USAID, la agencia estadounidense para la cooperación internacional herida de muerte por la Administración Trump

Con casi 64 años de funcionamiento, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) ha sido reducida al mínimo. Las oficinas centrales de la que fuera considera la mayor agencia de cooperación del mundo están cerradas desde este lunes, y se ha filtrado a la prensa que la reducción de personal impulsada por el secretario para la Eficiencia Gubernamental, Elon Musk, será mucho mayor a la esperada. De 10.000 empleados, solo se quedarán 294. Asimismo, los fondos dirigidos para la ayuda internacional ya se encuentran congelados casi al 100%. “Ha llegado el momento de que USAID muera”, sentenció el multimillonario. Sin embargo, este viernes un juez federal ha ordenado suspender el plan del Gobierno de dejar en situación de excedencia de sus funciones a 2.200 funcionarios de la institución, apenas horas antes de que la medida fuera a entrar en vigor.

El secretario de Estado, Marco Rubio, quien tiene bajo su poder la dirección de la agencia, cuestionó esta semana a los empleados por comportarse como una organización benéfica mundial “independiente del interés nacional o del dinero de los contribuyentes”. Fundada en 1961 por la Administración del demócrata John F. Kennedy, la USAID nació con la misión de invertir miles de millones de dólares al año en programas para combatir la pobreza, la erradicación de distintas enfermedades, luchar contra el tráfico de personas y la promoción de la democracia liberal a nivel internacional, entre muchos otros programas.

Durante décadas se dijo que la seguridad nacional del país dependía en buena medida de la diplomacia y ayuda al desarrollo que la agencia desempeñaba. En este sentido, la senadora de Minnesota, Amy Klobuchar, declaró que su cierre “haría del mundo un lugar más peligroso para los estadounidenses, y sería un regalo para China y Rusia”. Ciertamente, USAID ha sido un mecanismo para que Estados Unidos ejerza su poder blando tanto en Occidente como en Asia.

Presupuesto y países beneficiados

Según cifras del Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés), en 2023, la agencia invirtió 43.400 millones de dólares. Gobernanza, ayuda humanitaria y salud, fueron las tres áreas que más dinero recibieron, 17.000 millones de dólares, 10.500 y 7.000, respectivamente. Otra tanda de 3.500 millones de dólares cubrió gastos administrativos, unos 1.300 millones se gastaron en proyectos de agricultura, 1.100 millones en programas educativos y 700 millones fueron dirigidos a infraestructura.

Ucrania fue el país más receptor de la ayuda, con alrededor de 16.400 millones de dólares (casi el 40% del total), seguido de Etiopía, Jordania, República Democrática del Congo, Somalia, Yemen, Afganistán, Nigeria, Sudán del Sur y Siria.

En Latinoamérica, la presencia de la agencia es significativamente menor, con un gasto de 1.800 millones en 2023. En este sentido, Colombia fue el principal receptor con 389 millones de dólares. En segundo lugar, se encuentra Haití, con 316 millones; Venezuela, en el tercer puesto, con 205 millones; Guatemala, en el cuarto, con 178 millones; Honduras, en el quinto, con 144 millones; y El Salvador, en el sexto, con 138 millones. Argentina y Uruguay son los dos únicos países de la región que no recibieron fondos de ayuda por parte de Estados Unidos.

Quiénes trabajan en la USAID

Los trabajadores de la agencia se dividían en contratistas personales (empleados fijos) y contratistas temporales. Cientos de estos ya han sido despedidos o puestos en licencia, al igual que decenas de altos funcionarios. A los empleados que quedarán en nómina (cerca de 300, según el plan de Musk), se sumará un número aún no determinado de trabajadores locales en los cerca de 130 países donde operaba hasta ahora la institución.

La implementación de buena parte de los programas de la USAID estaba en manos de organizaciones no gubernamentales, que se han visto obligadas a despedir a miembros de su personal y cerrar oficinas porque el sistema de pagos ha sido desactivado. No importa si los fondos habían sido aprobados. El desembolso queda congelado y en riesgo de ser cancelado. A propósito de lo anterior, Marco Rubio informó a las misiones estadounidenses en el extranjero que la suspensión de la ayuda decretada por Trump duraría al menos un período de evaluación de tres meses, pero ya se sabe que se recortarán los programas que promueven la diversidad, los derechos reproductivos de las mujeres y la lucha contra el cambio climático. Incluso, el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA, que distribuía medicamentos contra el VIH en 50 países, fue suspendido con las recientes medidas; pero gracias a la presión internacional, ha sido restituido de forma temporal.