Egipto está seguro “al 90%” de que hay una cámara junto a Tutankamón
El ministro de Antigüedades Mahmud al Damati apunta que aumentan las posibilidades de encontrar la tumba de Nefertiti
La Egiptología parece estar a punto de sumar un eslabón de oro a su cadena de fascinantes descubrimientos. Al ministro egipcio de Antigüedades, Mahmud al-Damaty, le gusta definirlo como “el descubrimiento del siglo”. Y esta vez, no exagera. Los estudios realizados los últimos días con un “sofisticado radar” apuntan “con un 90% de seguridad” a la existencia de una cámara secreta adyacente a la tumba del faraón Tutankamón, tal como había sugerido este verano el célebre arqueólogo británico Nicholas Reeves. De confirmarse, sería la más importante revelación arqueológica proveniente de Egipto desde que Howard Carter maravillara al mundo al encontrar la tumba de Tutankamón, el faraón niño.
Sin embargo, Reeves y las autoridades egipcias discrepan respecto a quién pertenecería la cámara funeraria. Reeves está convencido que el secreto mejor guardado hasta la fecha por los arquitectos del Antiguo Egipto esconde la momia de Nefertiti, la esposa de Akenatón. Los restos de la reina, de legendaria belleza, nunca se han encontrado. De acuerdo con los historiadores, Nefertiti desempeñó un importante papel en la revolucionaria reforma religiosa que lideró el faraón Akenatón al crear un efímero credo monoteísta en el siglo XIV a.C.. En cambio, los expertos egipcios se inclinan por otras candidatas, como Kiya, la segunda esposa de Akenatón y madre de Tutankamón, o su hija primogénita Meritatón, fruto de su matrimonio con Nefertiti.
“Ahora ya podemos decir que hemos encontrado otra tumba o una cámara detrás de la cámara funeraria de Tutankamón”, ha declarado al-Damaty en una conferencia de prensa celebrada el sábado en la ciudad de Luxor, donde se encuentra el impresionante Valle de los Reyes, auténtica joya arqueológica del Antiguo Egipto. El ministro ha estimado “en aproximadamente un 90%” las posibilidades de que el análisis preliminar sea correcto. La incertidumbre y excitación se mantendrá aún durante unas semanas, el tiempo que necesitan los científicos para estudiar con detenimiento los resultados de una exploración iniciada el pasado jueves.
“Los resultados de un examen con radar detrás de la pared norte [de la cámara funeraria de Tutankamón] son muy claros …parecen indicar que hay una distinción clara entre la roca dura y otra cosa”, ha declarado Reeves desde Luxor. “ Si tengo razón y hay una continuidad [a través de un pasillo] de la tumba, ello nos llevará a otra cámara funeraria. Yo creo que es la de Nefertiti, y todas las pruebas apuntan en esas dirección”, insistió el egiptólogo británico, que el pasado mes de agosto expuso su revolucionaria teoría al concluir que, por sus modestas dimensiones y anómala construcción, el monumento funerario de Tutankamón debería ser el anejo de otra tumba de mayores dimensiones, probablemente, correspondiente a una reina.
De ser cierta su intuición, la tumba secreta podría albergar un tesoro aún más maravilloso que el que acompañó a Tutankamón en su muerte hace unos 3.300 años. El ajuar del faraón niño, recopilado en un antecámara, la cámara del tesoro, la cámara funeraria y el anexo, sumaba más de 5.000 preciosos objetos. Buena parte de ellos se pueden presenciar en el Museo Egipcio de El Cairo. A diferencia de los monumentos funerarios de otros faraones descubiertos por los arqueólogos, el de Tutankamón permaneció durante siglos al resguardo de bandidos y cazatesoros.
Los resultados del escaneado llevado a cabo por el experto japonés Hirokatsy Watanabe confirma la existencia de puertas tapiadas que las pinturas habrían tratado de ocultar, tal como había sugerido Reeves. A principios de noviembre ya se realizó una prueba temográfica a partir de rayos infrarrojos que disparó las esperanzas de los investigadores. El análisis detectó la existencia de puntos fríos y corrientes de aire que indicaban la existencia de una cámara secreta. Sin embargo, en la rueda de prensa, el ministro al-Damaty mostró un punto de cautela al recordar que, de momento, solo disponen de “resultados preliminares”. Se abre una tensa espera.
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