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El ecosistema de Xiaomi refuerza su presencia en Europa con un móvil para videojuegos

Black Shark es el primer ‘smartphone’ con un sistema de refrigeración líquida que permite sacar todo el rendimiento al ‘hardware’

El nuevo móvil de la marca china Xiaomi, con su accesorio de controles para vídeojuegos.
El nuevo móvil de la marca china Xiaomi, con su accesorio de controles para vídeojuegos.Xiaomi

Es un hecho que cada vez hay más gente que utiliza el teléfono móvil para jugar. Con la proliferación de los smartphones, hace tiempo que los productores de videojuegos han dejado atrás el juego de la serpiente y ofrecen complejos programas que pueden rivalizar con los desarrollados para consolas y ordenadores. Así, no es de extrañar que sea la plataforma que más crece en el sector de los videojuegos, un negocio que podría alcanzar los 100.000 millones de dólares en 2021. Casi el doble de lo que facturó el año pasado.

En esta coyuntura, los fabricantes de móviles han visto oportunidad de negocio y han comenzado a diseñar terminales con los amantes de los videojuegos en mente. China quiere ponerse a la cabeza, y por una buena razón: 577 millones de sus habitantes juegan en el móvil. Para disfrutar de la experiencia, necesitan aparatos que combinen un ‘hardware’ muy potente con un ‘software’ diseñado para que todos los recursos disponibles se dediquen al juego. Afortunadamente para ellos, este año tienen a su alcance el catálogo de modelos más nutrido.

La china Xiaomi no ha querido quedarse atrás y hoy redobla su apuesta por el mercado europeo con el lanzamiento de la empresa subsidiaria dedicada a los teléfonos para ‘gamers’: Black Shark. “Creemos que los videojuegos para plataformas móviles tienen un gran potencial, pero se han visto lastrados por aparatos poco inspirados. El perfecto móvil para jugar no es el que cuenta con el hardware más potente, sino el que suma esa potencia a la innovación, un diseño refinado, un software pulido, y un servicio centrado en la experiencia de juego”, explica la empresa.

Un móvil chillón

Su propuesta es un móvil con un diseño peculiar, llamativo y bastante chillón. Cuenta con un cuerpo metálico en diferentes texturas y con ángulos en forma de R que mejoran la ergonomía y permiten sujetar el aparato con fuerza y comodidad. En la tapa trasera no faltan unas brillantes líneas verdes y, en la mejor tradición de los futuristas teclados que tanto gustan a los ‘gamers’, un logotipo se ilumina cuando el Black Shark se está cargando y cuando el modo juego está activado.

Además, el aparato incluye un mando Bluetooth que se puede acoplar a un extremo del móvil y que lo transforma casi en una videoconsola. “Nos hemos enfrentado a un dilema, porque los controles físicos son mejores para el movimiento pero la pantalla táctil proporciona mayor precisión a la hora de disparar, por ejemplo. Así que hemos decidido incluir ambos”, explica la compañía.

Como no podía ser de otra forma, el Black Shark incluye potencia de sobra: el procesador Qualcomm Snapdragon 845, rey de la gama alta de este año, viene acompañado de 8 GB de memoria RAM, más incluso que la de muchos ordenadores. Pero aquí tienen especial relevancia también la antena en forma de X que mejora la recepción de la señal -vital cuando se juega ‘online’-, la tarjeta gráfica Adreno 630 -que procesa las imágenes de forma independiente-, los altavoces estéreo con sonido como para montar una discoteca, y la generosa batería de 4.000 mAh. que promete un día entero de uso intensivo.

Sistema de refrigeración líquida

Además, el Black Shark ha sido pionero en la adopción de una tecnología que cada vez será más utilizada en otros terminales: el sistema de refrigeración líquida. Este circuito que cubre el procesador evita que se caliente en exceso y que, por culpa de las altas temperaturas, no pueda rendir al máximo cuando el teléfono lo requiere. Los videojuegos consumen mucha energía y pueden calentar en exceso el terminal cuando están activos de forma continuada, pero este tipo de refrigeración es, según la empresa, 20 veces más eficaz que el resto. Eso se traduce en una temperatura hasta ocho grados inferior a la de otros móviles para juegos.

Entre el resto de especificaciones técnicas destaca la pantalla de 5,99 pulgadas y resolución FHD, que ofrece una experiencia superior gracias al chip diseñado por Pixelworks para procesar las imágenes, de forma que ganan en brillo y contraste sin que ello suponga un pesado lastre para la vida útil de la batería.

Y, como no podía ser de otra forma, el sistema operativo -basado en Android- cuenta con opciones especialmente diseñadas para los amantes de los juegos. La más llamativa es el menú superior que se puede activar rápidamente mientras se encuentra en modo juego para acceder de forma instantánea a las funciones que más se requieren: impedir la entrada de llamadas, habilitar el mando Bluetooth, deshabilitar el teclado en pantalla, o activar el modo nocturno para proteger la vista.

A pesar de que el principal objetivo del Black Shark es hacer de videoconsola, la empresa no ha olvidado que uno de los elementos más importantes de cualquier móvil está en sus cámaras. Sin duda, las del Black Shark distan de ser las mejores del mercado y carecen de elementos clave como el estabilizador óptico, pero prometen resultados decentes: el móvil está equipado con una cámara principal con dos objetivos muy luminosos -f 1.75- emparejados con sensores de 12 y de 20 megapíxeles, y la cámara ‘selfi’ toma imágenes de 20 megapíxeles.

En lo que el Black Shark no se diferencia mucho de sus competidores es en las dimensiones. La marca afirma que “no es un ladrillo”, pero tampoco luce un cuerpo esbelto. Tiene un grosor de 9,25 milímetros -en comparación, el iPhone XS Max se queda en 7,7-, y pesa 190 gramos -13 más que el iPhone XS-. Eso sí, es más ligero que el Razer Phone 2, el móvil ‘gamer’ de referencia que pesa 220 gramos, y cuenta con unos marcos más delgados en la pantalla.

En cualquier caso, y como no podía ser de otra forma en un aparato del ecosistema Xiaomi, el principal atractivo del Black Shark está en su precio: 499 euros por la versión con 6 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno, y 549 euros en la configuración que monta 8 GB de RAM y 128 GB de memoria interna. El terminal se pone hoy a la venta en la página web de la marca, que, en un intento por luchar contra las páginas de importación paralela, anuncia que solo ofrecerá los dos años de garantía de rigor a los móviles adquiridos de manera oficial.

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