Latinas que piensan a lo grande
Las mujeres de origen hispano quieren destacar por su papel innovador en la tecnología
“Quiero que todo el mundo vea cómo las latinas aportamos y cambiamos el mundo”, arrancó Angélica Pérez, creadora de Latinas Think Big, un colectivo que quiere cambiar el papel de las mujeres de este origen en el ámbito tecnológico, “no somos un movimiento, ni una organización. Todas las revoluciones empiezan con una idea sencilla, pero creemos en lo imposible”. Por imposible se refiere a la situación actual a la que se enfrentan los hispanos en Estados Unidos. Menos del 15% de los mismos tiene un título universitario.
En el caso de la tecnología el dato es todavía más alarmante. El 37% de las que cursan estudios relacionados con las ciencias, menos del 3% en algo relacionado con la informática. Unos datos que explican, en parte la escasa presencia en el mundo laboral, pero que según explicó
Durante el encuentro, celebrado en la sede de Google, se trató de poner en común la situación, sin victimismo, con grandes dosis de realidad y, sobre todo, el compromiso de tejer relaciones que promuevan la mejora.
Un primer paso, se dará dentro de dos semanas. Según anunció Eliana Murillo, responsable multicultural en el buscador, se liberará los dominios “.soy”, la terminación es propiedad de Google, pero la cederá con la intención de promover la identidad latina. “Así nos podremos presentar y definir mejor en Internet”, subrayó.
En dos semanas se podrán comprar dominios terminados en ".soy", pensados para que los latinos se identifiquen
Detrás de cada emigrante latino hay una historia. Ileana Rivera, máxima responsable de IT (tecnologías de la Información) en Cisco, relató la suya. Su padre era electricista. Ejercía el oficio de manera informal, hasta que le obligaron a certificarse y estudiar. “Me pidió ayuda, cuando solo era un niña, con las matemáticas. Así comenzó mi interés por las ciencias y hasta hoy”, contaba. Rivera es una de las directivas latinas de más calado en EEUU.
Sylvia Flores, nacida en San José es nieta de emigrantes que recolectaban en el campo. “Ahora yo recolecto startups” dijo para explicar su labor detrás de Manos, la incubadora impulsada por Google y donde solo hay empresas de latinos. Antes de este proyecto estuvo en uno parecido del Gobierno de México con Calderón. Su misión es muy clara: “Queremos que dentro de cinco años haya consejeros delegados latinos en Silicon Valley. Mientras tanto, mi consejos es que busquéis mentor, conozcáis gente, busquéis inversores”. Es consciente de la fama de otras incubadoras, pero tiene claro cómo distinguirse: “Y combinator o 500 startups están muy bien pero nosotros funcionamos como una familia. Nos ayudamos unos a otros”. Remató su intervención ante un auditorio de más de 300 personas con un consejo: “Aprended a hacer código”.
Estudiad español. Hacedlo bien, con su gramática, vocabulario. Es importante aprovechar y formalizar nuestra herencia”
Toda la sesión fue una llamada a la acción. Sylvia Vasquez-Lavado, responsable de inteligencia de negocio en eBay, invitó a dar el paso para que se entre en el mundo de la tecnología: “Sencillamente, venid a mi, preguntad, moveos. Conectad. Hay que desmitificar el miedo. A veces nos limitados”. En su opinión, el mejor seguro contra el desempleo es especializarse, aunque también reconoce que el camino no es fácil: “Cuando llegó Meg Whitman -consejera delegada de HP- me ilusionó, pero sigue siendo un mundo dominado por los hombres. Por eso no hay que tener miedo de pedir un aumento, de preguntar qué hay que hacer para progresar. Las estadísticas nos ayudan, cuando miran las cifras de igualdad entre sexos y diversidad, tenemos todo a nuestra favor. Seguramente no será para nosotras, sino para la siguiente generación”.
El gobierno de EEUU tuvo su representación en Alejandra Castillo, directora de la agencia de desarrollo de negocios de minorías. “Como latinos, sabemos que la necesidad es la madre de la invención que nadie”, insistió con aire motivador, “desafiemos las estadísticas de pobreza y tasa de abandono de estudios. Para triunfar aquí, hay que pensar a largo plazo: cómo salir de la empresa, venderla”.
Antes de llegar a ese punto, hay un escollo importante, encontrar la financiación necesaria para que una idea se haga realidad. Lili Balfour, de Atelier Advisors, mostró su disposición para ayudar: “Somos uno de los fondos más pequeños pero de los que más interés ponemos en los latinos. No es tanto cuánto dinero tienes sino en cómo lo usas. Más del 75% de nuestras empresas tienen una mujer en puestos directivos o son cofundadoras”. De las latinas destacó algunas cualidades de liderazgo: “No tienen paciencia y eso es muy bueno para un emprendedor”. Pensando en generaciones futura, en su formación dio una recomendación clara: “Que practiquen ajedrez, juegos de mesa, lo que sea, juegos de estrategia para que tengan que planear, que sepan ir varios por delante. Y sobre todo, no les dejéis ganar a los hijos, se aprende fallando”.
Laura Gómez, es bien conocida en el mundo de las redes sociales, fue una de las primeras mujeres empleadas en Twitter. Ahora es fundadora de su propia empresa, VyV. Considera que las cosas le han ido bien y quisiera devolverlo a la comunidad, sin embargo, hay un punto cultural que impide el progreso: “Me encantaría ser inversor ángel (el que entra en los primeros pasos de una empresa), pero como latina no es sencillo. Nos enseñan a comprar casas para los hijos, los nietos, dejarlos algo”. En su opinión el hecho de ser mujer impide el acceso a encuentros informales, fuera de las oficinas en los que se suelen cerrar tratos. Lanzó una queja: “tenemos menos del 3% del capital que Silicon Valley da a mujeres”, pero prefirió terminar con un consejo: “Estudiad español. Hacedlo bien, con su gramática, vocabulario. Es importante aprovechar y formalizar nuestra herencia”.
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