España tiene un déficit de 100.000 enfermeras y una de cada cuatro se plantea dejarlo
Al ritmo de incorporaciones actual, harían falta entre 22 y 29 años para llegar a la ratio media de la Unión Europea
El Ministerio de Sanidad ha puesto este lunes cifras al déficit de enfermeras que España arrastra desde hace décadas: 100.000. Son las que haría falta incorporar al sistema para equiparar el ratio con el de la Unión Europea, que es de 8,5 por cada 1.000 habitantes, frente a los 6,5 de media en el país (con notables diferencias entre comunidades). Además, ha hecho una encuesta que deja otro dato preocupante: cuatro de cada diez se plantea dejar la profesión en los próximos diez años.
Pese a que en la última década se han incorporado profesionales al sistema, no lo hacen al suficiente ritmo para paliar el déficit. Según el informe Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024, si no se aceleran las contrataciones, harían falta entre 22 y 29 años para alcanzar el ratio comunitario, para lo que sería necesario aumentar el personal en casi un 29%.
El documento también pone de manifiesto que, pese a que hay seis veces más mujeres que hombres en la profesión, las labores de gestión están ocupadas mayoritariamente por varones: un 4,8% de ellos ostenta este tipo de cargos, frente al 3,4% de ellas. “Es una dinámica social que permea en el sistema sanitario”, ha dicho Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, que ha presentado el estudio.
Con el informe, Sanidad pretende poner cifras a una realidad que vienen denunciando desde hace años tanto los sindicatos como el Consejo General de Enfermería, que en 2022 había cifrado en 95.000 este déficit. “Hay una necesidad de actuar de forma intensa en políticas de cuidados y una de las barreras era falta de datos confiables y replicables para saber la realidad de las profesiones de cuidados, algo que sí teníamos sobre facultativos especialistas en el Sistema Nacional de Salud”, ha justificado Padilla.
De las 345.969 enfermeras que hay en España ―el colectivo se suele autodenominar en femenino, precisamente por la abrumadora mayoría de mujeres del sector―, 46.114 tenían alguna de las siete especialidades reconocidas: Familiar y Comunitaria, Matrona, Salud Mental, Trabajo, Geriatría y Pediatría. La mayoría de ellas, sin embargo, no ejerce en esta especialidad, lo que es, en opinión del secretario de Estado “una pérdida de oportunidades para el sistema y dañino para el desarrollo” de las profesionales. “El sistema está formando y pierde oportunidad de integrar esos recursos. Pierde conocimiento y motivación”, ha sentenciado.
Para conocer también esta realidad, Sanidad ha efectuado una encuesta en la que han participado 55.000 enfermeras. El 39,4% de ellas se planea dejar la enfermería en la próxima década. De estas, un 16,9% prevé hacerlo en los próximos dos años, un 9,3% y un 9,4% aseguran que lo piensan en un plazo de cinco y diez años, respectivamente.
Más de la mitad de las enfermeras encuestadas (55,2%) considera que no hay suficiente personal en su lugar de trabajo para garantizar la calidad de los cuidados. El 67,7% reporta haber presenciado incidentes relacionados con la atención sanitaria al menos una vez a la semana. Esto refuerza las conclusiones de otro sondeo que hizo el sindicato mayoritario en el sector (Satse) en 2023, que revelaba que el 85% de las profesionales atiende a más pacientes de lo que cree seguro.
“Descoordinación” entre territorios
Los estudios que ha presentado este lunes Sanidad también muestran una enorme heterogeneidad en función de las comunidades autónomas, tanto en número de enfermeras, como en su retribución y sus formas de contratación. En palabras de Paloma Calleja, coordinadora del Comité de cuidados en salud que el ministerio ha puesto en marcha para encargarse (entre otras) de esta situación, existe una “absoluta descoordinación”.
Son los gobiernos autonómicos los encargados de la prestación asistencial, y, por tanto, de contratar y establecer las condiciones de los profesionales. Mientras en Madrid cada enfermera tiene asignados a 1.950 pacientes (las que más carga asistencial soportan); en La Rioja tienen 958 (las que menos). Es una cifra solo orientativa, porque en función de la concentración de personas y su edad, pueden ser necesarias más o menos.
También se observan grandes diferencias en los sueldos mínimos más altos, que se registran en Canarias, con 2.898 euros para atención hospitalaria y 3.318 euros para atención primaria, seguidos de Navarra, donde las enfermeras reciben un salario uniforme de 2.917 euros. En contraste, regiones como Cantabria (1.647 euros y 2.080 euros) y Madrid (2.005 euros y 2.281 euros) presentan los salarios más bajos en el sector.
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