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COLUMNA
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‘Imposters’, de los engaños en la política y en el amor

En esta serie de SkyShowtime, una hermosa mujer optó hace tiempo por una peculiar forma de vida: la estafa y el robo amorosos

Ángel S. Harguindey

Los impostores se creen los reyes o las reinas del mambo, convencidos de que van a salvar el mundo y de que dejarán una huella extraordinaria en su entorno. Poco después se comprende que son tan mediocres, o más, que el resto de los mortales y que el rastro que dejan es el de la frustración, cuando no el de la estafa. La Real Academia de la Lengua les define como aquel “que finge o engaña con apariencia de verdad” y, también, “que atribuye falsamente a alguien algo”.

Llegados a este punto hay que aclarar que no nos referimos a Carlos Mazón por más que en su carta de despedida en la que escribe que “renuncia al cargo de President de la Generalitat” en lugar de reconocer su cese por la indignidad de sus actos y declaraciones, y de todas las versiones que ofreció sobre su comportamiento durante la terrible dana del 29 de octubre del pasado año, trató de “fingir o engañar con apariencia de verdad”; ni a su superior Alberto Núñez Feijóo que tuvo a bien defender la continuidad del presidente Mazón ante las víctimas de la dana atribuyéndole falsamente una gestión correcta de la catástrofe para después elogiar su retirada. “Son las perspectivas electorales, estúpido”.

Y no, no nos referimos a ninguna de estas dos lumbreras de la política española, sino a la serie de 2017 Imposters, en la que una hermosa mujer optó hace tiempo por una peculiar forma de vida: la estafa y el robo amorosos. Observa y elige a sus presas, siempre adinerados, los seduce, se casa con ellos y poco después les despoja de sus ahorros y desaparece y, por supuesto, le es indiferente el sexo de sus víctimas. Lo que no puede evitar es el reguero de resentimientos que deja a su paso hasta el punto que los damnificados por la bella dama deciden unirse para perpetrar la anhelada venganza.

Los cuatro guionistas de la producción estadounidense, creada por Paul Adelstein y Adam Brooks, rizan el rizo del entretenimiento y a lo largo de las dos temporadas que exhibe SkyShowtime la trama convierte paulatinamente a la estafadora en compañera de los estafados, pues descubren que todos ellos tienen un enemigo más peligroso y responsable de todos sus males. Políticos, enamoradizos pardillos… una fauna que hace tiempo cantó con lucidez en un tango Enrique Santos Discépolo: “Que siempre ha habido chorros Maquiavelos y estafáos”.

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