Apple y Google firman una tregua en la guerra de patentes de teléfonos
Las compañías también acordaron trabajar en cuestiones relacionadas con el diseño de móviles
La batalla de las patentes tecnológicas se está convirtiendo en un proceso largo y costoso, que no lleva a ningún sitio. Apple y Google lo admiten ahora, al decidir que aparcan finalmente la lucha en los tribunales por los casos relacionados con Motorola Mobility. Aunque quizás lo más relevante es que las dos rivales deciden cooperar para resolver algunas cuestiones en el sistema que regula la concesión y protección de estos derechos.
La tregua se anunció la noche del viernes, justo dos semanas después de que Apple obtuviera en California un resultado mixto en el último gran asalto legal con Samsung. Esta misma semana quedó otra batalla en tablas en un tribunal en Japón. El pacto con Google no resuelve, sin embargo, el litigio entre la firma de Cupertino y la surcoreana, donde cualquier viso de acuerdo se ve muy lejano. Apple alcanzó ya pactos similares antes con HTC y Nokia.
Apple y Google eran socias antes de presentarse el iPhone hace ahora siete años. El enemigo común entonces era Microsoft, que quedó rezagada en el negocio de la movilidad total. Las relaciones se rompieron cuando la tecnológica de Mountain View creó Android. El difunto Steve Jobs declaró una guerra abierta a Larry Page y Sergey Brin, que ahora cierra su sucesor Tim Cook.
El proceso, que lleva años abierto, favoreció en un principio al fabricante del iPhone y del iPad. Pero en el último año cambió su suerte, hasta el punto de que se está convirtiendo en la tecnológica más denunciada en EE UU por violación de patentes. Es lo que hizo Motorola hace cuatro años, antes de ser adquirida por Google para hacerse con sus derechos tecnológicos.
También heredó la defensa de sus causas, que se elevaban en la actualidad a una veintena en EE UU y Alemania. Google anunció recientemente la venta de su unidad de teléfonos móviles al fabricante chino Lenovo, por 2.900 millones de dólares, aunque tendrá el control de las miles de patentes de Motorola, el motivo real por el que pagó 12.500 millones en el verano de 2012.
Los jueces que han llevado estos litigios en EE UU y otros países aconsejaron a las partes en conflicto que resolvieran sus diferencias al margen de los tribunales. Apple y Google optan así por esa vía amistosa. La batalla que tiene como epicentro Motorola se cierra, además, “sin ningún prejuicio para las partes”. El pacto, sin embargo, no incluye un acuerdo sobre el uso de licencias.
Es decir, ni Apple ni Google podrán utilizar las patentes de la otra. Fruto de esta nueva estrategia para defender sus derechos, las compañías sí acuerdan “trabajar conjuntamente en algunas áreas” para la reforma de las patentes. La Administración que preside Barack Obama ya mostró en este sentido su intención de introducir cambios para que estas disputas no frenen la innovación.
Esta rebaja en la tensión entre el creador del sistema operativo iOS y el Android, los dos dominantes, podría indicar también que las dos compañías estarían ahora más abiertas a alcanzar acuerdos bilaterales que beneficien al final al consumidor. Eso es algo que está por ver. Lo cierto es que esta interminable batalla no está teniendo un efecto real en el mercado, porque los modelos afectados son antiguos. La innovación avanza va más rápido.
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