, una manta tejida a mano y una huevera de alambre. Los muebles y los objetos de los que se parte para la decoración son antiguos, pero la imaginación es nueva. Y lo mismo sucede con los acabados en el interior de la casa: van del más pulido al más rústico. La perfección resulta inalcanzable, y la convivencia se adapta mejor al espacio cambiante que es la vivienda. Pero más allá de ser una solución, el mestizaje y la mezcla hace ya tiempo que se convirtieron en tendencia. La idea detrás de este concepto decorativo derivado de una solución doméstica es huir de la antigua uniformidad y hacer que la pluralidad se convierta en frescura.

Reciclaje

Reutilizar, recuperar, reusar, recombinar y rehacer con lo que ya tenemos.

El británico Max McMurdo asegura que fueron sus padres quienes le enseñaron a reciclar: de pequeño se hartó de llevar coderas y de cambiar las suelas de los zapatos. Hoy dirige la empresa Reestore, con sede en varios contenedores industriales. Allí, una bañera puede convertirse en sofá, y un carrito de supermercado, en sillón. Las tiendas The Body Shop compraron más de un centenar de sillas-bañera y también las oficinas de Google recurrieron a su empresa. La duda que plantea este reciclaje es si resulta más conceptual que real, más icónico que útil. Curro Claret lleva un lustro reciclando muebles y vidas humanas. Realizó la colección de asientos More Than This junto a personas acogidas por la Fundación Arrels de Barcelona.

Ahorro

Es la clave de la nueva organización doméstica y su importancia aumenta de cara al futuro

El ahorro es aplicable a cada uno de los pasos necesarios para arreglar un piso. Sin embargo, es fundamentalmente una cuestión energética. Electrodomésticos y luminarias de menor consumo apuntan la dirección a seguir. Y lo hacen, curiosamente, desde la tecnología más innovadora y desde la pretecnología. Philips es pionera tanto en el uso de los led para la iluminación como en su domesticación, que logra tonos más cálidos y acogedores.

La misma línea de actuación e idéntico objetivo sigue el trabajo del estudio Pez, formado por las arquitectas Maé Durant y Elisa de los Reyes, que trabaja tendiendo puentes entre términos contrapuestos como rural/urbano o reutilización/estandarización. Su horno Parásito es portátil y utilizable tanto en el interior como en el exterior. Es uno de los agrodomésticos –ideados junto a la empresa Taer Solar– que reducen el consumo energético o lo evitan.

Prefabricación

Construir en seco más rápido y con menor consumo energético.

Por partes o al completo, en componentes o incluyendo toda la casa, la construcción en seco y la prefabricación empiezan a arraigar en España mucho después de que lo hayan hecho en otras culturas, como la nórdica o la norteamericana. Los beneficios ecológicos son muchos. También se gana tiempo. Pero con las casas prefabricadas con frecuencia se pierde singularidad. El estudio Mycc –compuesto por Beatriz Casares, Marcos González y Carmina Casajuana– produce este tipo de viviendas esforzándose por que sean únicas. Las levanta en tres o cinco días. Pero trabaja en ellas varios meses para que todo esté pensado y dibujado de antemano. Por eso, a pesar de nacer en una fábrica, las casas que hacen son singulares. Están ideadas para un lugar concreto. Esa es la clave para no perder la mano del diseñador en una vivienda construida lejos de donde se levantará.

Movilidad

Se trasladan los muebles, las partes de la casa y la casa completa

Cambio es de las pocas palabras permanentes en el diccionario doméstico. La movilidad consigue que esa transformación pueda ser absoluta, como ocurre cuando una vivienda prefabricada –semejante a las que comercializa el estudio de arquitectura Abaton–permite que se pueda cambiar la ubicación de una casa. Otras veces el cambio es más sutil. El estudio madrileño de arquitectura PKMN ideó un sistema de tabiques de contrachapado –convertidos en estantes y armarios– que se mueven sobre ruedas para hacer que las habitaciones crezcan cuando están en uso. Así, en la vivienda de la imagen inferior, situada a las afueras de Madrid, es posible convertir la suma de dormitorio, cocina y sala en un gran salón y, cuando llega la noche, correr uno de los tabiques-contenedores para añadir al dormitorio en uso el espacio que antes ocupaba la cocina.

 

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