Marchando, un bistec de lentejas
Química y tecnología protagonizan las novedades de la industria alimentaria y gastronómica
Si un teléfono puede ser inteligente por qué no una caja de cartón. Los envases del pescado ya advierten en los súper japoneses si el alimento no está en buenas condiciones. Este predictor alimentario cambia el color del plástico según el estado del producto. Es una de las novedades de los salones de la tecnología de la alimentación que esta semana se celebran en Barcelona.
“Los sensores que informan del estado del producto ya son una realidad", dice Nuria Herranz del Instituto Tecnológico del Embalaje. “Se investiga en desarrollos de bajo coste para que se generalice su aplicación”.
El Instituto ya tiene envases que frenan la proliferación de hongos en las fresas (principal pérdida de la fruta) o una bolsa que libera partículas para mantener frescas las lechugas. “Antes de un año estará en las neveras", pronostica José María Lagarón, investigador del CSIC.
Rafael Guevara, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), ha desarrollado un envase que reduce el colesterol de la leche en un 25%. Y el Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (AIDO) trabaja en el envase antihurto: incorpora un sensor de apertura y un circuito electrónico. Cuando se abre, por ejemplo, una bandeja de carne, un sensor da la señal de alarma, activándose un dispositivo electroluminiscente.
QDS Process seca los embutidos en cuestión de minutos en lugar de en semanas
Y por si hay sabotajes, los rayos X de MultiScan detectan en los empaquetados opacos, vidrios, metales, huesos o piedras.
Seguimos hablando de gastronomía. El QDS no es una aplicación informática, o tal ve sí, pero su tecnología consigue secar el embutido en minutos en lugar de en semanas. En parte hay truco pues se trata de secar en lonchas en lugar del embutido entero sin perder calidad. La reducción del tiempo de secado impide el nacimiento de bacterias y ahorra un 30% de energía.
El sabor y el color de cualquier alimento tienen su secreto. El perfumista Jean Daniel introduce sus aromas para alimentos. Insípidos panes o galletas pueden enriquecerse con sus sprays Urban Chic, que aportará a la galleta el olor que, en la concepción del perfumista francés tienen ciudades como El Cairo, México, Tokio, Shanghai, New Delhi, New York, París y Moscú, los nombres de sus ocho primeros perfumes para alimentos, cargados de especias. El resultado es chocante, porque la galleta huele muy bien, pero su sabor es completamente insípido.
NatureSeal explica por qué la fruta pelada en casa se pone pocha y las bandejas de los mercados aparece reluciente día tras día. Las frutas y verduras lavadas con este producto mantiene el frescor una vez cortadas hasta 21 días, incluso en el caso del melón y la piña consiguen que no pierdan agua.
Frente a esas virguerías, la liofilización del pepino o la deshidratación del arándano que presentan CBC parecen cosas menores.
Y para la prevención de la osteoporosis, K2-7; que no es una montaña, ni un quitamanchas, sino una vitamina que ha ido desapareciento de las dietas y que la comercializa Zeus Química junto a el antienvejecimiento Alaky-ZQ, un antitoxidante hidrosoluble. Entre medias, un visitante de la feria confesaba por lo bajinis su profesión: “Consigo proteínas a partir de desechos de la piel de pollos”.
Tereos ha patentado la innovación tecnológica realizada con Stevia, una planta originaria del Amazonas convertida en un edulcorante 20 veces más poderosos que la sacarosa. Y Altaquímica lanza un arroz 100% natural que se prepara en 2,5 minutos al estar cocido y deshidratado. No necesita emulsionantes para evitar que se pegue, “ni explota”, dice su propaganda.
Entre tanta química y tecnología para desarrollar alimentos con colores y sabores "naturales”, destaca Beef Bean. Pese al nombre, no son de Standfforshire-on-Avon o así sino de Tudela (Navarra). Han creado los bistecs de lentejas, los ganchitos de arroz, de alubias o de garbanzos. Eugenio Alonso, portavoz de SanyGran, demuestra la bondad de sus filetes de legumbres, “nutritivo, buen sabor y además barato”. El Beef Bean es 100% natural sin aditivos, y un 50% de proteínas. El producto está deshidratado, basta hervir la pasta de legumbres. Alonso se ha traído una plancha, y va friendo sus nuggets de garbanzos y sus milanesas de alubias. Y en un instante ya va, marchando, un exquisito bistec de lentejas.
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