La guerra por el mercado de las plataformas se traslada a Corea del Sur y Japón
Netflix invertirá unos 500 millones de dólares en 2021 en Corea del Sur y doblará su producción de ‘anime’
Los dramas coreanos y el anime japonés han dejado de ser aportaciones exóticas dentro de los catálogos de las plataformas internacionales para convertirse en elementos determinantes en la guerra por la caza de los suscriptores. La apuesta de Netflix por esos mercados y el buen rendimiento que están obteniendo han hecho que otras plataformas, como Disney + y HBO Max, tengan en el punto de mira hacerse con contenido original procedente del Este asiático.
A principios de año, Netflix anunció la puesta en marcha de dos nuevos centros de producción en Corea del Sur donde desarrollar series y películas, uno en Paju y otro en Yeoncheon, a las afueras de Seúl. Entre 2015 y 2020, la compañía invirtió unos 700 millones de dólares en contenido surcoreano y lanzó más de 80 series de esa nacionalidad, con subtítulos en 31 idiomas y dobladas a más de 20 idiomas. Uno de los títulos que pondrán en marcha en los nuevos centros de producción es la adaptación de La casa de papel que anunciaron a finales de 2020.
En un evento celebrado en febrero en Seúl, Netflix anunció una inversión de unos 500 millones de dólares (unos 415 millones de euros) solo en 2021 en Corea del Sur, la mitad de los 1.000 millones de dólares que tiene previsto invertir en toda el área del este asiático. Poco después, la plataforma anunció en Tokio que estrenaría más de 40 series de anime producidas en Japón en 2021, el doble que en 2020.
Estas cifras son la respuesta a los buenos resultados de la compañía en esos territorios. En Corea del Sur, donde aterrizó en 2016, la plataforma ya contaba con 3,8 millones de suscriptores a finales de 2020, según datos de la propia compañía. Netflix calcula que, en el tercer trimestre de 2020, el 46% de los nuevos suscriptores globales llegó desde la región de Asia Pacífico, donde sus ingresos aumentaron un 66% con respecto a 2019, con especial relevancia de Japón y Corea del Sur. Desde finales de 2019, Netflix ha aumentado sus inversiones en la zona y ha cerrado acuerdos con los principales estudios de Corea para difundir sus programas.
Más allá de los buenos resultados en sus países de origen, el interés de las plataformas por estos contenidos se debe también a su gran acogida en todo el mundo. La serie surcoreana Sweet Home fue un éxito en Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia o la India, y títulos como Kingdom, El rey, monarca eterno o Está bien no estar bien estuvieron entre los más populares en Filipinas, India, Japón, Malasia, Tailandia, Singapur y Taiwán. Por su parte, los animes japoneses aparecieron en el listado de los programas más vistos en casi 100 países en 2020, con lugares tan variados como Francia, Taiwán, Perú, Chile y Tailandia en esa lista.
Otras plataformas como Disney+ y HBO Max parecen dispuestas a seguir el camino iniciado por Netflix e invertir en animes y dramas coreanos ahora que comienza a ponerse en marcha la producción local en estas regiones. El periódico coreano Herald Economy aseguró recientemente que el conglomerado WarnerMedia (propietario de HBO Max) está en negociaciones para comprar una participación del sello musical coreano HYBE, al que pertenece la popular banda BTS, un verdadero fenómeno en Corea del Sur. De cerrarse este acuerdo, HBO Max tendría los derechos de transmisión internacionales de sus conciertos, entre otros contenidos. Según The Hollywood Reporter, Disney tiene la intención de montar un equipo en Japón para desarrollar producciones originales de anime. La batalla de las plataformas por la conquista del Este asiático está servida.
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