Los Ondas 2021 homenajean el mundo de la radio y del periodismo
Carles Francino presenta la gala del “reencuentro de los premios tras la pandemia”
“¡Tía, estoy en los Goya!”. Le habla una chica a su móvil. Se enfoca a sí misma y, tras ella, las luces de colores anuncian la gala. La amiga a la que se dirige la corrige: “Son los Ondas, tía”, se oye. La chica se gira, comprueba… “Ay, pues eso”. El ambiente en la Gran Via de Barcelona, a las puertas del teatro Coliseum, es el de los que hace más de un año y medio que no se veía. Trajes de gala, caras famosas y, tras un vallado sobre el lateral de la calle, cortado al tráfico, curiosos, muchos curiosos. Y curiosos despistados, como la chica del móvil. Con 40 minutos de retraso, Aitana aparece en el escenario. Las autoridades, por fin, están acomodadas en el palco: Pere Aragonès, presidente de la Generalitat; Miquel Iceta, ministro de Cultura; Salvador Illa, jefe de la oposición en el Parlamento de Cataluña... El periodista Carles Francino, emocionado, agradece a la joven cantante su actuación y pido el segundo aplauso de la noche para los sanitarios. Aparece el humorista Raúl Pérez y le pide concisión. Empieza la gala, que contará con las actuaciones de los tres músicos premiados; Mikel Erentxun, Aitana y Pablo López.
La edición 68 de los galardones que otorga el Grupo PRISA (editor de EL PAÍS) a través de Radio Barcelona, de la Cadena SER, volvía a superar su récord, esta vez con las 550 candidaturas procedentes de 17 países de todo el mundo. En la gala de esta noche se concentraron también algunos de los ganadores de las ediciones de 2020, que no se celebró por la pandemia. Una noche en la que se dieron brincos de la ficción al documental; de la radio más tradicional a los podcast; de las series más rebeldes a los homenajes póstumos a Michael Robinson o Luis Eduardo Aute; de los secretos de MasterChef a los trabalenguas de Roberto Leal, presentador de Pasapalabra; de la comedia dura de Maricón perdido a los programas radiofónicos de más proximidad y arriesgados, como Què t’hi jugues.
Raúl Pérez, en la piel de los periodistas más mediáticos (”yo me marcho, entonces”, dijo Francino, con una sonrisa), amenizó el acto arrancando las risas de la platea. Era la previa al premio Ondas a la cobertura de la Eurocopa 2020 de Mediaset, “la más atípica de todas”, advirtió Manu Carreño. Y es que los Ondas son, por encima de todo, unos galardones periodísticos: “Es uno de los máximos galardones que nos pueden dar en el mundo de la comunicación”, dijo por la mañana, antes de la comida en el Palacete Albéniz, el periodista Carles Porta, director del programa radiofónica (y ahora, también televisivo) Crims, de Catalunya Ràdio y TV3, un repaso minucioso y esclarecedor de sucesos más, o menos, populares. En la gala, advirtió, tras agradecer el premio en castellano: “Ahora voy a decir unas palabras en catalán, será indoloro”, dijo, con humor, para destacar la importancia de un premio tan importante para un programa en catalán.
Fernando Ónega dedicó su premio (del año pasado) “a los que convirtieron la radio en un medio de comunicación útil y que ayudaron a proteger la democracia en este país”. En la misma onda, el premio especial de la organización fue para un personaje que es historia viva de la radio, Iñaki Gabilondo, “por su dilatada carrera radiofónica al servicio de la radio”. “Ya es hora de que me retirara”, comentó, con humor, reconociendo que, a pesar de todos los premios que ha conseguido a lo largo de su carrera (el primer Ondas, en 1969...), le hace muchísima ilusión este galardón. El periodista defendió a este medio: “Tiene una extraordinaria capacidad de adaptación en un tiempo muy rápido a las circunstancias pertinentes”.
Coincidió con él la directora de la Ser en Canarias, Lourdes Santana, cuando defendió la ingente labor informativa de los periodistas de La Palma en su cobertura de la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma, el 19 de septiembre pasado: “Es un evento muy televisivo, el volcán da muy bien en cámara, pero la radio ha conseguido informar sin recurrir al sensacionalismo para ganar audiencia”, dijo Santana.
No deja de ser periodismo un nuevo formato, el podcast, que ha llegado al mundo de la comunicación para quedarse. Lucía Lijtmaer e Isabel Calderón, creadoras de Deforme semanal ideal total, han compartido el premio al mejor podcast con Estirando el chicle, de Victoria Martín y Carolina Iglesias. “Estamos alucinadas”, dijo Isabel, antes de la comida de gala. “Un programa cultural y feminista, y de macarras como nosotras... ¡imagínate! Para nosotras es muy orgánico, lo que hacemos, porque es lo que nos va pidiendo el cuerpo”.
Incluso los más mediáticos entienden lo que significa un Ondas: “¡Flipé cuando me dijeron que me iban a dar el Ondas!”, comentó Aitana, en los jardines del Albéniz. “‘¿Tú sabes lo que es que te den un Ondas?’ me dijo mi padre... Lloré, claro que lloré”. También lo sabe Jordi Évole. Tan mediático como la joven cantante de OT, periodista luchador y ya veterano, habitual en los Ondas, que ha sido premiado por su documental Eso que tú me das, una entrevista al músico Pau Donés, que fue el testamento vital del cantante. “El premio es para Pau, que nos dejó una auténtica lección de vida”, dedicó Évole, que aprovechó para agradecer la sanidad pública y recordó a dos colegas que pasan por malos momentos: Julia Otero y Ana Rosa Quintana. Recogió el premio con Marc Donés, hermano de Pau, que reconoció que el documental también ha sido una lección para la familia. Jordi Évole, que cerró la gala, lo hizo cantando versos de Pau, con acompañamientos del público: Te tiendo la mano / tú agarras todo el brazo / y si quieres más pues / ¡Grita!
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