Soluciones de emergencia para no quedarte sin batería
Trucos, accesorios y consejos para que el móvil nos dure hasta el final del día, incluso de viaje
En las ocasiones que nos encontramos fuera de casa, por ejemplo en un viaje, es más complicado tener acceso a un enchufe para recargar la batería del móvil o incluso puede que ni siquiera tengamos el cargador cerca en el momento que lo necesitemos. Afortunadamente hay métodos para hacer una carga de emergencia y que el teléfono nos mantenga mínimamente conectados.
Baterías externas portátiles
Una de las opciones que se han hecho más populares es la de utilizar una batería portátil externa (powerbank) para recargar rápidamente la batería del móvil o tableta sin necesidad de depender de llevar un cargador o de buscar un enchufe, hay muchas disponibles en el mercado de distintas capacidades y precios. Eso sí, se trata de una solución para previsores que nos obliga a ser esas hormiguitas que saben prepararse para lo va a venir, en este caso manteniendo cargada la batería auxiliar. De lo contrario es muy probable que cuando la vayamos a utilizar lleve descargada desde la última vez que la usamos, por lo que se convierte en un accesorio totalmente inútil. Por otra parte, hay que tener en cuenta que estas baterías suelen tener cierta pérdida de energía que, aunque sea mínima, si tardamos mucho en volver a utilizarlas es posible que hayan perdido buena parte de su carga (sobre todo si ya tiene muchos usos) y por lo tanto su eficacia. Conviene, en cualquier caso, asegurarse de que tienen energía comprobando los testigos visuales que suelen incorporar y darle unos minutos de recarga antes de salir de casa.
El cable USB de la salvación
Para los que somos más cigarras que hormigas y olvidamos constantemente recargar la batería externa, no todo está perdido, el cable USB que la acompaña nos puede ser muy útil para aportar la carga extra que nuestro smartphone necesita antes de que se apague por falta de energía.
En la TV del hotel
El primer sitio que se nos ocurre a la hora de recargar un móvil con un cable USB es un ordenador portátil, aunque lógicamente no siempre llevamos uno encima, pero sí que todos los hoteles tienen una televisión en la habitación. Estos aparatos llevan años incorporando puertos de entrada para USB, con lo cual en ellas podremos recargar fácilmente nuestro móvil a través de alguno de ellos.
En el transporte publico
Los hoteles y restaurantes más actualizados disponen también de entradas de USB para la recarga en la pared, como si fueran enchufes de toda la vida, al igual que ocurre en estaciones de tren, autobús o aeropuertos. Incluso los autobuses y vagones de metro llevan puertos de recarga. Estos últimos utilizan la electricidad que produce el frenado del tren para este tipo de cosas, por lo que además es una energía sostenible y ecológica.
El coche de alquiler
También la mayoría de los nuevos modelos de coches llevan incorporados puertos USB para interactuar con los dispositivos multimedia del vehículo y por supuesto para recargar el móvil. Hay algo que debemos tener en cuenta, y es que, al igual que en cualquier otro lugar donde vayamos a enchufar nuestro teléfono, en ese momento es susceptible de que pueda existir un robo de datos, por ejemplo la lista de contactos que transmitimos por defecto a la memoria interna del dispositivo del coche de alquiler. Por ello habrá que cerciorarse de que eliminamos los datos traspasados a la hora de devolver el coche.
Cargar sin red eléctrica
Lo cierto es que en vacaciones se pasa mucho tiempo fuera de casa visitando lugares, en las playas, en la montaña y otros lugares sin conexión eléctrica. Esto hace que la batería del móvil se vaya descargando. Por otra parte, las aplicaciones de geolocalización por GPS son las más utilizadas en estas salidas, obviamente porque no conocemos el terreno y nos ayudan a situarnos. El problema es que cualquier ‘app’ que use GPS gasta muchísima energía y nos puede dejar el móvil seco en poco tiempo. Ante esto, o bien echamos un poco de cara dura y le decimos al camarero del chiringuito que nos deje enchufar el móvil un rato en su red, o bien volvemos a ser previsores e incorporamos en la mochila o en la bolsa de playa un cargador solar, un dispositivo portátil que lleva unas pequeñas placas solares y que es capaz de recargar nuestro teléfono sin necesidad de red eléctrica y que se puede adquirir fácilmente.
Además del anterior, existen cargadores de energía eólica que cuentan con un pequeño aerogenerador, parecido a un ventilador de bolsillo, que también es capaz de dar una pequeña carga eléctrica a nuestro dispositivo. Más fáciles de encontrar son los cargadores de manivela que funcionan igual que las antiguas dinamos de las luces de las bicicletas, es decir, que recargan energía a través de girar continuamente la manivela que llevan incorporada. Este tipo de cargadores se venden también para acoplar en bicicletas y aprovechar así el pedaleo para ganar electricidad mientras hacemos cicloturismo o usamos algún servicio de alquiler de bicicletas por minutos en cualquier ciudad.
Hazlo tú mismo
En esto de cargar el móvil también hay cabida para el DIY (siglas en inglés de ‘do it yourself’: hazlo tú mimo) ya que es relativamente posible fabricar un cargador de emergencia con una pila de 9 voltios, un par de tornillos, clips metálicos u otros elementos que sirvan de conductores de la corriente eléctrica y un cargador de mechero de coche. Tan solo hay que usar algo que sujete bien las uniones, como una goma elástica, cinta aislante o celo, y enchufar el móvil a este improvisado cargador a través de un cable USB. Lo que si hay que tener en cuenta es que la carga será lenta, mínima para hacer una llamada o enviar un par de mensajes, y más efectiva con móviles pequeños y de baja gama. También es importante que el móvil no esté a 0% de energía, ya que le costaría mucho más tiempo recargar un mínimo 10%. Este truco funciona mejor con pilas de mayor capacidad, 12 o 24 voltios, si tenemos disponibles.
Por otra parte, es posible también pasar la carga de un móvil a otro al igual que se hace con las baterías descargadas de los coches. Tan solo hace falta un cable USB, un conversor USB a micro USB (o conector OTG) y dos teléfonos móviles o tabletas. Después de conectar el circuito conseguiremos también una carga mínima para que el móvil funcione, aunque todo depende de las características de las baterías de los móviles conectados, ya que siempre será más fácil cargar una batería de menos miliamperios con una de mayor capacidad que al contrario.
A partir de la idea anterior podríamos incluso fabricar una batería externa con un móvil en desuso, cargando su batería previamente y conectándolo al que necesita carga, como se explica en este vídeo de YouTube.
¿Cargar el móvil con frutas?
Hace un tiempo YouTube se pobló de vídeos con falsos trucos de cómo cargar un teléfono móvil con frutas. Es cierto que algunas frutas y verduras son buenos conductores de la electricidad y con dos electrodos pueden generar una reacción electroquímica que produce una pequeña cantidad de electricidad, pero no tanto como para cargar la batería de un móvil. Aquí tenemos un video que demuestra que lo de cargar el móvil con fruta es un ‘fake’ y no es más que pura prestidigitación.
Otra de las bromas de YouTube en cuanto a cargadores improvisados es el uso del cable de unos auriculares para cargar teléfonos con solo darle unas vueltas alrededor de este. Sería interesante saber cuánta gente lo probó antes de darse cuenta de que aquello era mentira.
Algunos consejos finales
Por último, si queremos que la batería se agote lo más tarde posible o que nos dure la carga mínima que hemos conseguido, habrá que disminuir la resolución de la pantalla y desactivar la reproducción automática de vídeos en las redes sociales. Desactivar también el bluetooth y el WiFi, ya que tienden a buscar señal constantemente y eso provoca que se pierda energía.
Por supuesto, vídeos, lo mínimo o ver series en plataformas como Netflix, HBO o Movistar+. Y nada de música en streaming (mejor llevarla descargada en la memoria). Conviene además restringir el uso de videojuegos que consuman mucho y desactivar los datos mientras se juega.
Tampoco ayuda que estemos constantemente mirando el móvil, ya que desactivar todo el rato el protector de pantalla gasta mucha batería. Hay que gestionar mejor el uso que hacemos del móvil si vamos a estar todo el día sin cargarlo y usarlo solo cuando sea necesario, algo que ayudará también a regular nuestra dependencia hacia el dispositivo.
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