_
_
_
_
_

Silicon Valley celebra Halloween

Así ambientaron sus casas Marissa Mayer, consejera delegada de Yahoo!, Larry Page, de Google, y la familia de Steve Jobs

Casa de la familia de Steve Jobs.
Casa de la familia de Steve Jobs.ELÍES CAMPO

Palo Alto, una de las ciudades con mayor número de directores generales y ejecutivos tecnológicos por metro cuadrado. La competición llega a los jardines de sus casas incluso en la fiesta de Halloween. Los niños recuerdan las casas más espectaculares, pero sobretodo, recuerdan las más generosas repartiendo golosinas. Estas casas definen el itinerario que siguen los niños, que las nombran por el cargo y compañía de sus inquilinos. “Primero iremos a la casa del CEO de Google!”, “A la de Steve Jobs vamos a la última que hay mucha cola”...

La noche de Halloween empieza de día, sobre las 5.30 de la tarde. Los primeros grupos de niños, con una pareja de padres a escasos metros detrás, empiezan la recolección. Pido permiso a unos padres para acompañarlos un rato en la ruta del “truco o trato”. Aceptan. Me explican que primero vamos a la casa de la consejera delegada de Yahoo!, Marissa Mayer. Me aclaran que ahora vive en San Francisco y que utiliza esta casa en contadas ocasiones.

La casa de Mayer está en la calle Addison, cerca de la escuela de primaria con el mismo nombre, la misma calle donde nació HP. Al acercarnos vemos tres grandes calabazas, las más grandes que he visto nunca. Con casi dos metros de diámetro. Una, esculpida en forma de gran serpiente, otra es una cara de ogro enorme y la más cerca de la entrada, ha sido tallada con una escena de un bosque encantado. El resto del jardín se ha cubierto por decenas de calabazas esculpidas. Nos incorporamos a la cola. Hay rumores de que este año reparten algo más que simples caramelos de tamaño King Size. Al cabo de 10 minutos, guiados por algunos empleados contratados para la ocasión, nos toca turno. Nos recibe la propia Mayer con su conocida sonrisa. Los niños gritan: “Trick or treat!”, Mayer les contesta “Feliz Halloween” y que muchas gracias por venir. Efectivamente, los caramelos llegan con sorpresa: un pequeño peluche de los que están de moda por aquí.

Andamos una milla por la calle Waverley en dirección al Old Palo Alto. Larry Page vive en un callejón sin salida, delante de la casa de la familia de Steve Jobs. Decidimos pasar primero a ver la de Google.

En vez de invitarnos a entrar en su finca, Larry Page ha convertido el callejón de la casa en una ruta del terror. Nos recibe un árbol viviente que nos invita a visitar el bosque. En la entrada, una ardilla nos indica el camino. Hay luces, arañas e insectos gigantes. Algunos motorizados. Llegamos a una casita montada para la ocasión donde dos chicos entregan caramelos. Me dicen que no tenga vergüenza que para los adultos también hay. Continuamos la ruta hacia la salida y veo que hay una araña gigante protegiendo la entrada de la casa de Larry. ¿Será la araña de Google que rastrea Internet?

La última parada es la casa donde vivía Steve Jobs. La cola da la vuelta a su casa. En el jardin, lleno de manzanos, hay calabazas esculpidas clavadas en palos, como si un ejército de espíritus nos diera la bienvenida. En la entrada de la casa hay un tótem muy alto formado por calabazas. Nos da la bienvenida una estatua de zombie que se recoge sus propios intestinos. Me pregunto si no es un poco macabra, ya que Jobs murió de cáncer de páncreas…

Después de 25 minutos de cola llegamos a la puertecita del jardín. Nos reciben unas chicas. Parecen estudiantes contratadas para la ocasión. Nos desean Feliz Halloween y nos entregan chocolates. Todo muy rápido, pero pisado la casa de Steve Jobs en Halloween.

Hablo con algunos niños y entre sonrisas y risas me explican que cuando vivía Jobs, en vez de chocolates, repartía iPods a los 100 primeros niños. La leyenda continúa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_