La energía, la gran protagonista
La capacidad española para ser un referente en hidrógeno sitúa al país a la cabeza del desarrollo a escala mundial de esta fuente
El cine tiene bastante que ver con Retina, quizá porque vive también a través de la mirada. En 2022, coincidiendo con el centenario del nacimiento del director Luis García Berlanga (1921-2010), se utilizó el metraje, a través de algunas de sus mejores películas, para narrar las diez tendencias del año. Este 2023, el Séptimo Arte, en una decena de carretes, sobre todo nacionales, es a la vez la excusa y la pantalla.
La primera tendencia llega por sorpresa. El fin de la abundancia. Es sencillo escribir un guion sobre la derrota. Muéstrame un héroe y te enseñaré una tragedia. Ahí sufrimos el coste de la energía o la subida de los tipos de interés. Transformaciones, cambios, colapsos, desigualdad, incertidumbre. Pero sobreviviremos. Una de las películas de estos tiempos es Pacificition, de Albert Serra, donde emerge el miedo a la reanudación de los ensayos nucleares en la Polinesia Francesa.
(El diálogo entre un representante del Gobierno y un miembro de la comunidad).
—No somos amigos. No somos amigos—.
—Estás hablando con una voz del Estado. Trato de cuidar a la gente lo mejor que sé—, afirma.
—De verdad—.
— ¿Estás sorprendido? —. Ironiza el funcionario.
“Ese término, el fin de la abundancia, que me parece algo excesivo, no debe enmascarar las diferencias sociales: hay que construir una transición, pero sin dejar a nadie atrás”, afirma Teresa Riesgo, secretaria General de Innovación, Ministerio de Ciencia e Innovación.
Se inician nuevas proyecciones. Autonomía estratégica. Lo que el año pasado se llamó “soberanía digital”. La seguridad de tomar tus propias decisiones como país. ¿El filme? Competencia oficial. Las vivencias de un casting llevadas al extremo. Reprocha, en la cinta, Antonio Banderas a Óscar Martínez: “Tú también te arrastras por dinero, solo que por menos que yo”. Doce palabras que resumen una época de competencia global.
En Alcarràs, la porfía extrema por la cosecha de melocotones en la Cataluña rural recuerda el valor de otra tendencia: la transición justa. También la memoria de una niña cantando con una de esas voces que el oído sigue atento como si cada verso semeje un conjunto de notas que jamás volverán a interpretarse. “Si el Sol fuera jornalero / No madrugaría así / Si el marqués fuera quien trillara / De hambre nos moriríamos ya/”.
“Cuidar de los perdedores del cambio digital. Reivindicar el valor de la transición senior y el aprendizaje continuo”, reflexiona Luis Abad, consejero delegado de CapGemini.
—Es fácil ser un idealista apasionado cuando la gente se encarga de lo que tú no quieres ocuparte—.
Ese es el reproche que la actriz Vicky Luengo (Elena) le lanza a Pol López (Iván) en la película Suro. El flujo de conciencia de una pareja que quiere construir una vida entre bosques de alcornocales. Es la tendencia que el Observatorio Retina asocia con el presente del trabajo. “Hay algo esencial que a veces se olvida: la gestión del cambio”, avisa Sergio López Navarro, consejero delegado de la consultora Hiberus. “Y esa transformación es, también, desde luego, el trabajo. Sin olvidar retener y atraer el talento”.
Las luces funden, otra vez, a negro. Oswald: El falsificador es un documental sobre un pintor catalán maestro en dar vida a óleos falsos. Mira a cámara. “Me llamo Oswald, lo que os voy a contar nunca lo creeríais. Pero resulta que es verdad”. Muestra una cierta relación con esa tendencia a la inteligencia artificial creativa. Una mezcla entre lo artesano y lo tecnológico. Lo que la tecnología permite y la ética justifica. Junto con la energía, la más transversal de todas las iniciativas económicas.
Mientras, el celuloide Mantícora propone una quimera. Una criatura mítica. Sus líneas tienen que ver con la tendencia a la datificación. Todo es transformable en datos. “La datificación resulta esencial para la libertad individual, y custodiar su control, un inmenso reto”, admite Almudena de la Mata, consejera delegada de Blockchain Intelligence. La historia cinematográfica es la de un talentoso diseñador de videojuegos, Julián (Nacho Sánchez), que se enamora de Diana (Zoe Stein). “Me gustan tus monstruos, tienen una mirada melancólica, como si les preocupase algo”, sostiene ella.
En la sala contigua, Modelo 77 ilumina una carrera penitenciaria por la libertad. La tendencia está asociada a la ciberseguridad. En tiempos de guerras híbridas nadie duda de su inmenso valor. “Porque el derecho de todo preso es fugarse”, defiende Pino (Javier Gutiérrez), un recluso que conoce el sistema. Y la obligación de un país es proteger sus flujos de información.
La película con mejores críticas, As Bestas, coincide con la tendencia más importante de 2023. Energía: hidrógeno. La búsqueda de una pareja francesa de un proyecto de vida en una aldea de Galicia, y el estallido que provoca la llegada de los foráneos a una tierra alambrada alrededor de sí misma.
—Cada vez que me levanto a las cinco de la mañana me acuerdo de ti: y ahí empieza un día precioso—, comenta, al igual que una amenaza, uno de los lugareños al francés. […]
— ¿Y luego qué? No pararán. Son ingobernables—, le advierte su pareja Olga (Marina Foïs).
—Nos defenderemos—, sostiene Antonie (Denis Ménochet). Nos defenderemos—.
La energía lo es todo. Y la capacidad española para ser el referente europeo en hidrógeno, pronostica David Villaseca, Chief Digital Officer (CDO) de Cepsa, resulta incontestable. Hay confianza en esa antigua molécula con “H”.
Quedan dos películas. Quedan dos tendencias. Salud: biotecnología. Y nada más contemporáneo que una madre (Laia Costa, en el papel de Amaia) que duda sobre si sabrá serlo. Cinco lobitos. La existencia resumida en tres frases con ella.
—¿Habéis pensado cómo os vais a organizar la vida? —, dice su madre.
—Bueno, yo puedo trabajar desde casa—, responde Amaia.
—O sea, ¡qué no habéis pensado en nada!—, recrimina aquella.
“En las sociedades occidentales, esencialmente no están cambiando las cosas”, condensa Pedro Mier, presidente de Ametic, la asociación que representa a la industria digital en España. “La lluvia moja; no cala”.
Falta una tendencia. Seguridad y defensa: doble uso. “Todo lo que hacemos tiene esa visión duplicada. La defensa es básica, pero también lo son las infraestructuras aeroportuarias que están bajo la protección última del ministerio del ramo”, aclara Ignacio Mataix, consejero delegado de Indra. Una vía de doble sentido. “Somos socios de referencia de clientes que gestionan infraestructuras críticas”, concluye. ¿La película? Un año, una noche, de Isaki Lacuesta. ¿El guion? Dos supervivientes al desamor y al ataque terrorista en la sala parisina Bataclan.
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