Premios
Flipo en colores al enterarme de que a partir de ahora ya no existirá el sexismo en el Festival de Cine de San Sebastián a la hora de conceder sus ancestrales premios a las mejores interpretaciones masculina y femenina


Pongo a prueba todos los días mi capacidad para quedar estupefacto ante noticias que veo, escucho o leo. Creía que el bochorno que me asaltó con la revolucionaria definición de una ministra entre cursi y jacobina sobre el sexo de la infancia, exigiendo que se hable de niños, niñas y niñes era insuperable, pero descubro cotidianamente que la estupidez no tiene límites. Y que está arrasando que la policía del pensamiento puede enmarcar en sus listas negras cualquier disidencia hacia su dadaísta imperio.
Mantengo antigua e indestructible amistad con José Luis Rebordinos, director del Festival de Cine de San Sebastián. Y con alguna otra persona de su equipo. Pero flipo en colores al enterarme de que a partir de ahora ya no existirá el sexismo a la hora de conceder sus ancestrales premios a las mejores interpretaciones masculina y femenina. Imagino que con el noble propósito de no discriminar a los intérpretes transexuales o de otras condiciones genéticas, que el concepto masculino y femenino ya es algo retrógrado y medieval. Pues vale. También me cuentan que una de las principales ofertas en la próxima edición del festival será un ciclo titulado Flores en el infierno. La edad de oro del cine coreano. Y percibo que estoy muy viejo, que ya no me queda energía para seguir hablando de la nada.
También me asalta un escalofrío duradero al observar la programación del inmediato Festival de Cannes, que algunos consideran poderosa y selecta. Desconozco a algunos directores nuevos, pero la obra de la mayoría de aquellos que lamentablemente he tenido que sufrir durante décadas en los festivales (gran parte de ese cine era inestrenable en las pantallas comerciales) me provoca tanto tedio como miedo. Ojalá que me equivoque. Entretengo la espera de tanto cine profundo y vanguardista leyendo en la sección cultural de los periódicos cosas como esta danza contemporánea andaluza contra los corsés de la masculinidad. Y así todo el rato. Qué pesadilla.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Nigeria tras las amenazas de Trump por los asesinatos de cristianos
Se eleva a 10 el número de fallecidos al volcar un autobús en Veracruz
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva































































