Revistas a la carta
La aplicación Flipboard permite que cualquiera edite y distribuya su selección de contenido
De consumir a producir. Flipboard, una de las aplicaciones más laureadas, destacada por Apple como la mejor de 2010, convertía casi cualquier contenido de Internet en revista. De un mero tuit a un artículo con foto bien maquetada y un vídeo incrustado. De una serie de fotos en Facebook a una fotogalería propia de las revistas de moda. Sorprendía por su capacidad para adaptar el contenido inicialmente al iPad, después a tabletas Android y finalmente también a los móviles de Google e iPhone.
La última actualización va un paso más allá y permite que cualquier de sus usuarios se convierta en editor. Basta con ir navegando como hasta ahora Se incluye un botón para ir añadiendo contenido y después publicar y compartir el resultado como una sola revista. Una vez que se tiene el contenido deseado se puede compartir por correo, Facebook, Twitter o Google+.
Ahí reside la gran ventaja, la facilidad de distribución y el conocimiento de los suscriptores. Al compartirse un enlace externo a la aplicación es potencialmente viral.
Una vez que se tiene una publicación, se puede seguir enriqueciendo con más contenido que les llega actualizado a los suscriptores. Así se pueden generar suscriptores que llegan por recomendaciones sin ser necesariamente conocidos por el creador.
Esto puede resultar de interés, por ejemplo, para los que hasta ahora publicaban fanzines, para los entusiastas de un tema concreto o aquellos que hayan seguido un evento concreto. De este modo se hacer un monográfico o una serie dedicada sin demasiada complicación, solo navegando, pero con una presentación de aire profesional.
Flipboard, creada por Mike McCue, es gratuita en todos los formatos. Los ingresos llegan a partir de acuerdos con los medios que publican dentro a los que ofrece un lugar de privilegio al escoger las lecturas inicial e incluye publicidad a página entera, como en las revistas de papel. De momento lo hace con CondéNast, editora de Wired y Vogue.
Este cambio es un paso más en el fenómeno de la selección de contenidos. Pulse ya hacía algo parecido pero sin posibilidad de compartir. Lo mismo que Google Reader, el lector de suscripciones de Google, arcaíco y con fecha de caducidad, que solo permitía mandar por correo o redes sociales artículos de uno en uno. Flipboard se coloca por delante del competidor de Google en este campo, Currents, dinámico y limpio, pero sin esta flexibilidad e invitación a crear.
Chad Hurley, cofundador de YouTube, hace menos de un año explicaba en este medio su intención de entrar en este campo con Zeen: “Queremos reinventar el concepto de revista social, hacer una revolución similar a YouTube en la creación de contenido”. Sin embargo, tras su lanzamiento en otoño apenas ha vuelto a sonar.
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