De los estudios de Japón al mundo: el ‘anime’ se lanza a la conquista del mercado audiovisual

La puerta metálica de un garaje se levanta y, mientras un saxofón adorna la escena a ritmo de blues, la luz que se cuela en la habitación revela la silueta inconfundible del cazarrecompensas Spike Spiegel, ante su futurista Marte natal, en pleno 2071. Con estos primeros segundos Netflix presentaba al mundo su adaptación del anime de culto Cowboy Bebop, un wéstern espacial con tintes de jazz emitido por primera vez en 1998, y cuya versión en acción real se estrena este viernes 19 de noviembre. Lejos de ser un lanzamiento anecdótico, el pasado 10 de noviembre Netflix presentaba también el reparto de la adaptación de One Piece, uno de los animes más exitosos y longevos —en antena desde 1999—. Aunque las series de animación japonesas siempre estuvieron ahí, incluso desde antes de Caballeros del Zodiaco (1986), la apuesta de las plataformas por traer a las grandes masas contenido relacionado con el anime se ha intensificado a raíz del confinamiento.

En 2020 Netflix registró más de 120 millones de hogares en los que se había visto algún contenido de anime. Ese mismo año, la plataforma se asoció con cuatro de las productoras de animación más importantes —MAPPA, ANIMA & COMPANY, Science SARU y Studio Mir— para explorar nuevas historias y formatos de entretenimiento. Esta iniciativa se sumaba a los otros cinco estudios y seis artistas independientes con los que ya trabajaban, consolidando un equipo que está en continuo crecimiento y con el que pretenden explotar la animación japonesa y expandirla a todo el mundo.

Crecimiento exponencial

Una de las distribuidoras más relevantes en el terreno nacional es Selecta Visión, que lleva casi 40 años dedicada a la gestión de derechos audiovisuales de este género. Su consejero delegado y fundador, Jorge Gabarró, asegura por vía telefónica que “el crecimiento en el sector ha sido exponencial. En el primer Salón del Manga de Barcelona, celebrado en el año 1997, pasaron por ahí unas 20.000 personas. El último de antes de la pandemia, el de 2019, tuvo 160.000 asistentes”. El de este año, celebrado del 29 de octubre al 1 de noviembre, agotó las entradas en un día y contó con una afluencia de 122.000 personas. Gabarró destaca cómo mientras el mercado del vídeo doméstico ha caído en un 20% este año, el anime ha seguido creciendo: “Claro que ahora hay mucho consumo por plataformas, sí, pero es que antes también se consumía y se sigue consumiendo. Y el aumento del interés no se da solo en España, es un fenómeno internacional”. Tan favorable es el momento que desde Selecta Visión han preparado una edición en Blu-Ray de una de las series más populares, Naruto Shippuden —que cuenta con 500 capítulos—, por primera vez doblada entera al castellano.

La plataforma Crunchyroll, especializada en anime, oferta el catálogo más grande del mundo. En los dos últimos años, ha comprado los derechos de 150 títulos para España. Diego Martínez, su coordinador nacional, también destaca el crecimiento que ha tenido desde el confinamiento y considera que ahora nos encontramos ante uno de los mejores momentos para el sector en España: “Marcaría dos etapas: el bum en los noventa, que llegó de la mano de Bola de dragón, Caballeros del Zodiaco y otros clásicos; y esta, porque a través de plataformas digitales podemos disfrutar prácticamente al instante de los últimos estrenos de Japón en cualquier dispositivo, donde queramos”. En su plataforma han notado cómo el número de suscriptores crecía año tras año: “Tardamos una década en alcanzar el primer millón de suscriptores desde el lanzamiento de Crunchyroll, en 2006. Pero después, en solo dos años, los duplicamos. Y en 2020, alcanzamos los tres millones. Ya estábamos teniendo un crecimiento llamativo para esta fecha, pero en 2021 superamos los cinco millones de usuarios premium y los 120 millones de usuarios registrados, impulsados sin duda por el crecimiento del consumo digital durante el último año”.

El perfil del ‘otaku’

Los otakus —palabra de origen japonés con la que se identifican los seguidores de la cultura del manga y el anime— son por lo general adolescentes, aunque, advierte Martínez, “estoy seguro de que el anime puede alcanzar a cualquiera”. El coordinador de Crunchyroll detalla que el perfil mayoritario en su plataforma son “usuarios jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 30 años, muy familiarizados con el anime y fanáticos de los juegos”. Lo que más consumen es shonen, categoría dirigida especialmente a jóvenes, que suele ser de acción y aventuras. Le siguen las comedias románticas, que entrarían en la categoría denominada shojo.

Gabarró explica que “es muy importante conocer a los usuarios” para conectar con ellos: “El consumidor de anime es muy especial. No todo le vale. Es un superenterado del producto, sabe perfectamente lo que va a venir de Japón y editorialmente tienen mucho conocimiento. Como te equivoques en un doblaje, lo tienes mal”, dice entre risas. “Es coleccionista, compra ediciones muy caras y muy trabajadas, siendo un mercado que crece tanto en unidades como en precio”. Aunque apunta que cada país tiene sus particularidades: “Por ejemplo, Mazinger Z es potente en Japón y en España, pero en Francia y en Italia no es nada. Y aquí Bola de dragón no es nada comparado con Francia, donde es un fenómeno. Esto, hablando de clásicos, porque luego es cierto que hay otros títulos que funcionan muy bien en todos los países, como pueden ser Ataque a los titanes o Guardianes de la noche”.

El estreno de la película Guardianes de la noche: Tren infinito, surgida a partir del éxito de la serie, se anotó en octubre de 2020 el mejor estreno de la historia de Japón en cines, pese a la pandemia. El fin de semana del estreno recaudó más de 37 millones de euros —hasta entonces ostentaba el título Frozen 2, que en su apertura consiguió casi 16 millones de euros—. En España la película llegó a las salas de la mano de Selecta Visión y superó la barrera del millón de euros. “Estas películas están llevando gente al cine que antes no iba”, comenta Gabarró. Para Martínez, el cambio generacional es una de las razones que explica este proceso y por eso esperan que cada vez más gente llegue al anime: “Esto es gracias a las redes sociales, donde la gente comparte unos gustos y aficiones que en principio pueden parecer minoritarios, pero acaban viralizando o haciendo tendencia una serie que, a raíz de ello, llega a ser vista por un público más general”.

Cinco ‘animes’ para ponerse al día

Jujutsu Kaisen

Un joven que pasa el tiempo visitando a su abuelo hospitalizado, se une al club de ocultismo del instituto y se convierte por accidente en el contenedor de un demonio milenario. La acción frenética y la calidad de la animación la han convertido en uno de los mejores estrenos recientes. (Crunchyroll)

Guardianes de la noche

Una familia es atacada por un demonio, dejando como únicos supervivientes a los dos hijos hermanos: a raíz del ataque, ella queda convertida en diablo y él se convierte en un cazador de estas criaturas para ayudar a su hermana a volverse humana. (Crunchyroll)

Ataque a los titanes

En un mundo distópico donde existen los gigantes, con ambientación seudomedieval, los pocos humanos que quedan se han visto obligados a recluirse en una fortaleza para evitar ser devorados. Su última temporada llega estas Navidades. (Netflix y Prime Video)

Cowboy Bebop

Un clásico moderno. Una aventura espacial que combina con elegancia el jazz y el wéstern para contar las aventuras de un grupo de cazarrecompensas. Con el lanzamiento de la adaptación de Netflix en acción real, la plataforma ha repuesto el 'anime' original en su catálogo. (Netflix)

Haikyu!! Los ases del vóley

El 'anime' que ha puesto de moda el voleibol. El carisma de sus protagonistas y lo bien integrada que está la estrategia deportiva hacen de cada partido un verdadero espectáculo. (Netflix y Prime Video)

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