_
_
_
_

Las abuelas que cada día se juegan la vida en el mar en un trabajo a punto de desaparecer

La activista paquistaní y Nobel de la Paz Malala Yousafzai se pasa a la producción con el documental coreano ‘Las últimas mujeres del mar’ en Apple TV+

Las protagonistas de 'Las últimas mujeres del mar'.Vídeo: AppleTV+
Eneko Ruiz Jiménez

Malala Yousafzai (Mingora, 27 años) se convirtió en 2014 en la ganadora más joven de la historia del Nobel, al lograr con 17 años el de la Paz. Desde entonces, esta activista paquistaní que huyó de su país y del régimen talibán tras un intento de asesinato no ha dejado de compartir las historias de las mujeres a las que la sociedad da la espalda. Hoy su cometido sigue siendo el mismo, aunque ha tomado otro cauce. Ahora Yousafzai es productora de cine, porque sabe que Hollywood es una de las mejores armas para transmitir la realidad de esas mujeres. Vengan de donde vengan. Incluso si tiene que descender hasta el fondo del mar de Corea.

Un relato en particular le pareció increíble cuando se lo contaron, podía ser literalmente de película: cada día un grupo de mujeres coreanas de entre 60 y 90 años se juega la vida en el mar. Descienden a las profundidades sin oxígeno para pescar y lo llevan haciendo así desde el siglo V. Pero, como gran parte del planeta, Yousafzai no sabía nada de lo que cuenta ahora en Las últimas mujeres del mar, disponible en Apple TV+: “Nunca había escuchado hablar de las haenyeo [mujeres del mar, en coreano] y de su legado como una de las pocas comunidades matriarcales del mundo. Cuanto más sabía, más me inspiraban. Acababa de fundar mi productora y este proyecto era urgente, importante y muy relevante. Una de estas historias que deberíamos conocer”, cuenta a EL PAÍS por videoconferencia desde el Festival de Toronto. La labor que quería retratar era una que, dicen las propias buceadoras en la película, “los hombres no aguantarían”.

Una buceadora, en la película 'Las últimas mujeres del mar'.
Una buceadora, en la película 'Las últimas mujeres del mar'.AppleTV+

En 2016, el trabajo de las haenyeo fue considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para la Unesco, pero, como dice una de las protagonistas del documental: ¿para qué sirve la distinción si su tarea no tiene seguro por ser demasiado peligrosa, ni derechos laborales ni tiene cubiertos los accidentes? “Solo te cubre si mueres, tenemos mucha Unesco y pocos beneficios”, exclama la mujer que bajaba cada día desde hace 60 años al fondo marino en busca de alimentos. Al menos hasta que se rompió una pierna. Ya no puede volver a bucear ni tiene ingresos, salvo el de viudedad. “Uno de los motivos para hacer la película era poder mejorar su vida”, apunta la directora Sue Kim. Más cuando este es un trabajo mentalmente muy duro que nadie quiere continuar. Si en los sesenta, eran 30.000, hoy quedan menos de 4.000. Las más fuertes todavía se sumergen hasta 10 metros.

La cineasta estadounidense de raíces coreanas descubrió esta increíble proeza diaria cuando tenía ocho años y viajó a Jeju. Ahora que Corea es un reflejo cultural para todo el mundo, parecía un momento ideal para narrarla: “Vi un grupo gigante de mujeres metiéndose en el agua. Todas con neopreno [hace 40 años tampoco lo llevaban], poniéndose la máscara… era cautivador. Lucían muy duras, pero también eran ruidosas. Se gritaban unas otras y se reían. Era vibrante. Se convirtieron en mis heroínas. Quería ser ese tipo de mujer de mayor. Cuando volví hace 10 años me dijeron que sentían que eran la última generación, así que se convirtió en una urgencia grabarlas mientras las tuviéramos”, explica.

Kim empezó a filmar en el momento adecuado. En el transcurso del rodaje, se anunció que Japón iba a verter los desechos nucleares de la planta de Fukushima al Pacífico. Estas decanas del mar vieron entonces cómo su salud iba a ser directamente atacada otra vez. Era el momento de salir a la calle y protestar por sus derechos, y los del futuro del Océano en el que viven. “No imaginaba cómo iban a luchar, y pude grabarlo. Estaban en shock, luego vino la rabia y la furia. No es algo que se pueda guionizar o anticipar”, cuenta Kim sobre este momento de comunidad que subrayó los lazos de unión entre estas veteranas imperturbables.

La buceadora Lee Hee Soon protesta en la película 'Las últimas mujeres del mar'.
La buceadora Lee Hee Soon protesta en la película 'Las últimas mujeres del mar'.AppleTV+

No usan oxígeno porque es más fácil llegar al fondo y moverse libremente, pero ¿por qué lo siguen haciendo?, ¿hay algo de cabezonería en la tradición cuando hoy ya hay otras técnicas para pescar? “Simplemente les encanta. Es resiliencia y determinación”, apunta Kim: “Si las sacan del mar, se irán pataleando y gritando. No puedas evitar que bajen. Es su momento de consuelo. Viven en armonía con la naturaleza, y no pararán pese a Fukushima. Su alma está en el océano. Es amor puro”. Son mujeres que luchan por preservar ecosistemas que el humano destruye. Yousafzai apunta la importancia de su mensaje a nivel global: “Son conscientes de la sostenibilidad, mientras que el resto no sabemos qué hacer para llevarlo a la acción. Nos enseñan a cooperar en comunidad, pero también con la naturaleza. Tienen un equilibrio y ven de primera mano el cambio climático. Nadie lo contempla tan cerca. Su trabajo es puro activismo, sin saberlo”.

Eso es lo que buscaba transmitir la paquistaní, cuyo cortometraje Strangers at the Gate ya estuvo nominado al Oscar en 2023. “Este es el comienzo de mi viaje, mi primer documental. Mi objetivo como productora es trabajar con más mujeres, jóvenes artistas, musulmanas… y contar sus historias. Necesitan tener la oportunidad y que conozcamos mejor el mundo”.

De izquierda a derecha la 'haenyeo' Lee Hee Soon, la productora Malala Yousafzai, la directora Sue Kim y la 'haenyeo' Jang Soon Duk en la presentación de 'Las últimas mujeres del mar' en el Festival de Toronto.
De izquierda a derecha la 'haenyeo' Lee Hee Soon, la productora Malala Yousafzai, la directora Sue Kim y la 'haenyeo' Jang Soon Duk en la presentación de 'Las últimas mujeres del mar' en el Festival de Toronto.Eric Charbonneau (Apple TV+ via Getty Images)

Por ejemplo, el mundo de las mujeres afganas oprimidas por el régimen talibán, en la que se centrará su próxima producción junto a la actriz Jennifer Lawrence. En Bread and Roses retratarán cómo la ocupación ha cambiado la vida de tres mujeres afganas: “Les dicen cómo vestirse, que bajen la voz, que no hablen en público, que no vayan a la escuela, que no trabajen, ni siquiera pueden ver al médico sin un familiar masculino. Es un problema cercano para mí, porque he sido activista por la educación de las niñas toda mi vida. Y ser testigo de cómo las mujeres han sido excluidas en los últimos tres años de Afganistán ha sido un golpe de realidad. Se ha retrocedido 20 años, pero hay afganas que están hablando y luchando. Están llamando a los dirigentes de otros países para que se pongan del lado de las mujeres y que no entreguen sus derechos a los talibanes. Quiero ver a los líderes mundiales protegiendo el derecho a la educación de las niñas, y que comprendan lo que está pasando. Esas mujeres ven un futuro oscuro, pero se resisten y ponen sus vidas en peligro. Tenemos que resistirnos y luchar como ellas”. La Nobel lo hace ahora desde una pantalla abierta a todo el mundo, “contando la opresión desde lo sutil hasta lo gigante”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_