El sarampión se dispara en España, con ocho brotes abiertos y al menos 107 casos desde enero
Las comunidades recomiendan reforzar la vacunación entre aquellas personas que desconozcan si han recibido las dos dosis o pasado la enfermedad
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Si 2024 marcó el regreso del sarampión en España tras unos años sin casi presencia de la enfermedad en el país, este 2025 ha empezado con cifras preocupantes que han puesto en alerta a varias comunidades autónomas. En las primeras ocho semanas del año, el sistema sanitario ha diagnosticado al menos 107 casos e investiga ocho brotes abiertos, según han confirmado a EL PAÍS fuentes sanitarias y de los gobiernos autonómicos.
Esta cifra multiplica la registrada el año pasado a estas alturas de febrero, cuando los diagnósticos eran apenas una quincena, y ya supone la mitad de todos los registrados en 2024 (217 en total). El brote más importante es el que sufre Bizcaia desde noviembre, que ha afectado en total a 51 personas —44 de ellas este año—, de los que 21 son trabajadores sanitarios.
El incremento de la incidencia en España se debe al goteo de casos importados desde otros países, como Rumanía y Marruecos, que está sufriendo graves epidemias que han provocado una veintena de fallecidos en el primero y un centenar en el segundo. Estos casos importados originan brotes al entrar en contacto en España con personas no vacunadas o que no han pasado la enfermedad de forma natural. La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó en 2017 que España estaba libre de la circulación endémica del virus.
En algunos casos, sin embargo, algunas personas vacunadas también pueden desarrollar cuadros leves de sarampión. Esto se debe a que la protección ofrecida por las vacunas desciende en algún caso con el paso de los años o a que, por alguna razón, la respuesta inmunitaria a las dosis no ha sido la adecuada, explican los expertos consultados. De los 21 sanitarios afectados en el brote de Bizcaia, por ejemplo, 12 habían recibido en su día las dos dosis de la vacuna.
“Es importante adoptar medidas para hacer frente a este incremento de casos y brotes”, destaca Gregorio Montes Salas, secretario general de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS). “En Bizkaia, por ejemplo, el 40% de los afectados es personal sanitario. Esto evidencia la importancia de que las unidades de prevención de riesgos laborales realicen valoraciones de los trabajadores, lo que se obtiene haciendo una determinación de anticuerpos frente a enfermedades infecciosas como el sarampión, la hepatitis B... En caso de que no estén bien inmunizados, es recomendable la vacunación, especialmente si tienen que trabajar en servicios como pediatría, con enfermos inmunodeprimidos...”, explica este experto.
El gran brote de Bizkaia se inició a mediados de noviembre, cuando un turista sin vacunar acudió enfermo a un centro sanitario, y desde entonces se ha extendido sin que haya logrado ser controlado. Las investigaciones epidemiológicas no descartan que algunos diagnósticos hechos en la provincia en las últimas semanas estén relacionados con un segundo caso importado en la provincia. Una guardería de Málaga, en la que cinco bebés menores de 14 meses y otros cuatro niños de dos años han enfermado, es el segundo gran foco de esta dolencia infecciosa.
Aunque más pequeño, los contagios en el ámbito sanitario también están en el centro de otro brote registrado en Toledo, donde un matrimonio infectado fue atendido en un hospital de la ciudad en el que se han registrado hasta el momento cinco casos secundarios, dos de ellos confirmados microbiológicamente y otros tres aún en estudio, según un portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha. Esta comunidad ha sufrido otros dos casos sin relación con los anteriores.
“Los servicios de urgencias deberían reforzar protocolos ante los pacientes que llegan con síntomas compatibles, como los respiratorios [característicos en las primeras fases del sarampión]. Debería entregarse una mascarilla en el primer momento, un paquetito con un paño de un solo uso y solución hidroalcohólica... Los pacientes también deberían tener siempre a mano un recipiente para arrojar los pañuelos usados y los espacios de espera ser amplios y bien aireados, con al menos un metro y medio entre las personas”, añade Montes Salas.
El sarampión está causado por uno de los virus más contagiosos conocidos, que se transmite a través de las gotitas de saliva que expulsa la persona infectada al hablar, toser o estornudar. Sus síntomas iniciales más comunes son respiratorios —tos, secreción nasal...—, en los ojos —parecidos a una conjuntivitis— y fiebre elevada. Unos cuatro días después del inicio estos síntomas, aparece una característica erupción cutánea. La complicación más grave que produce la infección es la encefalitis, que desarrolla aproximadamente uno de cada 1.000 infectados y provoca una elevada mortalidad y graves secuelas neurológicas.
La enfermedad es fácilmente prevenible con las vacunas, que se administra a los niños en dos dosis, la primera a los 12 meses de vida y la segunda a los tres o cuatro años. En adultos que desconozcan si están vacunados o han pasado la enfermedad —lo que confiere inmunidad de por vida—, la mayoría de comunidades recomienda un pinchazo de recuerdo. Las coberturas infantiles en España son elevadas, sobre todo en la primera dosis, que asciende al 97,8%. En la segunda, en cambio, este porcentaje desciende hasta el 94,4%, unas décimas por debajo del 95% que los expertos consideran necesario para impedir que queden bolsas de población sin inmunizar que puedan dar lugar a brotes.
Las comunidades más afectadas en lo que va de 2025, según los datos recopilados por este diario hasta este martes, son el País Vasco, con 44 casos; Andalucía y Cataluña, con 17 cada una; Castilla-La Mancha y Melilla, siete cada una; Ceuta, seis; Aragón, cuatro; y Madrid, Navarra, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares, con uno cada una. Los ocho brotes activos son el que afecta al País Vasco, tres en Cataluña (uno en Barcelona, otro en Tarragona y un tercero del que no se conocen los detalles), dos en Andalucía (el de Málaga y otro en Huelva), uno en Aragón (en Teruel) y el de Toledo en Castilla-La Mancha. Algunos de estos brotes no registran casos desde enero, pero epidemiológicamente no se consideran cerrados hasta que transcurren dos periodos de incubación completos (42 días en total).
De los primeros 91 casos identificados este año en España, según datos del Instituto de Salud Carlos III del pasado 16 de febrero, 31 eran importados, 44 estaban relacionados con ellos y en 16 ocasiones las investigaciones sobre el origen del contagio aún estaban en marcha.
“Hasta este martes, tenemos 17 casos confirmados en tres brotes. De ellos, siete son importados y tenemos algunos aún en investigación, que son los que más nos preocupan hasta que no logremos confirmar la fuente de contagio”, explica Jacobo Mendioroz, subdirector general de Vigilancia y Repuesta a a Emergencias de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña.
Mendioroz recuerda que la evolución de los brotes en España está muy condicionada por los casos importados. “Este año se está produciendo un brote especialmente importante en Marruecos, que ha causado ya 116 fallecidos”, destaca. El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) pone el foco, por su parte, en Rumanía, país en el que se han registrado 21 muertes desde enero de 2024.
Las comunidades como Cataluña afectadas por los actuales brotes recomiendan a todas las personas de mediana edad que no sepan si han pasado la enfermedad o han sido vacunados que consulten su situación con su médico de familia. Fernando Moraga-Llop, pediatra y portavoz de la Asociación Española de Vacunología (AEV), aconseja que “cuando vayan al médico por cualquier otra razón, pregunten y repasen su situación, porque si es necesario puede hacerse una determinación de anticuerpos y, en caso de que no estén bien inmunizados, procedan a vacunarse”.
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