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¿Nuevo iPhone? ¿Y qué hacemos con el viejo? Aquí, unos consejos

El móvil de Apple puede seguir dando satisfacciones tras 'jubilarlo'

José Mendiola Zuriarrain
Un iPhone sostiene dos iPhone 6.
Un iPhone sostiene dos iPhone 6. Reuters

Pasó la esperada keynote de Apple como un torbellino y tras las habituales discusiones entre amigos y en la red acerca de si se esperaba más o sobre si los nuevos iPhone son maravillosos o no… muchos devotos del nuevo producto tendrán que deshacerse del iPhone actual. A priori, la salida más evidente es venderlo en Wallapop o apps similares, pero hay muchas más opciones que no siempre se tienen en cuenta. Estas son algunas sugerencias.

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Venderlo

Es la primera que nos puede venir a la cabeza y con una buena motivación puesto que el iPhone es el móvil con mayor nivel de reventa del mercado y siempre tienen muy buena salida en la segunda mano. Aparte del valor de imagen o icónico del producto, Apple intenta que la mayor parte de sus equipos puedan actualizarse a la última versión de la plataforma, con lo que con un mismo hardware el usuario mantiene un terminal actual. En este sentido, uno no tendrá excesivos problemas en vender su viejo iPhone si se mantiene en condiciones aceptables.

Utilizarlo como mando a distancia…

El fan acérrimo de Apple tiene muy elevadas posibilidades de adquirir cualquier otro producto del ecosistema, y de hecho, este es el maquiavélico plan de los de Cupertino, no solo para atrapar a sus usuarios en una confortable y eficaz red, sino también para ofrecer un elevado valor añadido al usuario. En este sentido, por ejemplo, en Wired sugieren utilizar el viejo iPhone como un mando a distancia del Apple TV, otro producto con el que el móvil convive a las mil maravillas. Sí, el iPhone cuenta con una app específica con la que gestionar el reproductor multimedia de la casa, aprovechando además la comodidad del asistente personal por voz Siri y muchas otras prestaciones. Todo es posible, y un viejo iPhone puede acabar como mando a distancia hi tech en lugar de ser reciclado.

…o como consola

De iMore rescatamos también esta interesante alternativa: el viejo iPhone puede cobrar una nueva vida como una consola de ensueño para los más pequeños de la casa. La App Store está plagada de videojuegos que ofrecen horas de entretenimiento (y muchos de ellos son didácticos) y por un precio muy económico o directamente gratuitos. ¿No es peligroso dejar un móvil a un niño de, pongamos, 5 años? Sí, pero precisamente el terminal ofrece todo tipo de opciones para bloquear, mediante contraseña, los accesos y aplicaciones que indiquemos, y convertirlo en solo una consola, y también una forma de conectarse mediante videollamada con FaceTime.

Regalarlo a un familiar

Otra de las estrategias que emplea Apple para engatusar a los usuarios es lograr que todo funcione a la primera, sin paliativos y con una posibilidad de error mínima. Esto hace que las posibilidades de que el móvil amplíe sus redes en la familia son muy elevadas, y son varias las aplicaciones y servicios que el fabricante ha preparado para fomentar esta costumbre. Mensajes es una de ellas, una simple app de mensajería que, pese a que Apple se niega a ofrecer cifras, es evidente que cuenta con una cálida acogida entre los usuarios. El lazo se estrecha también con Apple Music, un spotify de la casa que cuenta con un precio familiar y un catálogo muy atractivos; y aplicaciones sencillas como Amigos, una app muy sencilla mediante la cual todos los padres -por ejemplo- conocen la ubicación de sus hijos y reciben alertas cuando llegan a casa. Realmente, las aplicaciones no ofrecen nada nuevo, pero su integración en el ecosistema es tan buena que invitan al usuario a ir añadiendo elementos. El viejo iPhone puede así, acabar en manos de uno de nuestros parientes.

Mantenerlo de reemplazo

Los accidentes, por desgracia, suceden: el móvil cae al váter, escaleras abajo o nos lo pueden robar. Quedarse sin móvil no es una faena, sino un drama en esta época hiperconectada que nos ha tocado vivir; pero para un usuario de un iPhone tener que recurrir a otro tipo de dispositivo, aunque sea de manera temporal, puede cobrar tintes dramáticos. No nos referimos a la parte fanboy del asunto, sino a los vínculos creados con las aplicaciones y servicios que el fabricante ofrece. Un viejo iPhone en el cajón siempre nos puede sacar del apuro hasta que llega el nuevo.

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Sobre la firma

José Mendiola Zuriarrain
Es colaborador en la sección de Tecnología de EL PAíS. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto, escribe desde 2007 sobre nuevas tendencias y tecnología.

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