Google tiene un 'garaje' en Israel
250 ingenieros trabajan en el centro de I+D en Haifa y Tel Aviv
Hay un lugar en Google donde la famosa regla del 20% todavía se cumple a raja tabla. Un 20% del tiempo libre para desarrollar los proyectos que se le antojen a cada empleado. En Israel eso es sagrado. "La idea de digitalizar las fotos del Museo del Holocausto de Jerusalén, por ejemplo, surgió de los ratos libres de un ingeniero", señala Yossi Matias, director del centro de I+D de Google en ese país.
Matias, antiguo profesor de Stanford y ex piloto del ejército israelí, es a sus 52 años el encargado de dirigir uno de los oasis de creatividad aún vivos en Google. Entre Tel Aviv y Haifa, 250 ingenieros inventan, retocan y mejoran productos y funciones clave, como Autocompletar, la opción que sugiere términos a medida que tecleamos en la cajita del buscador. "Lo desarrollamos aquí, fue uno de los avances que luego desembocó en Instant, en el que también estuvimos involucrados, aunque se lideró desde California", explica.
El sistema de anotaciones en YouTube, que permite añadir comentarios a la imagen, se le ocurrió a un becario en Israel, luego pasó al 20% del tiempo libre de un ingeniero y finalmente se le dedicó un equipo completo. Matías sonríe: "por eso estamos en Haifa y Tel Aviv, son lugares tan vibrantes y con tanto talento como Silicon Valley".
La rienda suelta a la creatividad ha resultado en algunos de los proyectos de mayor impacto de este centro de I+D, como la digitalización de los Manuscritos del Mar Muerto. La colaboración con el archivo del Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalén, fue el punto de partida. "Digitalizamos 130.000 fotos y empezamos a recibir miles de emails, más de 5.000, con historias conmovedoras de familias que habían visto por primera vez una instantánea de sus abuelos o bisabuelos", dice Matias. "Eso nos llevó a querer ir más allá, a preguntarnos cómo llevar a Internet cualquier tipo de colección".
Contactaron con la Autoridad de Antigüedades de Israel y meses después nació el proyecto: trasladar a la Red los textos bíblicos más antiguos, los Manuscritos del Mar Muerto, 900 pergaminos con 15.000 fragmentos escritos en hebreo y arameo entre los años 150 AC y 70 DC. De momento solo se han digitalizado cinco, pero el resto verá la luz en los próximos meses. "Un millón de personas visitaron los manuscritos físicamente en el museo el año pasado. Tardamos solo cuatro días en alcanzar la misma cifra de visitas en la web", dice Matias.
Desde su llegada al frente del buscador en abril, Larry Page ha discontinuado Buzz, Wave, Desktop, Labs... así hasta 25 productos. Google lucha por no transformarse en un elefante burocrático y mantener la misma agilidad y frescura de antes, pero algunos analistas ya le tildan de 'nuevo Microsoft'.
"La innovación no solo consiste en crear productos, también se trata de saber cuándo algo puede funcionar y cuándo no. Debes reevaluar constantemente tus apuestas, y en eso estamos", dice. Su centro está involucrado en el desarrollo de Google+, aunque no desvela detalles.
Además de las grandes iniciativas, Matías resalta las pequeñas contribuciones, como OneBox, que ofrece en una tabla, justo encima de los resultados, respuestas directas a preguntas sobre el tiempo o resultados deportivos; Priority Inbox resalta los mensajes más importantes en Gmail para aumentar la productividad y Analytics, Trends o Chart Tools miden gratis audiencias online. Todos han sido cocinados en Israel.
El siguiente paso, avanza Matias, será crear la primera incubadora de start-ups impulsada por Google. Empezará el año que viene en Tel Aviv y alojará a unos 80 ingenieros y emprendedores de 20 nuevas empresas. "No vamos a invertir en ellos, no es el objetivo, la idea simplemente es acercarse más a la comunidad de emprendedores". ¿No las comprarán si funcionan? "No". ¿Ni contratarán a los mejores?. "Bueno, ahí no habrá limitaciones".
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