‘Entrevías’, la serie que abre un nuevo camino a los personajes inmigrantes en la ficción española
Hablamos con la cubana Laura Ramos y el colombiano Felipe Londoño, protagonistas de la producción de Telecinco que finaliza la emisión de su segunda temporada como la revelación de este curso televisivo
Entrevías emite este martes su último capítulo, convertida en la serie más exitosa de la temporada en la televisión generalista y con su estreno internacional a través de Netflix programado para este viernes 20 de mayo. A lo largo de sus 16 episodios, las tramas de esta producción de Mediaset y Alea Media ambientada en un problemático barrio ficticio han alimentado el debate sobre cómo la ficción española muestra a personajes inmigrantes y racializados.
La serie de Telecinco arranca con Tirso (José Coronado), un exmilitar que regenta una ferretería a quien no le gusta en lo que se ha convertido su barrio. El lugar ha pasado de estar poblado por el éxodo rural a la globalización originada por la llegada de inmigrantes. Su visión del mundo comienza a cambiar cuando tiene que encargarse durante un tiempo de su nieta adoptiva, Irene (Nona Sobo), una joven de origen vietnamita. También cuando se muda al piso de enfrente la cubana Gladys, una mujer trabajadora que ve cómo su hijo Nelson se involucra con los traficantes de drogas de la zona.
Tras la emisión del primer capítulo, los vecinos del barrio madrileño de Vallecas se sintieron aludidos ya que el lugar en el que se ambienta la ficción comparte el mismo nombre. Las asociaciones vecinales enviaron una carta a la productora lamentando la mala imagen que la serie daba a la zona. El guionista principal, David Bermejo, ya adelantaba a este periódico que, a medida que la trama avanzara, el espectador podría comprobar que la premisa de Entrevías se basaba precisamente en analizar y desmontar algunos clichés en torno a los que todavía se rige una parte de la sociedad española.
Los dos intérpretes que hacen de madre e hijo en pantalla como nuevos vecinos del protagonista, Laura Ramos (La Habana, Cuba, 43 años) y Felipe Londoño (Medellín, Colombia, 27 años), llegaron a la serie con experiencias muy distintas en el audiovisual español. Para la actriz, supuso su regreso al país, donde ha trabajado de forma intermitente desde que rodara Cuarteto de La Habana (1998), de Fernando Colomo, junto a Javier Cámara y Ernesto Alterio. En este tiempo, también ha participado en producciones de Brasil y, especialmente, de Colombia, donde se ha sentido menos encasillada al disfrutar de “personajes de los que ni siquiera se ha planteado su nacionalidad ni han tenido que justificar su origen”. Allá donde ha ido, la actriz ha tenido que cambiar su acento. Pero en Colombia “se han mostrado más abiertos en la integración del extranjero y a una realidad que no es de ahora”, comenta a principios de mayo en conversación telemática.
Ramos cree que, con el tiempo, los guiones españoles han sabido dar matices a este tipo de perfiles y “reflejar ese enorme trabajo por el que una gran mayoría de la población latina pasa para insertarse en la sociedad española”. Aunque, admite, ninguno de sus papeles anteriores rodados en España han llegado tan lejos como Gladys. “Algunos personajes son buenos, pero son pequeños. Entrevías ha profundizado en una complejidad y una cantidad de contradicciones y ha enriquecido su discurso. Se ha alejado de lo que en otras ocasiones hemos visto como un estereotipo. Lo ha acercado a un público español que creo que todavía está necesitado de encontrar esa realidad”.
Para Londoño, en cambio, esta ha sido su primera experiencia en España y también fuera de su Colombia natal. Fue el cástin más rápido de su vida. Su agente le pidió que grabara una prueba de cámara y, a los pocos días, ya formaba parte del reparto liderado por José Coronado y Luis Zahera. En su experiencia personal, llegó a España “con muchas incógnitas”, pero se ha sentido tan bien recibido, que ya está iniciando los trámites para vivir y trabajar en Madrid. “Las plataformas ya te montan una gran serie con un chileno, un argentino, un colombiano... Eso ayuda a que la mentalidad cambie. Después de Entrevías, he hecho bastantes pruebas en España y me han dado la oportunidad de prepararlas con acento español. No se niegan a que lo intente por ser latino”, comenta también a través de la pantalla.
En su opinión, la serie de Telecinco “desdibuja estigmas y humaniza a unos personajes que no suelen ser tan visibles en el medio español”. Desde que apareció en pantalla interpretando a Nelson, le llegan mensajes “de personas latinas de todos lados que dicen: qué bueno que se empiece a tratar estos temas”. Ramos, en cambio, destaca que la gran mayoría de los espectadores que le han escrito son españoles. “De alguna forma, siento que se logró el objetivo y que los personajes llegan a todo el mundo por su humanidad”.
La semilla de todo está en el guion, defienden ambos actores, así que tener a profesionales racializados o inmigrantes de primera o segunda generación detrás de cámara también es necesario para que la ficción española construya relatos con mayor propiedad.
En busca del cástines ciegos
Asociación Limbo Producciones es una organización cultural que reúne a artistas y creadores racializados en España. Está presidida por Malcolm Treviño-Sitté, actor que ha trabajado en series como El chiringuito de Pepe (Telecinco) y en Érase una vez… pero ya no (Netflix) y ha logrado recientemente algo inédito en España hasta ahora. El pasado miércoles 4 de mayo, se aprobó la proposición no de ley impulsada por esta asociación y dirigida a implantar en la Comunidad de Madrid los cástines abiertos o color-blind casting, con el apoyo de 4 de los 5 grupos políticos con representación en el Parlamento madrileño.
Con esta iniciativa busca fomentar la igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo de todos los actores y actrices, a través del Gobierno regional madrileño y sus organismos. Su objetivo es “el fomento de la implantación en las producciones teatrales y audiovisuales de los cástines abiertos para que, en los procesos de selección en los que el origen étnico de los personajes no esté definido por cuestiones de guión o históricas, el acceso a ellos sea igual para todos los aspirantes, independientemente de su origen étnico”, apuntaba Asociación Limbo Producciones la semana pasada en un comunicado. “Esto no implica obligar a las producciones a incluir cuotas sino que, por el contrario, busca otorgar las mismas oportunidades laborales a todos los actores y actrices”, matiza el texto.
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