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Los malos serán muy castigados

'The Punisher' llegará en febrero a las consolas - Está cabreado y busca venganza

Presentación de personaje: "No tiene superpoderes, ni rayos láser, ni leotardos de lycra. Simplemente mataron a su familia y está cabreado". John Brooke, jefe de producto de los estudios THQ, define en pocas palabras al antihéroe de la Marvel, Frank Castle, más conocido como El Castigador.

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Frank vio la luz por primera vez en el número 129 de El increíble Spider-man, publicado en 1974, como un asesino a sueldo contratado para acabar con el Hombre Araña. Con el tiempo tuvo su propia serie en la que básicamente se dedicaba a eliminar criminales y mafiosos de las calles de Nueva York en una sádica, y por momentos ligeramente fascistoide, sed de venganza. No en vano una de sus (escasas) frases preferidas es: "Voy a limpiar de escoria esta ciudad".

THQ ha adquirido una licencia "paraguas" del personaje, lo que significa que comercializan todo lo que tiene que ver con el mismo. Este verano se estrenaba la película El Castigador, de la que el propio Brooke dice que "no era muy buena", y de la cual el juego sólo recupera la voz del actor Thomas Jane en la versión original y el nuevo diseño de la calavera que lo identifica. "Lo que hemos tratado de hacer con el juego es ser lo más fieles posible al espíritu del cómic". Traducido: el guión lo han escrito Garth Ennis y Jimmy Palmiotti, dos de los actuales autores del tebeo, y el juego incluye una colección de portadas y artes.

Como en su homónimo de papel, el tono es oscuro y extremadamente violento. Explicación de "extremadamente violento" de boca de un jefe de producto: "Cuando estrellas a alguien la cabeza contra el bordillo sientes que de verdad se la estás estrellando". El secreto está en la onomatopeya. Cabeza contra bordillo hace "¡chof!", cabeza contra ventilador de techo hace "tuc-tuc-tuc-¡chof!", desnucamiento manual suena "qjjjjjck", como un crujido con algo que se rompe al final. El juego contiene todo un abanico de muertes posibles. Las hay rápidas: el clásico corte en la yugular, o el disparo en la nuca. Las hay historiadas. Las mejores son resultado de los interrogatorios a los que El Castigador somete a los macarras para llegar a los capos mafiosos. Para apretarles las tuercas y hacer que canten puede amenazarles con la pistola, estrangularles o meterles palizas.

Para ponerse creativo, el juego proporciona además interrogatorios especiales, en los que Frank Castle, entrenado como marine, usa lo que tiene a mano para amedrentar a los malos. Los ejemplos son de lo más colorista: en el aserradero introduces a la víctima en un triturador de madera; en el taller le amenazas con sacarle un ojo con un taladro, en la funeraria le machacas con la tapa de un ataúd, o también, si hay una tele cerca, se la puedes encasquetar en la cabeza siguiendo la tradición del protagonista de Henry, retrato de un asesino. De vez en cuando puedes poner al personaje en modo matanza, una especie de trance gore, en el que lanza cuchilladas a diestro y siniestro.

La acción está narrada en flash-backs, a la Tarantino, desde la sala de interrogatorios policial donde acaba Frank tras sus excesos. La ultraviolencia del juego es tan grande que, como en el cómic, se vuelve más bien una parodia con humor negro. Eso sí, incluso El Castigador tiene sus códigos morales. De lo que se trata es de vengar la muerte de su familia a manos de la mafia, por lo que en el momento en que a Frank se le va de las manos y se carga un inocente, sale el maldito game over.

Frank Castle, protagonista del juego de los estudios THQ, "no tiene superpoderes, ni rayos láser, ni leotardos de lycra. Simplemente mataron a su familia y está cabreado", afirma John Brook.
Frank Castle, protagonista del juego de los estudios THQ, "no tiene superpoderes, ni rayos láser, ni leotardos de lycra. Simplemente mataron a su familia y está cabreado", afirma John Brook.

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