Angela Zhang, profesora: “En China se ha llevado la adicción de apps como TikTok, Temu o Shein a la perfección”
Esta investigadora analiza el impacto de la regulación en la industria tecnológica china, que funciona con un sistema distinto al occidental debido a las relaciones entre Gobierno, empresas y opinión pública
Angela Zhang, profesora de la Universidad de Hong Kong, es especialista en cómo China regula y vigila a sus tecnológicas. China es siempre citada como la segunda gran potencia mundial: apps como TikTok, Temu o Shein son de origen chino y están entre las más usadas del mundo. Sus coches eléctricos, baterías o teléfonos son también líderes en muchos mercados. Pero se sabe poco sobre su mercado interno y los porqués de sus éxitos y fracasos. Zhang, de 42 años y nacida en Hong Kong, acaba de publicar un libro titulado High Wire, sobre regulación y tecnología, de momento solo en inglés. Hace unos días pasó por Madrid invitada por el Aspen Institute para explicar los cambios de este país desde dentro.
Zhang está en la incómoda situación de ser prochina cuando habla en EE UU, muy preocupados ahora por el crecimiento de una nueva potencia, y demasiado “franca” para el propio Gobierno chino: “Debido a que soy tan franca y crítica con el gobierno chino, allí no me dan la bienvenida”, dice. El libro de momento no está traducido al chino: “He viajado a nueve países a presentarlo, a la China continental no he ido”, dice. “Si lo traducen igual es influyente en China y es una influencia que no me hará ningún bien”.
Pregunta. ¿Por qué las apps chinas son tan competitivas fuera?
Respuesta. Porque son realmente buenas. La barrera de entrada en la tecnología de consumo es relativamente baja, a diferencia de los semiconductores u otros hardware. Y China es un mercado enorme, un gran campo de pruebas donde las empresas pueden experimentar. Es un mercado ferozmente competitivo y, en parte, esa es la razón por la que China ha podido fomentar una tecnología de consumo tan exitosa. También China es hogar de muchos buenos ingenieros informáticos. Imponen además una ética de trabajo increíblemente dura a sus empleados. Tienen un horario 996 [expresión popular para referirse a jornadas de 9 a 21h y de lunes a sábado]. Los hacen trabajar muy duro. También son muy buenos con la experiencia de usuario: usan la psicología para analizar los productos y hacer que los usuarios se vuelvan adictos.
P. Suena a algo casi subliminal.
R. Ahora todos más o menos copian a los chinos para hacer algo así. Han alcanzado otro nivel en el diseño de sus apps de consumo.
P. Parece preocupada.
R. Lo que más me preocupa es la adicción de sus apps porque las han llevado a la perfección, como TikTok, Temu o Shein. Dentro de una empresa, sobre todo en el estilo de gestión, es un entorno de negocios muy competitivo incluso internamente: dividen su fuerza laboral en varios equipos para crear la misma app. Ese tipo de competencia interna realmente lleva el producto a la perfección. Es una forma muy dura de gestión porque si no eres bueno, te quedas fuera de juego. Es como unos juegos del hambre. Ganan mucho dinero, pero las empresas chinas realmente explotan a los empleados.
P. En China no puede usarse ChatGPT.
R. No, no quieren venir.
P. ¿Por qué?
R. No quieren estar sujetas a la regulación china. China introdujo medidas para regular la inteligencia artificial en 2023. Esto obligaba a las empresas a cumplir con muchos requisitos de transparencia. No creo que OpenAI o Microsoft quieran divulgar ese tipo de información a los reguladores chinos.
P. ¿Pero esa transparencia está relacionada con cuidar los valores socialistas?
R. Sí, también. Creo que ninguna de estas empresas estará interesada en ofrecer este tipo de servicio público porque tendrían que cumplir con este requisito: necesitas estar alineado políticamente con los valores socialistas. Es la misma historia de por qué Google salió de China. Ninguna gran empresa de redes de EE UU ofrece servicios en China por los requisitos de censura de información.
P. ¿Cómo hacen las empresas chinas para evitar las alucinaciones con los valores socialistas?
R. Cuando salió el primer borrador de la ley en abril del año pasado, incluía un requisito imposible: tu IA debía ser precisa y verdadera, lo cual es imposible por esas alucinaciones. Pero lo suavizaron y ahora solo necesitan hacer todos los esfuerzos posibles para asegurar que sea precisa y verdadera. En la práctica, desde el punto de vista de la empresa, son muy cautelosos. A menudo, para muchas preguntas no obtienes respuesta.
P. ¿No es un problema limitar tanto los modelos?
R. Para obtener la licencia del regulador de Internet chino, necesitan hacer una prueba con mil preguntas. Y luego deben asegurarse de que la tasa de precisión supere el 90% o algo así.
P. Hay rankings de grandes modelos de lenguaje en chino. Hay una brecha significativa entre GPT-4 y los modelos chinos.
R. Algunos dicen que las capacidades de sus modelo de lenguaje han alcanzado 3.5 o casi 4. Pero si preguntas a usuarios comunes cómo se sienten, la experiencia del usuario definitivamente no es tan buena como usar ChatGPT porque muy a menudo no obtienes ninguna respuesta. No es solo porque la forma en que escriben puede sonar como una computadora o un robot, y no como un humano. La calidad de las respuestas no es tan buena. De alguna manera, esto obstaculiza el desarrollo de GPT orientado al consumidor en China. Dicho esto, muchos de los servicios de GPT están orientados a uso empresarial y eso no está sujeto a regulación porque lo que preocupa a los reguladores chinos son los servicios públicos que pueden movilizar la opinión pública. Así que, en la medida en que solo ofreces servicios a Huawei, Xiaomi o para conducción autónoma, no hay problema.
P. China ha sido célebre también por la regulación con los adolescentes.
R. Sí. Condenaron los videojuegos de Tencent como opio espiritual. Y trataron de restringir el acceso de los adolescentes a una parte del tiempo que pasan con videojuegos.
P. ¿Se aplican estas medidas?
R. Sí. En realidad, afectó a un pequeño porcentaje del negocio. La mayoría de los videojuegos los juegan adultos. Aún así, este tipo de propaganda gana apoyo popular para el gobierno de muchos padres que se preocupan por el abuso de estos juegos. Es el objetivo de la ofensiva. El gobierno interviene para dar poder a los usuarios indefensos de plataformas, como esos padres, adolescentes, o los repartidores, los conductores.
P. En Occidente hay un problema similar.
R. Las empresas se han vuelto tan influyentes y poderosas que, en cierto modo, uno piensa que el gobierno chino está haciendo lo correcto.
P. Pero si un niño chino de 12 años quiere hacerse una cuenta en Douyin, el TikTok chino, ¿es posible?
R. Hay muchas formas en que necesitan el consentimiento de tus padres para abrir cuentas de redes sociales adecuadas o para acceder a juegos. Hay niveles diferentes de límites dependiendo de la edad. Pero no creo que ninguna de estas plataformas imponga este límite en serio, porque hay un millón de formas en que los niños pueden sortear esta restricción.
P. Eso es lo que creemos aquí. Pero luego piensas que quizá el gobierno chino lo ha logrado con su mano dura.
R. No. La gente piensa que el TikTok chino es más limpio y puro que el Tiktok exterior porque el gobierno chino impone un control estricto sobre el contenido. Pero no es cierto. Porque así es como la plataforma gana dinero. A menudo captan la atención con todos estos vídeos virales que son malos para los adolescentes. Fundamentalmente, el gobierno impone requisitos de moderación de contenido muy estrictos en la plataforma, pero con un claro énfasis en la política. Lo que realmente les importa son los desajustes políticos. La pornografía u otros contenidos dañinos son secundarios. Cada plataforma sabe que esa es la forma de ganar dinero y esos son los contenidos virales que pueden generar beneficios. Incluso si el gobierno es muy poderoso y vigila, no puede captar todo lo que sucede. Su prioridad es la política, asegurar el alineamiento político con los valores socialistas.
P. Pero igual la pornografía va en contra de los valores socialistas.
R. Les importa más la independencia.
P. ¿De Taiwán?
R. Sí. Ya es bastante con lo que la empresa tiene que lidiar. Tienen que adaptarse y cambiar constantemente por los requisitos del gobierno. Saben que eso es básico. Lo hacen con mucho cuidado. O por ejemplo si hay un vídeo viral que provoca suicidios entre adolescentes, empezarán a preocuparse. Porque eso afecta la estabilidad social. Al fin y al cabo, les importa todo lo que pueda movilizar a la opinión pública. Si no se llega a ese nivel de movilización, no les importa mucho.
P. Los deepfakes sí les preocupan.
R. Sí, los políticos están muy preocupados por los deepfakes. Por eso China es el primer país en introducir normas para regularlo, así que ya introdujeron una ley y entró en vigor en 2023. China es un país enorme y hogar de una economía sumergida muy grande que se especializaba en producir fraude. : productos falsificados, reseñas falsas y ahora falsificaciones profundas. Ya tenemos muchos escándalos financieros que utilizan tecnología deepfake para defraudar a las personas para que no envíen dinero, y mucho de esto ya está sucediendo en China.
P. ¿China tendrá pronto una nueva ley de IA?
R. Han iniciado el proceso legislativo para una ley nacional de IA. Mi predicción es que tardarán al menos dos años.
P. ¿Por qué China hará esta ley?
R. Hay varias razones. Primero, Europa está muy cerca de finalizar una. Y eso, de alguna manera, pone presión en otras grandes jurisdicciones. No se ve bien que no tengas una. Muestra que tu gobierno no está haciendo lo suficiente para regular esta tecnología. Así que queda bien tenerlo en la lista de pendientes. Segundo, China es un país muy grande. Al igual que la UE comparte esta preocupación de tener una entidad única. Queremos que todos los gobiernos provinciales trabajen juntos. Así que tener una ley nacional orienta a los gobiernos locales sobre cómo actuar, cómo regular la IA, porque los gobiernos locales también tienen algunas funciones regulatorias.
P. Pero China, como EE UU, también tiene razones para esperar.
R. Sí. China quizá adopte un enfoque de esperar y ver. Iniciar el proceso no significa que lo hagan mañana; aunque si quisieran, podrían hacerlo mañana. Primero, pueden esperar y ver qué pasa y, segundo, pueden querer dar al mercado y a los inversores tiempo suficiente para entender lo que el gobierno pretende. No quieren que se vea que el Gobierno está imponiendo regulaciones que podrían desalentar la inversión. Esto es lo último que quieren y, especialmente, lo que cuento en mi libro: China atravesó una represión sin precedentes entre 2020 y 2022 y una de las graves consecuencias fue que los inversores internacionales huyeron del sector tecnológico chino. Hay una crisis de confianza no solo en la tecnología sino en la economía en general. El gran problema ahora es cómo revivimos la economía. ¿Cómo estimulamos el mercado? ¿Cómo recuperamos la confianza de los inversores? Así que no quieren imponer otra regulación estricta que pueda sabotear toda esta confianza que están tratando de construir. Definitivamente, tomarán un enfoque de esperar y ver y, incluso si tienen una ley, podría ser muy diferente de la que tiene la UE. Incluso tenerla no significa que la vayan a hacer cumplir.
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