Un micrófono para cantar en el móvil

¿A quién le importa lo que yo haga?, Cruz de Navajas o Yo soy aquel, grandes éxitos de karaoke que quién más y quién menos ha destrozado en presencia de amigos o en solitario más de una vez. La aplicación Red Karaoke se ha propuesto ir un paso más allá y cambiar los límites por exceso y por defecto. Pretenden que no haga falta ir a un karaoke físico, con su micrófono semiprofesional, y tampoco simular uno con un bolígrafo de plástico transparente para emular a los grandes de la canción. Miguel Ángel Díaz Ferreira (Baracaldo, 1971) es el máximo responsable y fundador de Red Karaoke, una aplicación de origen español, dedicada a llevar ordenadores, móviles y televisores el juego de canto japonés.

Ferreira acaba de crear una campaña en Kickstarter para hacer realidad lo que considera necesario: “A medida que la aplicación móvil ganaba popularidad los usuarios nos hacía la misma pregunta una y otra vez: ¿Cuál es el micrófono bueno”. El emprendedor explica la dificultad para contestar a sus usuarios: “No había nada intermedio. O uno casi profesional de más de 50 euros o uno con demasiada distorsión de 10”. De esta petición surgió la idea de crear un micrófono a medida para sus usuarios.

Su propuesta cuenta con dos clavijas: la profesional, que encaja con las mesas de mezclas y los equipos avanzados, y un adaptador que lo conecta a móviles y tabletas. En su interior, un condensador sirve para hacer que la voz brille. La entrada para auriculares permite tener una experiencia más inmersiva. Costará 40 euros.

Es la primera vez que usar una plataforma de financiación colectiva para sacar un complemento al mercado. Ferreira no lo hace por moda, sino por convicción: “Es un modelo nuevo, llevamos pocos días y vemos la respuesta del público, pero lo más interesante es que valida nuestra idea. Es la mejor forma de tomar el pulso al mercado real”.

El micrófono sirve además como banderín de enganche para nuevos usuarios. Con cada unidad se incluye una suscripción de tres meses. El modelo de negocio de la aplicación es el denominado ‘freemium’, en el que se puede probar gratis, pero es necesario pagar para tener el catálogo completo por 5,99 euros al mes.

Los primeros pasos de la plataforma fueron en San Francisco, donde Díaz Ferreira vivió durante 18 meses. De ahí fue a Miami, donde estuvo el mismo tiempo. Después volvió a Madrid, lugar en el que sigue dirigiendo la aplicación. De San Francisco salió con conocimientos que le han sido de gran ayuda: “Era 2011, las suscripciones online estaban despertando. Además, comenzaban las SmartTV. Pudimos cerrar acuerdos con varios fabricantes. Pensábamos que sería la plataforma predominante, pero el móvil ha terminado por comerse todo”. En Miami tuvo acceso a discográficas. “Terminamos haciendo la aplicación oficial de Alejandro Sanz gracias a los contactos”, relata.

En la actualidad cuentan con siete millones y medio de usuarios registrados, de los que más de 1,2 millones lo usan al menos una vez al mes. Cuentan con nueve empleados. Estados Unidos es el lugar donde obtienen el 50% de su facturación. Brasil e Indonesia, los lugares donde más fieles tienen.