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“La tarjeta roja me salvó”: el recurso con el que los migrantes pueden escudarse de los funcionarios de ICE y hacer valer sus derechos

Se asemeja a la tarjeta usada por los árbitros de fútbol, viene en 19 idiomas y millones de migrantes en Estados Unidos la llevan consigo en este momento

Las Tarjetas Rojas son un documento que contempla cuáles son los derechos de las personas para defenderse en muchas situaciones frente a los agentes de ICE.
José Luis Ávila

Aunque existe desde hace casi 20 años, la tarjeta roja se difunde a esta hora como pan caliente, y de costa a costa, desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la puesta en práctica de la política antiinmigrante más agresiva que se recuerde. Fue creada por el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, la organización que ha reproducido millones de copias en las últimas semanas dado el temor que se ha esparcido por todo el país a causa de las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Diseñada en color rojo tiene el objetivo de darle un stop (alto) a las detenciones arbitrarias de inmigrantes en situación irregular. En ella se detallan varias de las protecciones legales que amparan a los inmigrantes indocumentados en este momento.

La Constitución garantiza distintas protecciones a todas las personas en el país, independientemente de su estatus migratorio. La tarjeta contiene dos que son fundamentales para cualquier inmigrante: el derecho a guardar silencio, recogido en la Quinta Enmienda, y el derecho a negar la entrada al domicilio, recogido en la Cuarta Enmienda, a menos que un agente muestre una orden judicial.

Esto es lo que dice la tarjeta en ambas caras: “Usted tiene derechos constitucionales: NO ABRA LA PUERTA si un agente de inmigración está tocando. NO CONTESTE NINGUNA PREGUNTA de un agente de inmigración si trata de hablar con usted. Tiene el derecho a guardar silencio. NO FIRME NADA sin antes hablar con un abogado. Tiene el derecho de hablar con un abogado”. También, añade los siguientes consejos prácticos: “Si usted está fuera de su casa, pregúntele al agente si tiene la libertad de irse y si le dice que sí, váyase con tranquilidad. ENTRÉGUELE ESTA TARJETA AL AGENTE. Si usted está dentro de su casa, muestre la tarjeta por la ventana o pásela debajo de la puerta”.

Para la mayoría de los inmigrantes sin papeles, hacer valer estos derechos contenidos en la tarjeta roja marcará una diferencia entre ser arrestado y deportado, o permanecer en el país. Es por ello que el zar de la frontera, Tom Homan, se siente frustrado porque el número de deportaciones no es el que esperaba, y arremete contra todo aquel que informe a los inmigrantes sobre sus derechos, como hizo recientemente con la representante demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez. Decenas de organizaciones han celebrado estas últimas semanas sesiones informativas que apuntan en la misma dirección.

En una de ellas, realizada por TODEC (una asociación pro inmigrante apostada en el valle de Coachella, California), la coordinadora educativa, Sandra Reyes, habló sobre el recurso. “La tarjeta roja es una herramienta muy, muy poderosa (...) Puede que te pongas nervioso si te para un agente. Simplemente, saca la tarjeta y léela, o entrégala sin pronunciar palabra”, publicó The New York Times. Un inmigrante entrevistado por el mismo diario da fe de lo anterior. Camino a la iglesia, el pasado 2 de febrero, fue interceptado por ICE e interrogado por su estatus migratorio. Entregó la tarjeta roja y se quedó callado. Los agentes comprobaron sus antecedentes, revisaron la identificación mexicana que llevaba en su billetera y le permitieron marcharse. “La tarjeta roja me salvó”, afirmó.

Nueve millones de pedidos

Casi dos décadas después de su creación, la tarjeta roja no solo sigue vigente, es más demandada que nunca. El Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, con sede en San Francisco, ha recibido pedidos por unos nueve millones de tarjetas desde enero, más que en los 17 años anteriores juntos. La mayoría de las solicitudes pertenecen a otras organizaciones sin fines de lucro que las entregan en escuelas, iglesias, centros de salud y bancos de alimentos, que a su vez las distribuyen entre los inmigrantes.

El padre de la tarjeta roja, Mark Silverman, un abogado retirado del Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, concibió la idea en 2006 para dar respuesta a una ola de redadas impulsadas por la Administración de George W. Bush, que produjeron un clima de zozobra entre los inmigrantes sin documentos, sobre todo, en sus lugares de trabajo, el objetivo en esa ocasión.

¿Cómo hacer un pedido o descargar la tarjeta roja directamente?

Las tarjetas rojas son completamente gratuitas, pero negocios, abogados privados, y demás organizaciones que quieran hacer pedidos por encima de las 1.000 unidades, deberán pagar los costos de impresión y hacer su solicitud en la página web: www.RedCardOrders.com. También puede descargarla directamente en este enlace.

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Sobre la firma

José Luis Ávila
Es periodista y miembro del equipo fundador de EL PAÍS US. Su trabajo se publicó antes en medios como Telemundo, Vogue, Gatopardo, El Nacional y Exceso. Se tituló en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, es especialista en SEO y tiene un Máster en Branded Content de la Madrid Content School.
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