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Tiros con el móvil, hologramas en Facebook y fábricas de cosas: qué nos trae el futuro según el MWC

El gran tema de la feria de Barcelona ha sido el 5G, que no se desplegará del todo y tendrá consecuencias reales hasta 2025

Jordi Pérez Colomé
Un grupo de visitantes fotografía una novedad en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.
Un grupo de visitantes fotografía una novedad en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.AFP

Las ferias como el Mobile World Congress tienen trampa. Las compañías traen sus productos más avanzados. Llevamos años viendo robots, taxis aéreos, 5G y drones portapaquetes. Pero nada culmina. A todos los retrasa alguna combinación de problemas: regulación, coste, límites técnicos o que son un prototipo.

Así, cuando llega la novedad ya parece vieja.

Las predicciones a tantos años requieren humildad y aunque lo hubiera predicho bien, nadie me hubiera creído

Así que un artículo sobre tendencias futuristas en una feria tecnológica es una mezcla de adivinar qué va en serio. "Si en 2001 en mi primer 3GSM en Cannes [el preludio del Mobile] me hubieran preguntado qué iba a ocurrir 10 años después hubiera tenido que decir: habrá tarifa plana de 3G, llevaremos un ordenador en las manos, los portales como Yahoo o AOL desaparecerán y nada de eso será gracias a Nokia o Microsoft", dice Benedict Evans, socio de Andreessen Horowitz, una empresa de capital de riesgo de Silicon Valley. "Las predicciones a tantos años requieren humildad y aunque hubiera predicho bien aquello, nadie me hubiera creído", añade.

Con humildad, estas son cosas que tienen opciones de confirmarse en cinco años:

1. El 5G dominará el mundo. Esta es la más fácil, pero hoy sigue sin existir. Ya hay móviles 5G pero no tienen aún una red donde conectarse. Aunque es inminente. La pregunta es: bueno, ¿y qué implicará?

Una red 5G no conlleva necesariamente más velocidad de descarga. El mejor modo de pensar en una red 5G es como un "ordenador cerca". La red tal y como la conocemos dejará de tener solo cables para tener servidores en el sótano de casa, por la calle o junto a la antena. ¿Qué implicará eso? Primero, menos latencia. La latencia es el tiempo que pasa entre tocar la pantalla o un mando y que algo ocurra. 

Dos, más capacidad. Habrá muchas cosas conectadas: ascensores, neveras, coches, farolas, aparcamientos, patinetes. Eso necesita más red para que no se sature. Es el famoso internet de las cosas. También permitirá que en un concierto o en una manifestación haya por fin cobertura. Tres, con ordenadores cerca en la red, nuestros dispositivos estarán más liberados y podrán hacer más cosas.

Todo esto empezará a partir de 2020 en España. Pero el cambio será progresivo: ¿qué pasará en 2025? Esta es quizá la pregunta más importante que colgaba sobre el Mobile. Este año en el Mobile había reconocimiento facial para entrar. Tras detenerte, la cámara tardaba un par de segundos en reconocerte. Antes de 2025, según Pete Lau, fundador de OnePlus, fabricantes de móviles, este proceso será invisible. La entrada será abierta y la cámara detendrá a los no registrados.

Pero eso solo es un paso. Si la realidad mixta o aumentada ha desarrollado unas gafas ligeras –y la ley lo permite– podríamos ver nombres encima de la cabeza de las personas, además de toda la realidad marcada con detalles.

El 4G habrá durado una buena década. "El 5G es una tecnología que revolucionará las redes para los próximos 20 años", dice el profesor Arturo Azcorra, director de Imdea Networks. Benedict Evans es más escéptico: "Me cuesta ver el 5G como algo radicalmente distinto. Es la continuación de la red móvil: más velocidad, menos latencia". Ambos pueden tener razón: Netflix o Uber eran inimaginables en 2007. Ahora también habrá aplicaciones inimaginables.

La nueva red permitirá a varios jugadores compartir el mismo espacio, verse en su móvil y dispararse

2. Tiros en la calle. Los juegos son la aplicación más repetida para la red 5G. Es la más fácil de imaginar hoy. El creador de Pokemon Go, John Hanke, fundador de Niantic, estuvo en el Mobile. Cree que el 5G dará una amplitud extraordinaria a sus obras. La nueva red permitirá a varios jugadores compartir el mismo espacio, verse con su móvil y dispararse sin latencia: "Estará cerca de 10 milisegundos. Ahora hay 100 en una buena red", dice Hanke. Tocarás la pantalla y saldrá un rayo que chocará contra quien tengas delante.

3. La era del holograma social. Los hologramas son otro recuerdo de la ciencia ficción. Pero cada vez serán mejores y más reales. "La presencia virtual en directo será el futuro de las redes sociales", aventuró Cristiano R. Amon, presidente de Qualcomm. Ya no chatearemos con los amigos, sino que charlaremos en directo con sus hologramas. ¿Los tocaremos? Botones virtuales ya se pueden tocar.

Microsoft presentó sus HoloLens 2. No son perfectas, pero un holograma se ve nítido aunque no entero. El campo de visión ha crecido, pero sigue sin ser como el ojo. El dispositivo es más ligero y adaptable, pero aún es un mamotreto que hay que ajustar y calibrar. Y cuesta 3.500 dólares. No son viables para el consumo. "Pero en 2006 una charla TED donde se presentó una pantalla táctil en una mesa recibió grandes ovaciones", recuerda Evans. Un año después Apple hizo de aquella mesa la pantalla de un móvil. Puede pasar con estas gafas.

4. Las fábricas de cosas. Las plantas industriales en los polígonos ya no construirán para ser una cadena de montaje de coches o televisores. "Habrá fábricas de cosas", dice Azcorra. "La agilidad de las plantas para cambiar entre producir coches, lavadoras y zapatillas será extraordinaria. Y los robots requerirán cada vez menos asistencia exterior", añade.

La red 5G permitirá sacar el control del propio robot, que ahora tiene su software con su hardware, y llevarlo a la red. ¿Qué permitirá hacer esto? Liberar a los robots: serán más fáciles de recolocar y reprogramar. "Puede verse como robots androides. Si se pueden tener robots que hagan lo mismo que un humano, es enormemente flexible", dice Azcorra. La industria 4.0., parece, será en parte esto.

Móviles con el sistema operativo de KaiOS en exposición en el MWC 2019.
Móviles con el sistema operativo de KaiOS en exposición en el MWC 2019.

5. Los teléfonos viejos también son tendencia. No todos los móviles nuevos son de pantalla plegable. En África subsahariana la red no es ni siquiera 3G. Hay un mercado enorme para teléfonos que combinan el teclado de los viejos Nokia con una pantalla ligeramente más grande y cuestan 20 dólares. La empresa KaiOS, fundada en 2017, ha creado un sistema operativo que adapta apps para esa combinación: tiene Facebook, buscador de Google con voz, Google Maps y muchas otras. Dan servicio a 50 millones de usuarios en India sobre todo y prevén tener 150 millones antes de fin de año con su expansión africana.

No solo hay empresas en países en desarrollo que buscan un hueco en un mercado maduro. En Europa los teléfonos reacondicionados –sobre todo Apple– son también una tendencia: son teléfonos viejos remozados para funcionar como nuevos.

6. ¿Y las pantallas plegables? Quién sabe. Pero si 5G trae más capacidad, es lógico pensar que una pantalla más ancha que siga cabiendo en el bolsillo sea útil. Además de Samsung y Huawei, hay otras opciones: móviles más pequeños o pantallas adaptables a cualquier superficie. "Puede ser que en tres años nos hayamos olvidado de los móviles plegables. Y puede ser que en tres años todos nuestros móviles se plieguen por la mitad", dice Evans.

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Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.

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