John Brealey concluye, dolido pero feliz, la limpieza de 'Las meninas'
A las 16.15 de la tarde de ayer, John Brealey daba por terminado su trabajo en la limpieza de Las meninas de Velázquez iniciado el 14 de mayo. Hoy jueves viajará a Estados Unidos para seguir frente a la dirección del gabinete de restauración del Metropolitan de Nueva York. Los miembros del Taller de Restauración del Museo del Prado se ocuparán ahora de dar los últimos retoques a la obra, que será exhibida al público el próximo mes de septiembre.
¿Cómo se siente después de haber concluido el trabajo? Brealey, acompañado de la restauradora Isabel Aguirre, la única que ha estado con él todo este tiempo, responde que está agotado. "Estoy cansadísimo y enfermo. Me he resfriado mucho, pero si se refiere al cuadro, le diré que estoy muy feliz. He trabajado mucho, pero estoy satisfecho".Su felicidad se debe -explica parcamente- a que "el cuadro estaba sofocado por el barniz y la suciedad y yo he conseguido- que pueda respirar".
Rechazo norteamericano
¿En qué medida le ha afectado la polémica sobre su trabajo? "Ha sido algo grotesco. Injusto. No había derecho. Estaba condenado de antemano. Antes de que supieran qué es lo que yo iba a hacer ya se me había juzgado negativamente. Ha habido un sector de profesionales que se ha cerrado en su posición inicial y, luego, aunque estuvieran satisfechos de mi trabajo, no han querido dar su brazo a torcer. Es muy injusto porque hasta que se mueran seguirán manteniendo su opinión".
John Brealey, de origen británico, ha realizado trabajos de restauración en diferentes países. ¿Había vivido alguna vez un rechazo semejante? "Sí. Me ocurrió algo muy parecido cuando me nombraron director del gabinete de restauración del Metropolitan. Muchos profesionales norteamericanos consideraban injusto que un extranjero ocupara el puesto, pero al final me aceptaron".
Asegura que a lo largo de estas tres semanas de intenso trabajo -todas las mañanas y la mayor parte de las tardes las ha pasado en el taller- no ha mantenido ningún contacto con sus colegas españoles, porque el clima ya no era para conversaciones profesionales.
A partir de hoy, serán los técnicos del Taller de Restauración del Prado los que se encarguen de dar los últimos retoques a la obra. Para ello, Brealey ha dejado instrucciones precisas sobre los pasos y materiales que deberán utilizar. "Lo que queda por realizar son pequeños detalles de acabado. Los técnicos de aquí tienen instrucciones claras de cómo hacer este trabajo y no habrá ninguna complicación".
En septiembre próximo, cuando él vuelva a España, Las meninas serán exhibidas en un lugar especial de la pinacoteca que todavía no ha sido determinado pero que estará en una de las nuevas salas del museo.
Antes de que Las meninas sean mostradas a los visitantes del Prado, se realizará una exposición en la que se podrán ver, a través de fotografías, los diferentes pasos dados por Brealey en su trabajo de limpieza. Junto al material fotográfico se mostrarán los materiales e instrumentos utilizados así como las técnicas empleadas en la limpieza.
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