La producción de series se emancipa de Estados Unidos
El parón de rodajes por la pandemia provoca, junto con una demanda insaciable de ficciones, un espectacular auge en productos internacionales
La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del contenido audiovisual internacional en las grandes plataformas digitales, y el reciente MipTV, el gran mercado internacional de productos televisivos que se ha celebrado esta semana de forma totalmente virtual, lo ha ratificado. Una parte importante de la actividad que tiene lugar en este encuentro, uno de los más importantes de la industria televisiva, es la compraventa de formatos audiovisuales: las cadenas y productoras muestran su catálogo de propuestas y compradores internacionales acuden a la caza de contenido interesante con el que nutrir su oferta.
Las grandes plataformas estadounidenses tienen más claro que nunca la importancia del contenido generado en países de todo el mundo, tanto producido por ellos mismos como por terceros. Medios especializados como Variety o The Hollywood Reporter han destacado como la nota dominante del MipTV de este año los claros signos de crecimiento de la industria internacional.
Un informe de la consultora Glance muestra cómo en 2020, Europa y Sudamérica superaron a Norteamérica como las regiones donde más televisión se vio. Aunque, según este estudio, el consumo de televisión se ha mantenido estable desde 1982 de forma global, hay algunas diferencias entre regiones: si Norteamérica lideraba hasta ahora el listado de minutos diarios ante la televisión, en 2020 fue Europa la que se impuso. Uno de los factores que puede explicar este vuelco son las restricciones de movimiento impuestas por la pandemia. Pero la importancia de los mercados televisivos ajenos a Estados Unidos es evidente para las plataformas internacionales. Un ejemplo: en Estados Unidos creció un 10% los minutos de contenido de plataformas respecto a 2019, mientras que Francia casi dobló el número de minutos consumidos en Netflix en 2020 respecto a 2019.
En el caso de Netflix, más del 80% de las nuevas suscripciones el año pasado procedieron de fuera de Estados Unidos y Canadá, principalmente de Europa. El éxito mundial de títulos como la francesa Lupin, la alemana Dark o las españolas La casa de papel y Élite es incuestionable y destacado por la plataforma con frecuencia. Los directivos del gigante del audiovisual tienen clara la importancia de la producción internacional y destinan grandes sumas de dinero a desarrollarla. Para las grandes plataformas “es primordial lanzarse en tantos mercados como sea posible y forjar acuerdos de distribución con proveedores locales”, explica el analista Paolo Pescatore en The Hollywood Reporter. “Hay que construir una comunidad, adaptar el negocio, comprender los hábitos de los espectadores y luego invertir en producción local”. En definitiva, aplicar una estrategia que suelen describir como glocal: pensar de forma global y actuar de manera local.
Para Elena Neira, profesora de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya y autora del libro Streaming Wars, “la producción de contenido internacional les permite estrechar lazos con los distintos países en los que están implantados. Además, involucrar talento artístico local influye en la captación de públicos en estos territorios”. Neira también destaca la gran capacidad de esas producciones de viajar a otros lugares de forma natural, “de manera que la eficiencia de esos contenidos fuera de los países de origen también es un incentivo, sobre todo teniendo en cuenta que los costes de producción son menores”.
Otro factor que ha contribuido a revalorizar la fuerza del contenido internacional en las plataformas: el frenazo que la pandemia ha supuesto a la producción audiovisual, especialmente en Estados Unidos. Bloomberg asegura que el número de producciones originales de Netflix estrenadas en lo que va de año en Estados Unidos ha descendido un 12% respecto al mismo periodo en 2020. Aunque hasta ahora las reservas de contenido estaban bien surtidas, a estas alturas de la pandemia empieza a notarse que los suministros decaen (aunque sea ligeramente, el dato contrasta con el constante ascenso experimentado hasta ahora). El artículo señalaba la misma ralentización de estrenos en otras plataformas como HBO Max, Hulu o Amazon Prime Video. Donde no ha bajado el ritmo, e incluso ha aumentado, es en las novedades de animación, programas de entretenimiento y, especialmente, series de habla no inglesa. De ahí su importancia para surtir de oferta fresca a los catálogos.
Frente a las grandes compañías, plataformas más pequeñas y centradas en contenido de nicho también están tratando de hacerse un hueco en el mercado internacional. Acorn TV, por ejemplo, servicio estadounidense especializado en series y películas de origen británico y australiano, se expandió en 2018 a Latinoamérica, Sudáfrica y países europeos como Suecia, Noruega, Países Bajos y España y ha llegado recientemente a Reino Unido y Portugal. Viaplay, plataforma propiedad del grupo escandinavo Nordic Entertainment Group, planea expandirse a una decena de mercados internacionales para 2023. Estas plataformas de públicos pequeños y asegurados no pueden ni pretenden competir con Netflix, Amazon y Disney, algo que sí busca la nueva alianza entre Televisa y Univision, que se han fusionado para convertirse en la principal productora de contenidos del mundo de habla hispana. Su intención es plantar cara en la guerra de las plataformas con el público latino en su objetivo y un catálogo que se nutrirá de contenido de las dos compañías.
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