Televisión a través de Internet, ¿quién gana?
Cuando todavía no ha llegado la tan cacareada televisión digital terrestre (TDT), los operadores de telecomunicaciones quieren popularizar una nueva forma de ver la tele: la televisión por Internet (TVIP), un servicio que permite recibir en nuestro televisor contenidos transmitidos a través de las líneas ADSL.
Hoy por hoy, el único servicio de TVIP en España es el que ofrece Telefónica bajo el nombre de Imagenio. Con 45.000 abonados en junio, la compañía prevé alcanzar los 200.000 usuarios a final de 2005 y el millón en 2008. Pero Auna, Wanadoo y Jazztel ya han anunciado que pondrán en marcha sendos servicios de TVIP.
Según las previsiones, durante este mes de julio estará disponible el servicio de Auna, que lógicamente empezará su despliegue en aquellas zonas donde todavía no ha llegado su red de cable. El operador podrá tener así presencia nacional y conseguir economías de escala en publicidad y contenidos. Al fin y al cabo, el ADSL aprovecha las líneas de telefonía tradicional presentes en la mayor parte de los hogares y requiere inversiones mucho menores que una red completa de nueva planta.
Auna utilizará partes de la infraestructura de Telefónica, como harán Wanadoo y Jazztel antes de que finalice el año. Es decir, todos los operadores usarán prácticamente la misma infraestructura y tecnología. Tal como ocurre con el negocio de acceso a Internet, va a ser imposible diferenciarse de la competencia en este aspecto. La dificultad de diferenciar su servicio ha llevado a las operadoras a una guerra de precios que para un mismo servicio ha provocado el descenso de los ingresos mensuales generados por un cliente (ARPU). Pero la rebaja de las tarifas o, en su defecto, el incremento de la velocidad de la conexión al mismo precio tienen un límite: los operadores no pueden permitirse desplegar redes propias sin cobrar lo suficiente para amortizarlas, y utilizar la infraestructura de Telefónica sitúa a todos los operadores en una franja de tarifas muy similar.
En este contexto, los contenidos aparecen como la única fórmula para diferenciarse de la competencia. En España ya existe una plataforma de televisión de pago, propiedad de Sogecable, cuyo principal atractivo son las películas y los eventos deportivos.
¿Serán capaces los operadores de TVIP de desbancar esta oferta? Para conseguirlo es clave disponer de contenidos en exclusiva. De no ser así (como ya ocurrió con el fútbol tras una ley que lo declaró 'de interés general') y de no incorporar servicios de valor añadido que les permita diferenciarse, el precio volverá a ser la única manera de competir.
Así las cosas, el panorama de los operadores es más bien sombrío. Sólo los clientes se beneficiarán de este incremento de oferta de servicios parejo a la reducción de precios, si bien la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ya se ha encargado de limitar los descuentos -tan comunes en el lanzamiento de nuevos productos— que Telefónica pretendía ofrecer a los futuros clientes de Imagenio.
Y si las telcos no ganan, ¿quién se beneficiará del emergente mercado de la TVIP? Aquellos que aporten elementos diferenciales para esta oferta: los desarrolladores de software y los proveedores de contenidos. Mientras los primeros, con Microsoft a la cabeza, luchan por convertirse en el estándar de decodificación, los proveedores de contenidos se frotan las manos soñando que sus productos estarán presentes en todas las plataformas.
Es decir, de existir un ganador en este mercado, con toda probabilidad no será un operador de telecomunicaciones. Ellos se verán involucrados, una vez más, en la batalla por el precio.
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