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El Sodalicio admite 83 víctimas de abusos y asegura que ha pagado ya 5,3 millones de dólares en indemnizaciones

El poderoso grupo ultracatólico latinoamericano, disuelto por el Papa, muestra su “dolor y vergüenza” por las agresiones, registradas desde 1971 hasta la actualidad, y pide perdón

Fernando Figari
Fernando Figari, fundador del Sodalicio.ÁLVARO PADILLA BENGOA
Íñigo Domínguez

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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El Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), el potente grupo ultracatólico latinoamericano disuelto esta semana por el Papa tras un escándalo de pederastia, abusos y corrupción financiera destapado desde hace diez años, ha admitido este martes al menos 83 víctimas atendidas desde 2016, tanto menores como adultos. Casi todos los abusos registrados sucedieron entre 1971 y 2009, aunque después hay dos casos más, el último en esta misma década. El mayor número de abusos se sitúa en los años noventa, cuando se contabilizaron 39, y le sigue la década de 2000 a 2009, con 29 denuncias. La organización, que no ha facilitado datos del número de agresores, asegura que ha pagado ya 5,3 millones de dólares (equivalente a 5 millones de euros) en indemnizaciones, según ha explicado en un comunicado.

Este grupo fue fundado en Perú en 1971 por el laico Fernando Figari, un admirador de Falange Española que se convirtió en gurú carismático de una organización con rasgos de secta y disciplina marcial, como respuesta a la teología de la liberación. El Sodalicio fue reconocido en 1997 por Juan Pablo II, se extendió en las clases altas del país y luego a varios países de Latinoamérica. Tras las investigaciones periodísticas que sacaron a la luz el caso en 2015, el Papa ordenó una investigación, envió una misión especial en 2023 y en 2024 expulsó al fundador y 12 miembros. Finalmente, ha ordenado su disolución, una decisión insólita por su dureza que el Sodalicio reveló este lunes.

Las dos grandes cuestiones pendientes ahora son, precisamente, económicas: una, desentrañar el enorme imperio empresarial creado por el Sodalicio en medio siglo para recuperar el capital oculto y, dos, indemnizar a todas las víctimas. En este sentido, es significativo que el primer comunicado de la organización tras ser disuelta se dedique justo a las compensaciones que dice haber abonado ya.

La mayor parte de los 5,3 millones de dólares que el Sodalicio mantiene haber desembolsado han cubierto 78 indemnizaciones, un total de 5 millones, según detalla la organización en un documento de ocho páginas. El resto ha servido para financiar terapias, en 59 casos, y a cinco personas se les costearon ayudas académicas. Todo ha sido a través de acuerdos extrajudiciales. Prácticamente todos los casos están prescritos para la Justicia, y la organización precisa, de hecho, que no ha habido ningún resarcimiento por orden judicial. Estos números suponen una media de 64.000 dólares de indemnización por persona (61.500 euros), que buscan compensar tanto abusos sexuales a menores (15 casos), a adultos (18) como físicos, psicológicos y de autoridad (los 50 restantes).

La información, en todo caso, es confusa respecto a los datos existentes hasta ahora, y no está del todo claro el balance total de víctimas y resarcimientos. Este diario ha planteado las dudas al Sodalicio, pero a última hora del día aún no había obtenido respuesta. Los datos disponibles hasta ahora eran de enero de 2017, la última vez que la entidad había informado del resultado de sus investigaciones internas. Entonces reconoció haber atendido a 103 personas, a través de una comisión de ética y un grupo de expertos. De ellas consideró víctimas a 66. En 47 casos, según informó entonces, había llegado ya a un acuerdo de reparación económica y había desembolsado ya 2,8 millones de euros. La organización no ha aclarado hoy si estas cifras deben sumarse a las conocidas ahora o si, por el contrario, están incluidas en ellas.

En el comunicado difundido este martes, la organización explica que los datos divulgados ahora son los registrados a partir de mayo de 2016, cuando creó una oficina de escucha y asistencia, siguiendo las recomendaciones de la comisión de expertos. En su informe, el Sodalicio explica que firmó la mayoría de acuerdos de resarcimiento en 2016 y 2017, 30 y 34 casos en cada año. Llegó a algunos acuerdos puntuales en los años siguientes, hasta llegar a 2024, cuando cerró un total de 10. Las víctimas indemnizadas son 77 hombres, 68 de ellos exmiembros del Sodalicio, y seis mujeres. El comunicado precisa que 13 personas que acudieron a denunciar abusos a la oficina de la organización no fueron consideradas víctimas y por tanto no fueron indemnizadas.

El Sodalicio ha informado también que desde septiembre de 2021 ha contado con la ayuda de la organización española Eshmá, especializada en la atención a víctimas de abuso en la Iglesia católica, y que también trabaja con varias congregaciones religiosas españolas.

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Sobre la firma

Íñigo Domínguez
Corresponsal en Roma desde 2024. Antes lo fue de 2001 a 2015, año en que se trasladó a Madrid y comenzó a trabajar en EL PAÍS. Es autor de cuatro libros sobre la mafia, viajes y reportajes.
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