El 'caso Murdoch' cuestiona la autenticidad de las cuentas de Twitter
La red social reconoció como verdadera una cuenta falsa de la esposa del magnate de la comunicación
El reconocimiento como auténtica por parte de Twitter de una cuenta que supuestamente pertenecía a la esposa de Rupert Murdoch ha reabierto la polémica sobre la fiabilidad de las identidades en la citada red social. En 2009, Twitter anunció un programa que permitía a cualquier miembro de la red solicitar que se verificara la autenticidad de su cuenta. La iniciativa se tomó después de que varios personajes famosos vieran aparecer en este popular sitio de microblogs cuentas falsas que empleaban su nombre. Pero Twitter lo retiró al cabo de un tiempo sin dar mayores explicaciones.
Actualmente, cuando Twitter, por su propia iniciativa, verifica la autenticidad de una cuenta lo comunica incluyendo un icono azul al lado del nombre de la misma. La red tiene una página en la que explica, a medias, su política sobre cuentas verificadas. Tras reconocer que clausuró el acceso público al mismo, admite que realiza verificaciones parta evitar confusiones sobre la identidad de determinados miembros. Twitter destaca que esta preocupación la tiene, en particular, con los socios y los clientes publicitarios. Pero la página no explica cómo se realiza esta verificación. Zdnet, comentando el suceso, titula su artículo preguntándose cómo nos podemos fiar del sistema si es secreto.
Todo empezó cuando el magnate de la comunicación Rupert Murdoch abrió su cuenta en Twitter a principios de este año. Twitter la verificó y la señaló como auténtica. Al poco tiempo, apareció una cuenta, @wendi_deng, atribuída oficialmente a la esposa de Murdoch en la que la supuesta esposa mostraba el cariño hacia su marido y le desaba un feliz 2012. A las 48 horas de su creación y luego de contar con el sello de aprobación de Twitter, la cuenta -registrada bajo el nombre de Wendi Deng Murdoch- había reunido más de 10.000 seguidores ansiosos por conocer detalles de la vida personal de Murdoch. Al cabo de este tiempo, Twitter publicó un mensaje en el que reconocía que la cuenta fue erróneamente verificada por un corto período de tiempo y pedía disculpas por la confusión. El mensaje no se ahorraba de explicar que "nosotros no comentamos nuestro proceso de verificación".
La empresa de Murdoch ha comunicado que no demandará a Twitter. De hecho, su compañía tuvo un problema similar con una falsa cuenta de Johnny Deep en MySapce.
El autor de la falsa cuenta es un británico que ha manifestado su perplejidad a The Guardian por el hecho de que Twitter no se pusiera en contacto con él para verificar la fiabilidad de la misma. Cuando vió que Twitter había verificado la cuenta, admite, se puso un tanto nervioso y llegó a pensar que había ido demasiado lejos con la broma. En cualquier caso, insiste, no recibió ninguna comunicación de la red social en el correo que adjuntó al registrarla. Parece ser que la confusión sobre la misma es culpa tanto de Twitter como de la empresa de Murdoch que, inicialmente la reconoció. Varios medios, tras el incidente, ya han mostrado su preocupación por la falta de garantías del proceso de verificación, que califican de "agujero" . El autor de la cuenta falsa felicitó en Twitter a quienes nunca creyeron que fuera auténtica a pesar del membrete de Twitter. Cree que fue un episodio divertido, "pero si ustedes no creen que lo fue, entonces pidan a Twitter que también clausure todas las otras cuentas falsas".
La situación en España
El abogado de ePrivacidad Samuel Parra ha comentado a este diario que no hay una legislación específica para estos casos, pero que se puede acudir a las leyes generales para buscar protección en caso de suplantación de la identidad. "Hay tres caminos. Una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos que puede terminar en una sanción. En este caso no se trata de una indemnización. Es una multa que cobra la Administración. También se puede acudir a un proceso civil para reclamar los daños y perjuicios sufridos. Y cabe una denuncia ante la jurisdicción penal por usurpación del estado civil, una figura delictiva recogida en el Código Penal".
La Agencia de Protección de Datos española ha comentado que, aunque no son muy numerosas, en los últimos tiempos ha registrado un incremento en las reclamaciones vinculadas a la difusión de datos personales sin consentimiento de sus titulares por Internet, principalmente en el ámbito de las redes sociales o portales de vídeo, aunque también en otros servicios tales como portales de contactos, foros... El año pasado, la agencia multó con dos mil euros una suplantación en la red Badoo en la que su autora se hacía pasar por la víctima presentándose como una persona que buscaba contactos eróticos. La Audiencia Provincial de Segovia dictó el año pasado una sentencia por un perfil falso Tuenti y condenó a las chicas que lo crearon a 20 euros de multa y a una indemnización por daños morales de 12.400 euros.
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