_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cuba no nos importa

Un documental recuerda las penurias de la isla desde la caída del telón de acero y las oportunidades perdidas para el cambio. En España solo se atiende esta crisis para utilizarla en el mísero politiqueo

Un viejo automóvil en La Habana, en la mañana del lunes, al día siguiente a las protestas contra el régimen. En vídeo, tráiler del documental 'Cuba Libre'.Vídeo: YAMIL LAGE / AFP
Ricardo de Querol

El año 1989 no trajo el fin de la historia que proclamó Fukuyama, pero sí el desmoronamiento, por sí solo, del bloque comunista de Europa del Este. En cuanto cesó la represión, en cuanto Gorbachov renunció a sacar los tanques, se vino abajo un sistema esclerotizado que necesitaba dar miedo. China tomó nota: no abrió la mano en política y emprendió reformas en la economía. Cuba no hizo lo uno ni lo otro: se vio sola y pobre.

El último capítulo del documental alemán Cuba Libre (Netflix) repasa desde diversas voces cómo la isla tocó fondo en los primeros noventa, el Periodo Especial, y vivió inéditas protestas ciudadanas en 1994. Se resolvieron desplegando a la policía y a los fieles al régimen, como hacen ahora, y dejando irse a una avalancha de balseros. Entonces apareció la Venezuela de Hugo Chávez a dar el sostén que ya no daba la URSS: 100.000 barriles de petróleo al día, la mitad para ser revendidos.

Más información
TOPSHOT - Cubans take part in a demonstration in support of Cuban President Miguel Diaz-Canel's government in Arroyo Naranjo Municipality, Havana on July 12, 2021. - Cuba on Monday blamed a "policy of economic suffocation" of United States for unprecedented anti-government protests, as President Joe Biden backed calls to end "decades of repression" on the communist island. Thousands of Cubans participated in Sunday's demonstrations, chanting "Down with the dictatorship," as President Miguel Díaz-Canel urged supporters to confront the protesters. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)
Revolucionarios cubanos confundidos
Protestas en Cuba
La ola llegó a Cuba

Cuba Libre no pasa de 2015, cuando es evidente el hartazgo de la población, sobre todo la joven, y cuando el régimen desaprovecha otra oportunidad de oro para el cambio: el deshielo que se atreve a iniciar Obama. Trump cortó esa vía y Biden no parece interesado en reabrirla.

Como la Venezuela después de Chávez, la Cuba sin los Castro se asfixia en la precariedad e insiste en la mano dura. Y en España solo parece interesar nuestro mísero politiqueo: si este dice o no dice que Cuba es una dictadura —lo es—, si lo que hay que condenar es el embargo de Washington —injusto y contraproducente, pero no justifica nada—. Algunos siguen presos de la desfasada idea romántica del reducto rodeado de enemigos, Numancia, la aldea de Astérix. Otros solo utilizan esta crisis para tirársela a la cara al de enfrente. Pobre Cuba, en realidad no nos importa nada. Por eso no pintamos nada allí.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ricardo de Querol
Es subdirector de EL PAÍS. Ha sido director de 'Cinco Días' y de 'Tribuna de Salamanca'. Licenciado en Ciencias de la Información, ejerce el periodismo desde 1988. Trabajó en 'Ya' y 'Diario 16'. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Sociedad, 'Babelia' y la mesa digital, además de columnista. Autor de ‘La gran fragmentación’ (Arpa).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_