China quiere controlar la mensajería móvil
El Gobierno acusa a WeChat de propagar rumores malintencionados
Las autoridades chinas han iniciado una campaña de control sobre Wechat, servicio líder de mensajería móvil en China con más de 800 millones de usuarios, en una nueva acción del Gobierno para restringir la expresión online.
WeChat, similar al WhatsApp, se ha convertido en una de las vías de comunicación más populares entre los chinos, pero también en una fuente de noticias, dadas las funciones que ofrece al usuario como una especie de Facebook integrado, y ante la fuerte censura que pesan sobre otros medios.
"Algunas personas han usado este servicio para distribuir información ilegal y dañina, perjudicando gravemente el interés público y el orden en el ciberespacio", lo que ha motivado esta nueva campaña, explica la Oficina Estatal de Información de Internet de China, en un comunicado divulgado hoy.
Esta campaña de un mes se centrará en las cuentas públicas que puedan difundir información "a larga escala" y movilizar seguidores, y en la publicación de "rumores e información relacionada con la violencia, terrorismo o la pornografía", además de con delitos de fraude, se señala en el documento.
El organismo incide en el terrorismo e indica que "se luchará firmemente contra la infiltración de fuerzas hostiles extranjeras y locales".
El país asiático ha sufrido una serie de atentados y matanzas en los últimos meses, como el ataque con explosivos en el que murieron 39 personas el pasado jueves en un concurrido mercado de Urumqi, capital de la región de Xinjiang.
Esta última decisión de las autoridades se suma al cierre de docenas de foros de contenido social y político en internet en marzo, a los que se accedía vía Wechat.
Al control sobre Wechat se añade la cada vez más férrea censura en Weibo, el espacio donde los chinos se expresaban con mayor libertad hasta el año pasado, cuando el Gobierno modificó la ley con penas de hasta tres años de prisión para quien publique un "rumor" que se difunda ampliamente (visto por 5.000 personas o reenviado más de 500 veces).
Tras anunciar esa reforma en septiembre, el Ejecutivo chino condenó este abril a tres años de prisión a la primera persona juzgada por sus comentarios en Weibo, entre los que se encontraban diversas críticas al Ministerio de Ferrocarriles, institución eliminada en 2013 tras verse envuelta en una serie de escándalos de corrupción y sobornos.
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